Archivo por meses: octubre 2012

UN COMITÉ DE VIGILANCIA EN CAYMA

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En primer lugar este señor nos comentó que en el C.H. Deán Valdivia existen 13 sectores y que cada cual tiene su junta directiva, pero además de esto existe una junta directiva de toda la zona que es él quien la preside. Existen aproximadamente 20000 habitantes. No existe un comité de vigilancia formal sino que la misma junta directiva de Deán Valdivia ejerce las funciones de vigilancia de la obra.
Todo empezó, nos cuenta el dirigente, en la gestión del ex alcalde Ulises Montes Revilla, cuando unos jóvenes periodistas que vivían en la zona hicieron gestiones e incidencia política para que Deán Valdivia pudiera ser asfaltada íntegramente. Primero tuvieron una reunión con el alcalde Ulises Montes quien les ofreció hacer las gestiones necesarias con el presidente del Gobierno Regional de Arequipa para llevar adelante la obra, aprovechando que entre ellos existía una cercana amistad. Una vez que el alcalde y el presidente regional les dieron su compromiso de realizar la obra, el primero les pidió a los dirigentes de la zona que se abstuvieran de pedir obras importantes durante tres años con el fin de realizar esta obra de gran envergadura. Los dirigentes aceptaron la propuesta.
La formulación de la obra se realizó en 3 etapas según el dirigente, primero se hizo el perfil el cual arrojó un monto de 4 millones, luego se hizo un estudio de factibilidad que arrojó un monto de 6 millones y finalmente se realizó el expediente técnico el cual dio un monto aproximado de 12 millones. La obra finalmente se inició en agosto del 2012 y tiene un periodo de ejecución de 8 meses.
Debido al monto elevado, la municipalidad no lo pudo hacer sola sino que tuvo que aliarse con el gobierno regional, fue entonces que tuvieron que dividir el expediente en dos, lo cual significó también una división de las áreas de trabajo en dos zonas, una ejecutada directamente por el gobierno regional y la otra ejecutada a través de 3 contratistas que vienen actualmente avanzando la obra. La Región administra 6.5 millones y la municipalidad de Cayma 9 millones aproximadamente.
La supervisión de la obra, dada la magnitud de esta, es supervisada por una empresa particular a través de una licitación. El dirigente nos indica que esta empresa verifica por ejemplo el tipo de material que utilizan y toman una muestra de la mezcla para llevarla al laboratorio, donde se verifica si existe una combinación adecuada entre la cantidad de cascajo, arena, cemento y agua. Pasó que una vez la empresa supervisora devolvió cascajo, arena y piedra de mala calidad a la empresa contratista, por lo que sí cumple con sus funciones.
El dirigente también nos indica que los ingenieros y obreros de la obra casi siempre acceden a sus reclamos, por ejemplo, cuando sugirieron aumentar el cemento para espesar la obra y accedieron a su reclamo, o cuando pidieron que en las bermas y veredas no se utilizaran graderías muy altas para que los ancianos y discapacitados pudieran tener un mejor acceso a ellas.
Otro dato interesante fue que hace poco se dieron cuenta de una calle en la cual se debía asfaltar según el expediente técnico pero que ya estaba asfaltada, entonces se solicitó que el monto destinado a esta parte pasara a otra calle que no había sido considerada en el proyecto, a lo cual se accedió. Sin embargo, aún quedan algunas calles del C.H. Deán Valdivia por asfaltar por lo que se presentó en el último presupuesto participativo la propuesta la cual fue priorizada y esperan que pueda concluirse.

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APUNTES SOBRE CAPITAL SOCIAL

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En base al debate que hicimos en clase podemos tener una idea de lo que trata el capital social a pesar de que no hay aún un concepto que tenga amplia aceptación entre los autores estudiados. Así, podemos decir que capital social se refiere a una serie de valores y costumbres que favorecen una acción conjunta en beneficio del grupo en el cual surge. Estas relaciones sociales se manifiestan de muchas formas como por ejemplo, la confianza, la reciprocidad, el civismo, las redes sociales o las normas.
Una característica importante del capital social en un grupo o en una sociedad en general es que permite un mayor grado de cooperación entre sus miembros y un mayor logro de objetivos conjuntos. Así también, el cumplimiento de las normas y la aplicación de las sanciones crean una mayor legitimidad e institucionalidad en el grupo social lo cual impide el conflicto social y hace que las acciones se lleven a cabo y los objetivos se cumplan con mayor celeridad. Si comparamos un grupo social en el cual existe un fuerte capital social con otro en el cual éste se manifiesta muy débilmente, podríamos notar que en este último las decisiones se toman lentamente, o se hacen por imposición, autoritariamente, habría poca probabilidad de que existan normas y si aún así se diera el caso, sus miembros no acatarían las normas porque no confiarían en estas ni en su líder. Todo esto llevaría al surgimiento de muchos conflictos lo cual impediría el objetivo del bienestar común y tarde o temprano el grupo llegaría a desintegrarse.
En clase también se habló de que el capital social es muy pobre en nuestro país y que existen algunas islas de capital social, en referencia a algunos grupos sociales muy sólidos en su organización y funcionamiento por efectos de un rico capital social interno. Pero lo que generalmente tenemos, son organizaciones sociales muy débiles que lógicamente no desarrollaron adecuadamente su capital social. En estos organizaciones, si bien es cierto que existen intereses comunes que forman una acción conjunta y que se ven favorecidos por las redes sociales que se obtienen; la confianza que surge es momentánea y los acuerdos que se toman son débiles, además el hecho de vivir al margen de las normas más ampliamente aceptadas como son las leyes, hace que estos grupos se desintegren rápidamente, salvo algunas excepciones.
Esto también se da debido al individualismo y egoísmo que predomina en nuestra sociedad, lo que hace que nos preocupemos sólo en el interés personal o en los intereses de nuestro círculo social más cercano siendo indiferentes a los problemas de nuestro entorno local, nacional y mundial. El individualismo frena la cooperación, echa abajo la confianza entre los ciudadanos e impide el desarrollo de un compromiso cívico en nuestra sociedad y en cambio uno fuerte en los grupos pequeños. Esto favorece a que se desarrollen más rápidamente la corrupción, las mafias, el pandillaje, el terrorismo y otras lacras sociales. De ahí que en el país también debamos atender el débil capital social que tenemos comprometiéndonos a crear confianza cumpliendo nuestras promesas y siendo más honestos, fomentar la participación ciudadana, respetar las normas y por último creando un auténtico sentimiento nacional con aquellas cosas que nos unen realmente como pueden ser la gastronomía, el arte o el deporte.

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