Archivo por meses: julio 2012

SOBRE PREDICCIONES Y ACIERTOS AL GOBIERNO DE OLLANTA

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El fin de semana estuve discutiendo con unos amigos sobre las predicciones que se hicieron sobre Ollanta antes de empezar su gobierno. Nadie acertó en lo que se convertiría Ollanta después de un año, pero al menos convenimos en que no hemos dado un salto al vacío como muchos creían. El año pasado, antes de la segunda vuelta, circulé un documento a los correos de algunos amigos en el que los trataba de convencer para votar por un candidato. No pretendía hacer de analista político, pero al menos creo que acerté en pedir el voto por el que todavía considero fue el mal menor.
Creo que ni un gobierno de Ollanta Humala ni de Keiko Fujimori se parecerá al de Hugo Chávez o al de Alberto Fujimori respectivamente. Si alguno intentara irse contra el Estado de Derecho, la gran oposición que encontrarían en el congreso y en la sociedad civil impediría que esto ocurriera. Además, pueden hacer un mal gobierno si se aferran a lo que defendieron en un inicio y un buen gobierno si negocian con grupos políticos democráticos y hacen los cambios necesarios a sus planes de gobierno iniciales. Pero, entonces ¿por quien votar?
Yo no voté por ninguno de estos dos candidatos en primera vuelta, por los temores que producían, pero pienso que hay un claro mal menor para esta segunda vuelta.
Si mi padre hubiera tenido algún cargo público cualquiera y hubiera hecho una mala gestión, aceptaría las críticas que le hacen, pero trataría de minimizar sus errores y engrandecer sus aciertos para defenderlo. Sin embargo, en el supuesto negado de que mi padre cometiera delitos graves en su gestión, como mandar a matar a gente inocente o corromper instituciones y personas, la figura cambia, porque por más que sea mi padre no podría elogiar su gestión. Por más buenos resultados que haya obtenido creo que el fin no justifica los medios.
Fujimori derrotó el terrorismo de Sendero con un terrorismo de Estado; es decir, matando gente inocente, ¿merece recordar y enaltecer eso? Fujimori compró medios de comunicación y persiguió a opositores políticos al peor estilo chavista; o viéndolo de otra forma, actualmente Chávez persigue opositores y censura medios de comunicación queriendo imitar el peor estilo fujimorista.
Entonces, Alberto Fujimori no fue sólo un mal político, sino un delincuente y corrupto. Es un condenado por violación de derechos humanos y corrupción, sentencia a la cual ningún organismo internacional de justicia ha emitido observación y más bien han elogiado. En otras palabras, no hay duda de los delitos que cometió; sin embargo, su hija y su entorno reclaman su inocencia y a su gobierno como “el mejor de la historia”.
En el caso de Ollanta Humala, tiene muchas acusaciones, muchas denuncias, la mayoría de último minuto, lo que genera dudas, pero no tiene ninguna sentencia. Tiene un padre y un hermano dogmáticos, radicales y racistas, pero que no los reivindica. A diferencia de Keiko, Ollanta ha ido cambiando en sus ideas, en su personalidad y en su entorno desde que fue derrotado en las elecciones del 2006 (dicho sea de paso no voté por él en esa dolorosa segunda vuelta). Si Ollanta cambia de Plan de Gobierno ¿está mal? ¡Qué mejor que cambie! ¿Porqué no creerle si su evolución no es de ahora sino desde hace mucho y si la mayoría de su entorno político actual es gente democrática y creyente de una economía social de mercado? Si a Ollanta se le ocurriese en un eventual gobierno suyo hacer caso omiso a sus promesas y a su Hoja de Ruta, simplemente se quedaría con 20 adulones a su alrededor y con un país en las calles.
Por otro lado, Keiko Fujimori, que lleva en su entorno a las mismas personas que avalaron los delitos cometidos durante la dictadura de los 90 y que por eso le resulta tan difícil desprenderse del gobierno de su padre, ha evitado hacer cambios en su plan de gobierno y en su entorno cuando debería hacerlo para creerle realmente que no cometerá las mismas, no equivocaciones, fechorías de su padre.
¿Keiko da mayor seguridad a las inversiones y enrumbará mejor la economía? ¿No fue la corrupción y el autoritarismo lo que ocasionó la debacle de la economía a finales de los 90? Ahora ¿Es inviable el actual plan de Humala o son ideas y propuestas que se han aplicado en otros países con éxito? Creo en lo segundo y tengo la confianza de que en un gobierno de GANA PERÚ, será un gobierno de un equipo y no de una persona. Se dará la oportunidad a otras formas de pensar nuestra economía, nuestra política y nuestra sociedad, pero formas de pensar diferente es común y necesario en toda auténtica democracia y no significa un salto al vacío.
A todos mis amigos les quería compartir esto porque creo que es hora de pensar no sólo en nosotros mismos, sino en el futuro que dejaremos a las generaciones venideras. No perdamos la capacidad de identificarnos con el dolor de los familiares de toda esa gente inocente que fue asesinada durante la dictadura, busquemos justicia para todas las mujeres que fueron esterilizadas contra su voluntad, pongámonos en los zapatos de los secuestrados y perseguidos durante esos años y avergoncémonos por la compra de medios de comunicación y la corrupción de funcionarios que se dio en esa época.
Amigos, ya no somos el futuro del país sino su presente, lo que hagamos o dejemos de hacer hoy nos lo reclamarán nuestros hijos y nuestros nietos. Dejemos a las generaciones venideras un país no sólo con crecimiento económico, sino también con justicia, valores y sobre todo con respeto a la vida. Votemos con serenidad y tranquilidad este 5 de Junio, confiemos en los compromisos asumidos por Gana Perú con el crecimiento económico y con la democracia, recordando que nuestro país no sólo requiere de una economía estable sino también de valores democráticos y de vivir con decencia y dignidad
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HÉROES

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Alumno 1: El héroe que yo he elegido es Cahuide.
Profesor: Muy bien cuéntanos quién fue Cahuide y porqué crees tú que fue un héroe.
Alumno 1: Cahuide fue un guerrero que peleó contra los españoles y se aventó de una torre porque no quería ser atrapado por ellos.
Alumno 2: ¿Y eso lo hace un héroe?
Alumno 1: No sé, pero el profesor nos dijo el año pasado que sí era un héroe.
Profesor: ¿Y por qué crees tú que ese acto de lanzarse de una torre es heroico?
Alumno 1: ……….
Esto me trajo el recuerdo de lo que alguna vez dijera Alan García en una entrevista hace unos años, que la creencia en el supuesto heroísmo de Cahuide fue una de las culpables de la actual actitud derrotista de muchos peruanos, pues según él, Cahuide debió seguir abatiendo a los españoles hasta ser capturado y no lanzarse de una torre de 20 metros para morir cobardemente. Entonces, ¿Cahuide no fue un héroe como nos enseñaron en el colegio?
En primer lugar, no creo en las guerras porque son un pasado (y aún un presente) muy vergonzoso para la humanidad, pero es muy cierto que en un momento de la historia estas estuvieron totalmente justificadas como forma de defender un territorio, la diplomacia no existía o jugaba un papel menor. De esta forma, creo que hay que evaluar, criticar o glorificar a los héroes militares desde ese contexto histórico. En segundo lugar, es necesario delimitar qué entendemos por héroe y según la RAE dice que un héroe es una persona que se distingue por sus cualidades o acciones extraordinarias. El hecho de que alguien se haya involucrado voluntariamente en una guerra es ya de por sí un acto extraordinario y más si se lanzó de cabeza desde una torre. Pero en nuestra lógica, la cuestión es preguntarse si ese acto fue algo positivo o glorioso que deberíamos admirar y de lo que deberíamos sentirnos orgullosos los peruanos o es más bien una actitud cobarde que deberíamos despreciar y olvidar de nuestra historia.
Cahuide fue un guerrero Inca que organizó y lideró la defensa de la fortaleza de Sacsayhuamán de la invasión española, se dice que luchó valientemente desde una torre de Sacsayhuamán derribando a cuanto español podía, sobre él escribieron los españoles que una torre tenía un orejón por capitán tan valeroso que cierto se podría escribir de él lo que de algunos romanos, pero este valeroso capitán se vio al final acorralado por los españoles y tomó la decisión de lanzarse de cabeza antes de ser apresado. En una guerra es más noble morir luchando que ser capturado por el enemigo, a la vez que es más noble morir salvando el honor y evitando una tortura y una humillación que dejarse capturar por el enemigo habiendo dejado todo en el campo de batalla y sabiendo que la derrota es inminente. Alfonso Ugarte tuvo la misma actuación y es por eso un héroe y no un cobarde.
Además, si Cahuide hubiera sido un cobarde no hubiera asumido la defensa de la fortaleza inca contra unos invasores mejor dotados de armamentos y no le hubiera arrebatado a uno de ellos una espada. Aún si no fue tan glorioso lanzarse de un torreón al verse acorralado, eso poco podría importar después de saber del valor y la entrega que puso nuestro héroe durante las batallas contra los españoles.
Los héroes enaltecen valores humanos, por ejemplo Grau practicó la piedad y se convirtió en un precursor del Derecho Internacional Humanitario. Cahuide podría ser el ejemplo de valentía y entrega de un pueblo que muchas veces trata de ser disminuido y despreciado. El derrotismo de muchos peruanos podría deberse más a la ausencia de referentes morales y patrióticos de una nación a la cual no sólo aniquilaron con sus armas su forma de vida sino también con el olvido a sus héroes. El heroísmo tiene un valor más humano y patriótico que económico o práctico.
Para mí un héroe no es solamente el que venció más batallas o mató más enemigos sino también el que tuvo orgullo y amor propio y no se dejó humillar ni chantajear por el enemigo porque en su honor estaba el honor de todo un pueblo que luchó por defender su patria.
Espero que se siga difundiendo en el colegio los actos heroicos de personajes como Cahuide porque actualmente priman en los peruanos los pensamientos utilitaristas y desinformados como el del ex presidente García que no nos hace sentirnos orgullosos de nuestros héroes y forma personas materialistas, egoístas e inhumanas que buscan sólo el fin práctico de los hechos sin importar la gloria o trascendencia que pudieran haber tenido.
Profesor: Alumnos, los que no logren apreciar la dignidad y el honor de un individuo no entenderán jamás el verdadero valor de un héroe.

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LA PROBLEMÁTICA DEL TRANSPORTE

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Dejo un pequeño ensayo titulado “LA PROBLEMÁTICA DEL TRANSPORTE DESDE LA CRÍTICA A LA CONCEPCIÓN DEL DESARROLLO DE LA BANCA MULTILATERAL? presentado en el curso de Proyectos de Desarrollo en la PUCP en el 2010.

1. Introducción
La problemática del transporte se hace relevante desde la década de los 90 cuando empieza la liberalización de nuestra economía que alcanza al sector transporte en todas sus modalidades. Así la concepción neoliberal del desarrollo en el Perú abarcó servicios eminentemente públicos como éste que en la década anterior estaban protegidos con una intensa pero necesaria regulación.
¿Cómo ha afectado esta desregulación en la calidad del transporte de pasajeros? Es la pregunta que puede servir como punto de partida para entender mejor el problema del tráfico urbano y la alta tasa de accidentalidad en el transporte urbano e interprovincial.

2. Desarrollo
El ajuste estructural que se vivió en el Perú en los años 90 se estableció con una ausencia de mecanismos adecuados de regulación que aseguraran mínimamente un orden y una garantía de seguridad necesarias para el desenvolvimiento de las actividades económicas y en especial en el mercado de transporte que tiene que ver con la seguridad y la vida misma de las personas. Trasladar personas de un lugar a otro no es lo mismo que administrar un banco o producir galletas, un pequeño error en la gestión de una entidad financiera o en una empresa productiva podría costar unos cientos o quizás miles de soles que generalmente no van más allá de una reducción de los beneficios de la empresa sin perjudicar los bolsillos de los ahorradores o la salud de los consumidores; pero no pasa lo mismo en el caso de una empresa de servicios de transporte público de cuyo buen desempeño dependen vidas humanas.
La imposición del nuevo modelo de desarrollo, que hacía presunciones de infalible, se acomodó fácilmente a la actitud comodona del gobierno fujimorista. El neoliberalismo se impuso en nuestro país sin miramiento alguno, como una moda a la que había que seguir y entonces desconocimos nuestra realidad, la ignoramos. En el caso del transporte, los entusiastas del nuevo modelo de desarrollo impulsado por la banca multilateral, no previeron las consecuencias de la libertad de ruta, de los permisos de operación y de la importación de vehículos de segundo uso que desde ese momento y hasta hoy se han convertido en un dolor de cabeza para los usuarios por el desorden creado, la informalidad reinante y el inexorable aumento de la tasa de accidentalidad.
La idea original al implantar las políticas del consenso de Washington era atraer inversiones, las cuales modernizarían el parque automotor y crearían empleo digno para los peruanos. Pero todas estas propuestas colisionaron frontalmente con la realidad socioeconómica que vivía el Perú en ese entonces. En el país existía un alto índice de desempleo después del masivo despido de las empresas públicas privatizadas, lo que hizo que muchas de estas personas sin empleo invirtieran el dinero de su indemnización comprando combis y custers para ofertar servicio urbano de pasajeros y aquellos que pudieron ahorrar más, comprando buses para convertirse en pequeños empresarios de transporte interprovincial de pasajeros. La mayoría de estos pequeños empresarios emprendieron sus negocios con bastante precariedad y de manera informal debido a los pequeños capitales que poseían; sirvieron al mercado de transporte como un sobreviviente más de la falta de oportunidades en un país cuyo Estado desatendió sus deberes de velar por la seguridad y la tranquilidad de la población dedicándose únicamente a velar por la libertad económica.
La libertad entendida como un valor y un principio básico para el desarrollo del hombre y de una sociedad tiene que estar al nivel de otros principios igualmente válidos y elementales y no por encima de estos; por eso la seguridad, la salud y la vida de las personas deben ser reguardadas por el Estado y por la Constitución tanto como la libertad de negociar o de tener derecho a la propiedad.
Además, vemos que en nuestro país se sigue aplicando un modelo de desarrollo dictado por la banca multilateral sin tener en cuenta nuestra situación de país subdesarrollado, con escaso capital nacional y con una cultura de la informalidad que es necesario remediar, primero porque no necesariamente fuerzas artificiales e impersonales de un mercado guiarán a toda la sociedad hacia el desarrollo, el desarrollo es algo más complejo que sólo libertad económica.

3. Conclusión
Se puede concluir que un desarrollo con una mayor apertura a la inversión privada en el transporte de pasajeros no debe implicar necesariamente una desregulación extrema de estos mercados pues esto nos ha llevado a descuidar otros derechos igual de importantes que tienen que ver con este sector como es la seguridad.
El transporte público urbano e interurbano es un claro ejemplo de que un liberalismo extremo nos lleva al caos y la inseguridad que ponen en riesgo el fin último de todo modelo de desarrollo que es la vida misma de las personas.

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