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En base al debate que hicimos en clase podemos tener una idea de lo que trata el capital social a pesar de que no hay aún un concepto que tenga amplia aceptación entre los autores estudiados. Así, podemos decir que capital social se refiere a una serie de valores y costumbres que favorecen una acción conjunta en beneficio del grupo en el cual surge. Estas relaciones sociales se manifiestan de muchas formas como por ejemplo, la confianza, la reciprocidad, el civismo, las redes sociales o las normas.
Una característica importante del capital social en un grupo o en una sociedad en general es que permite un mayor grado de cooperación entre sus miembros y un mayor logro de objetivos conjuntos. Así también, el cumplimiento de las normas y la aplicación de las sanciones crean una mayor legitimidad e institucionalidad en el grupo social lo cual impide el conflicto social y hace que las acciones se lleven a cabo y los objetivos se cumplan con mayor celeridad. Si comparamos un grupo social en el cual existe un fuerte capital social con otro en el cual éste se manifiesta muy débilmente, podríamos notar que en este último las decisiones se toman lentamente, o se hacen por imposición, autoritariamente, habría poca probabilidad de que existan normas y si aún así se diera el caso, sus miembros no acatarían las normas porque no confiarían en estas ni en su líder. Todo esto llevaría al surgimiento de muchos conflictos lo cual impediría el objetivo del bienestar común y tarde o temprano el grupo llegaría a desintegrarse.
En clase también se habló de que el capital social es muy pobre en nuestro país y que existen algunas islas de capital social, en referencia a algunos grupos sociales muy sólidos en su organización y funcionamiento por efectos de un rico capital social interno. Pero lo que generalmente tenemos, son organizaciones sociales muy débiles que lógicamente no desarrollaron adecuadamente su capital social. En estos organizaciones, si bien es cierto que existen intereses comunes que forman una acción conjunta y que se ven favorecidos por las redes sociales que se obtienen; la confianza que surge es momentánea y los acuerdos que se toman son débiles, además el hecho de vivir al margen de las normas más ampliamente aceptadas como son las leyes, hace que estos grupos se desintegren rápidamente, salvo algunas excepciones.
Esto también se da debido al individualismo y egoísmo que predomina en nuestra sociedad, lo que hace que nos preocupemos sólo en el interés personal o en los intereses de nuestro círculo social más cercano siendo indiferentes a los problemas de nuestro entorno local, nacional y mundial. El individualismo frena la cooperación, echa abajo la confianza entre los ciudadanos e impide el desarrollo de un compromiso cívico en nuestra sociedad y en cambio uno fuerte en los grupos pequeños. Esto favorece a que se desarrollen más rápidamente la corrupción, las mafias, el pandillaje, el terrorismo y otras lacras sociales. De ahí que en el país también debamos atender el débil capital social que tenemos comprometiéndonos a crear confianza cumpliendo nuestras promesas y siendo más honestos, fomentar la participación ciudadana, respetar las normas y por último creando un auténtico sentimiento nacional con aquellas cosas que nos unen realmente como pueden ser la gastronomía, el arte o el deporte.
Una característica importante del capital social en un grupo o en una sociedad en general es que permite un mayor grado de cooperación entre sus miembros y un mayor logro de objetivos conjuntos. Así también, el cumplimiento de las normas y la aplicación de las sanciones crean una mayor legitimidad e institucionalidad en el grupo social lo cual impide el conflicto social y hace que las acciones se lleven a cabo y los objetivos se cumplan con mayor celeridad. Si comparamos un grupo social en el cual existe un fuerte capital social con otro en el cual éste se manifiesta muy débilmente, podríamos notar que en este último las decisiones se toman lentamente, o se hacen por imposición, autoritariamente, habría poca probabilidad de que existan normas y si aún así se diera el caso, sus miembros no acatarían las normas porque no confiarían en estas ni en su líder. Todo esto llevaría al surgimiento de muchos conflictos lo cual impediría el objetivo del bienestar común y tarde o temprano el grupo llegaría a desintegrarse.
En clase también se habló de que el capital social es muy pobre en nuestro país y que existen algunas islas de capital social, en referencia a algunos grupos sociales muy sólidos en su organización y funcionamiento por efectos de un rico capital social interno. Pero lo que generalmente tenemos, son organizaciones sociales muy débiles que lógicamente no desarrollaron adecuadamente su capital social. En estos organizaciones, si bien es cierto que existen intereses comunes que forman una acción conjunta y que se ven favorecidos por las redes sociales que se obtienen; la confianza que surge es momentánea y los acuerdos que se toman son débiles, además el hecho de vivir al margen de las normas más ampliamente aceptadas como son las leyes, hace que estos grupos se desintegren rápidamente, salvo algunas excepciones.
Esto también se da debido al individualismo y egoísmo que predomina en nuestra sociedad, lo que hace que nos preocupemos sólo en el interés personal o en los intereses de nuestro círculo social más cercano siendo indiferentes a los problemas de nuestro entorno local, nacional y mundial. El individualismo frena la cooperación, echa abajo la confianza entre los ciudadanos e impide el desarrollo de un compromiso cívico en nuestra sociedad y en cambio uno fuerte en los grupos pequeños. Esto favorece a que se desarrollen más rápidamente la corrupción, las mafias, el pandillaje, el terrorismo y otras lacras sociales. De ahí que en el país también debamos atender el débil capital social que tenemos comprometiéndonos a crear confianza cumpliendo nuestras promesas y siendo más honestos, fomentar la participación ciudadana, respetar las normas y por último creando un auténtico sentimiento nacional con aquellas cosas que nos unen realmente como pueden ser la gastronomía, el arte o el deporte.