Inés Dussel.
Texto original en:
http://www.elcorreo.eu.org/esp/IMG/pdf/doc-1252.pdf

APRECIACIÓN CRÍTICA

América Latina

Dussel, hace un recorrido por los principales lineamientos de las reformas curriculares de América Latina. Si bien se enfoca en cuatro países que considera emblemáticos de las diferentes corrientes de reformas no deja de mencionar que AL todavía es tierra de contrastes.

Esos contrastes, son resultado de una peculiar configuración de la región de AL, lo que hace que, si bien nos acercamos a un modelo de escuela occidental, éste no ha sido suficiente para su desarrollo pleno. Y es que Dussel llega a la conclusión de que las reformas tanto en los procesos de gestión como en el desarrollo curricular son lentas. Muchísimas cosas en educación son lentas, más aún los procesos de perfeccionamiento de la gestión y del desarrollo curricular. Esto se aprecia no solo en el Perú sino en toda AL, aunque fácilmente se puede extender a todo el mundo occidental.

Así, las reformas de primera generación si bien procuraron afirmar los nacionalismos, las de segunda generación buscaron reformas estructurales: currículo e inclusión de otros sectores sociales especialmente. Esto último se ha logrado y se aprecia en la participación de la ciudadanía en los problemas de la escuela e incluso en la consideración cada vez más evidente de la educación como empresa privada que sirve y colabora con el Estado en su función subsidiaria de educar a los ciudadanos.

Es evidente el crecimiento del sistema, la cobertura, la amplitud de “oportunidades” para escoger la escuela e incluso la Educación Superior, pero aún está el reto del crecimiento en calidad: mejores condiciones de trabajo para los docentes, una mejor preparación del funcionario administrativo en educación, la misma formación de profesores y el uso pertinente y adecuado de material educativo son todavía temas pendientes de reflexión y de decisiones.

Dussel, entiende que tanto la gestión como el desarrollo curricular se enfrentan a la modernidad liquida, termino que identifica desde hace unas décadas la confluencia de la globalización, el pragmatismo y el subjetivismo humano frente a la realidad. Estamos frente a una diferente concepción de la realidad, diferente a la de hace cuarenta o cincuenta años. La realidad actual tiene características muy definidas y evidentes. Las escuelas deben enfrentar el “aquí y ahora”, que no es sino la presencia de una cultura que desde finales del siglo pasado se llama “posmodernidad” o sociedad en la que predomina el “pensamiento complejo”. La sensación de los analistas incluyendo a Dussel, es que aún no estamos, como sociedad latinoamericana preparados para ella, solo la enfrentamos, nos chocamos con ella y reaccionamos.

Por ello, se entiende que la demanda a la escuela por ser más pertinente y más eficiente se enfrenta a su capacidad y a su propia preparación para ello, la pregunta más clara es si está o no está diseñada la escuela latinoamericana para eso. Creemos que no, y esto se nota en la presencia de una gramática o conjunto de reglas referidas al currículo que permanecen en todas las escuelas. Estamos frente al viejo problema de los currículos prescriptivos y su necesidad. En la actualidad se prefieren directrices más flexibles: la presencia de la norma o ley en la educación no asegura su desarrollo y su eficiencia. El riesgo es hacer los campos curriculares más densos y complejos. Pero, ¿por qué no asumirlos? Dussel citando a Guiddens hace mención de las escuelas “instituciones – cascaron” reflejando así el problema de la legitimización de los saberes modernos, es decir, si la escuela responde o ya no responde a las inquietudes de la sociedad y del mismo ser humano. ¿Tienen algo que decir o ya no tienen nada relevante que decir?

Aunque los proyectos siguen teniendo vigencia en AL (especialmente en nuestro país) no dejan de ser “provisionales” ya que la modernidad liquida no permite hacer planes a largo plazo. Si embargo, no hay que temer a la provisionalidad, el currículo como documento público que expresa un acuerdo social sobre la transmisión de conocimientos estará siempre sujeto a cambios ya que el mismo consenso social es cambiante por múltiples factores. Dussel dice bien cuando refiere que la educación es un bien preciado por la sociedad y ése es un punto de partida importante para la transformación de la enseñanza. Aprovechémoslo.

Finalmente, debemos considerar el problema a de la formación y capacitación de los profesores, para un currículo mas complejo, pertinente y diseñado para enfrentar la provisionalidad. No es posible educar para la complejidad y la provisionalidad de los saberes en odres viejos, sin arriesgar en nuevas estrategias y nuevos paradigmas.

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