Jorge Luis Azaldegui Zelaya
Profesor del Taller Marketing Digital
Hoy en día no hay persona, niños, jóvenes o adultos, que no cuente con presencia en internet. Una presencia expuesta las 24 horas del día, ya sea por tener una cuenta en alguna red social como Facebook, Twitter, Instagram o Linkedin o por la presencia que nos da google al contar con un blog, página web u otros. Esto parece muy normal y lo es, siempre y cuando seamos conscientes de la gran visibilidad que tenemos y sepamos que es esta visibilidad la que va construyendo y moldeando nuestra reputación en internet.
Pero ¿qué es la reputación en internet?, para responder esta pregunta primero debemos tener claro lo siguiente. Hoy en día todos somos una marca, esa marca personal lleva nuestro nombre y como toda marca cuenta con una reputación. Dicho esto, podemos definir la reputación en internet como el prestigio que tiene tu marca personal y que se crea y modifica en base a toda la información que tanto tú como otras personas comparten en todo momento en redes, blogs u otros y que literalmente queda grabada para siempre en los buscadores como google.
El concepto de la reputación en internet puede no sonar muy relevante si pensamos que la exposición que tenemos en este medio, por ejemplo en el caso de nuestra presencia en Facebook, se limita al contenido que está asociado a nuestra cuenta y “solamente” es observado por amigos algunos más cercanos que otros. Pero qué pasa cuando planteamos la siguiente reflexión, ¿Sabías que de alguna u otra manera, tu contenido de Facebook también es observado por personas a las que no conoces personalmente, que posiblemente trabajan o conocen a alguien que trabaja contigo o incluso por reclutadores que podrían estar buscando candidatos para alguna posición de tu interés? Y es que hoy en día el 90% de las empresas utilizan las redes sociales para reclutar candidatos y más del 60% de estos candidatos han sido descartados de algún proceso por el contenido de sus páginas de Facebook.1
Ante todo lo mencionado, siempre existen las personas que responde “No hay problema porque para mis compañeros de trabajo y para posible reclutadores tengo mi perfil de Linkedin”. El problema con esa idea es que seguimos pensando erróneamente que nuestra marca en internet puede estar dividida, en otras palabras, ser de una manera si hablamos de Facebook, de otra si hablamos de Twitter y de otra si hablamos de Linkedin. Pero esto no es posible, nuestra marca personal es una sola y la reputación que tenemos es la suma de todo el contenido e interacciones que tenemos en todos los canales online que utilizamos. Y aquí viene la reflexión que me gustaría que hagas, ¿las publicaciones que muestras en tu Facebook están alineadas con lo que quieres proyectar cuando piensas en tu reputación online?, ¿Y qué me dices sobre tus comentarios en Twitter o fotos en Instagram?
Pero no te preocupes que aún estás a tiempo de hacer algunos cambios, ten en cuenta que simplemente debes tener una idea clara del prestigio o reputación que deseas tener en internet y hacer una simple gestión para llegar a esta. Con lo cual podrás ser recordado y asociado a elementos positivos e incluso para el ejemplo del reclutador, podrás ser una opción preferente de selección. Dicha gestión de marca se basa en proyectar tus valores, atributos y competencias en los medios online y para esto no es necesario realizar acciones complejas, simplemente empieza con validar que todo el contenido que estás compartiendo esté alineado a lo que quieres proyectar y si no lo está aprovecha para empezar a compartir nuevas coas que generen valor.
Finalmente, puede que sigas pensando que no es necesario hacer ninguna modificación, pero igual te recomiendo que hagas el simple ejercicio de realizar una búsqueda de tu nombre en google. Puede que luego de ver el contenido que aparece te animes y empieces con la gestión.
Fuentes:
