SEGURIDAD VIAL EN ENTORNOS ESCOLARES

AUTORES: Johanna Arangüena, Igor Figueroa, Sergio Velasco & Kaori Albiño

1.-INTRODUCCIÓN:

1.1 Panorama global sobre seguridad vial y urbanización

La seguridad vial es una problemática que ha ido cobrando relevancia en los últimos años, especialmente en un mundo cada vez más urbanizado. El crecimiento acelerado de las ciudades ha generado un incremento en el tránsito vehicular y, con ello, un mayor riesgo para peatones, ciclistas y motociclistas. Según registros de la Organización Mundial de la Salud, publicados en el Plan Mundial para el Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2021–2030, cada año fallecen aproximadamente 1,3 millones de personas a causa de accidentes de tránsito, y 50 millones sufren lesiones de diversa gravedad (2021). A pesar de los avances en infraestructura y tecnología, estos siniestros continúan siendo una de las principales causas de muerte entre niños, niñas y adolescentes, lo que representa un reto significativo para las políticas públicas de movilidad y planificación urbana.

1.2 Importancia específica de los entornos escolares y la vulnerabilidad infantil

En este contexto,  la seguridad vial en entornos escolares se posiciona como una prioridad. Por su edad y nivel de desarrollo, los escolares presentan mayores dificultades para identificar situaciones de riesgo, lo que los hace especialmente propensos a sufrir incidentes viales en sus desplazamientos cotidianos. A esto se suma la falta de señalización adecuada, la congestión vehicular durante los horarios de ingreso y salida escolar, y la limitada presencia de medidas de control o acompañamiento, factores que incrementan su nivel de exposición. Fortalecer la seguridad en estos espacios no solo contribuye a proteger la integridad de los estudiantes, sino que también garantiza su derecho a acceder a la educación en condiciones seguras y equitativas.

Este artículo tiene como objetivo presentar la situación actual de la seguridad vial en el Perú y evaluar los casos de éxito de otros países. La estructura del trabajo se organiza en 3 secciones: en primer lugar, se describen los factores de riesgo más frecuentes en los entornos escolares; en segundo lugar, se presentan las buenas prácticas y los casos de éxito en otros países; y finalmente, se evalúa el caso peruano y se presentan acciones orientadas a la mejora sostenible de la seguridad vial en espacios educativos.

2. FACTORES DE RIESGO EN ZONAS ESCOLARES

Entre enero de 2021 y enero de 2024, según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial(ONSV), se registraron 645 siniestros de tránsito en zonas cercanas a los colegios. Estos accidentes generaron la muerte de 683 personas y 192 personas con lesiones.

Fuente: Siniestralidad Vial e Infraestructura Segura en Entornos Escolares(2024).

2.1 Infraestructura deficiente(factor vial): veredas angostas, falta de señalización, cruces peligrosos

Según la evaluación de la infraestructura vial realizada, por el Observatorio Nacional de Seguridad Vial(2015),  en zonas escolares, se ha determinado que las condiciones de seguridad vial no se han implementado de manera integral. 

En la publicación del Ministerio de Transporte y Comunicaciones “Siniestralidad Vial e Infraestructura Segura en Entornos Escolares” (2024), se determinó que la mayoría de zonas escolares carecen de señales de reductores de velocidad, señal de velocidad R-30 (30km/h), señales de zona escolar, líneas de borde de calzada, líneas de parada y carriles, cruceros peatonales y reductores de velocidad. Estos factores contribuyen con el desorden y la generación de accidentes en estas zonas.

 

2.2 Comportamiento de actores viales(factor humano): exceso de velocidad, mala conducta de peatones y conductores.

Según un artículo publicado por Ingenieros Civiles.es y el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas de España en 2022, los riesgos asociados al factor humano son la velocidad, distracciones(celular), medicamentos, cansancio, sueño, alcohol, drogas y problemas de salud física y mental. Sumado a estos factores, es fundamental brindar educación vial como parte de la currícula en las instituciones educativas, así como también talleres para informar y educar a los conductores respecto de los peligros de la carretera.

Larry Ampuero Degola(representante SUTRAN) indicó que el 85% de los siniestros viales tienen como principal causa el factor humano, errores que los propios conductores cometen.(Infobae, 2024). 

2.3 Condiciones del entorno(factor del entorno): horarios críticos, poca fiscalización, obstáculos visuales

Los horarios críticos donde hay alto flujo vehicular alrededor de las instituciones educativas, es a la hora de entrada y salida. Ello, sumado a la poca fiscalización y la existencia de obstáculos visuales(señalización, carteles informativos, propaganda, etc.), genera que la exposición de toda la comunidad educativa se incremente en esta situación(Ministerio de Educación del Perú, 2024).

 Fuente: Siniestralidad Vial e Infraestructura Segura en Entornos Escolares(2024).

3. BUENAS PRÁCTICAS Y CASOS DE ÉXITO

Diversos países han implementado estrategias exitosas para mejorar la seguridad vial en entornos escolares, con resultados significativos en la reducción de accidentes y en la percepción de seguridad. Estos casos ofrecen aprendizajes valiosos que pueden ser adaptados a la realidad peruana.

Un ejemplo destacado es el programa “School Streets” en el Reino Unido, que restringe el acceso vehicular en calles escolares durante los horarios de entrada y salida. De acuerdo con Transport for London (TfL), esta medida ha logrado reducir hasta en un 81% el tráfico motorizado en las zonas intervenidas y ha contribuido a una disminución del 43% en colisiones en estos entornos, además de fomentar el uso de medios de transporte sostenibles como la bicicleta o la caminata (Transport for London, 2022).

En Países Bajos, la implementación del concepto de “zonas 30”, acompañado de infraestructura calmada —como lomos de burro, chicanas, señalización clara y mobiliario urbano— ha sido clave para consolidar uno de los sistemas de seguridad vial más eficientes del mundo para la infancia. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 2015), esta estrategia ha contribuido significativamente a que Países Bajos tenga una de las tasas de mortalidad infantil por siniestros viales más bajas de Europa.

En América Latina, Bogotá (Colombia) ha llevado a cabo el programa “Entornos Escolares Seguros”, que incluye intervenciones urbanas tácticas, señalización horizontal y vertical, presencia de personal educativo en la vía y formación de “patrullas escolares”. De acuerdo con la Secretaría de Movilidad de Bogotá (2021), este programa logró reducir hasta en un 40% los incidentes viales cerca de escuelas intervenidas.

Asimismo, en Ciudad de México, el proyecto “Camina Segura”, promovido por el Gobierno de la Ciudad y la Secretaría de Movilidad (SEMOVI), ha enfocado esfuerzos en rediseñar calles alrededor de planteles educativos con la participación de la comunidad local. Esto ha dado como resultado entornos más accesibles y seguros para la infancia, con reducciones importantes en los factores de riesgo (SEMOVI, 2021).

Las medidas más efectivas comparten ciertos elementos clave: señalización específica y visible para zonas escolares, límites de velocidad estrictos acompañados de fiscalización, presencia de personal escolar o voluntarios en horarios críticos, así como campañas de concientización dirigidas a padres, estudiantes y conductores. Además, la participación activa de la comunidad y el uso de datos para priorizar intervenciones han sido fundamentales en el éxito de estas iniciativas.

4. SITUACIÓN EN PERÚ

 

 

4.1 Diagnóstico local: datos estadísticos, políticas

En el Perú, la seguridad vial sigue presentando un desafío complejo a superar, según el boletín estadístico del Observatorio Nacional de Seguridad Vial (ONSV), en 2023 se registraron 83 897 siniestros de tránsito, con un conteo de personas fallecidos de 3 328 y más de 53 000 heridos. De esta cantidad, aproximadamente la tercera parte eran niños, niñas, adolescentes y adultos jóvenes entre 5 y 29. Además, un análisis que realizó la ONSV en enero de 2024, se documentó que, en un radio de 100 m alrededor de una I.E., considerado como un entorno inmediato según el Reglamento Nacional de Tránsito (RNT), el porcentaje de siniestros fatales escalaba al 10% del total, lo que afectó 243 970 estudiantes; y si el radio aumentaba a 500 m (que podría ser el camino a casa de un escolar), la fatalidad ascendía hasta el 50% del total de siniestros totales (ONSV, 2024)

Frente a esta situación, se han impulsado distintas políticas públicas; por ejemplo, el RNT establece un límite de velocidad de 30 km/h en las zonas escolares. Sin embargo, aún su cumplimiento es limitado, sobre todo si, según el estudio del ONSV, el 66,7% de las I.E. estudiadas ni siquiera presentan señalización. 

En respuesta a esta problemática, el MTC elaboró  la “Guía para la Implementación de Entornos Escolares Seguros” la cual propone trabajar con el enfoque denominado “Sistema Seguro”, y no solo enfocar los esfuerzos en sanciones, sino también en mejorar la infraestructura y reducir riesgos desde el diseño. Pese a estos avances, queda claro que la necesidad de fortalecer acciones en los entornos escolares sigue siendo urgente.

4.2 Implementación sostenible: participación de autoridades, comunidad educativa y sociedad civil

Ante estos estudios, han surgido propuestas e iniciativa para contrarrestar esta situación y es fundamental articular a las autoridades nacionales, regionales y locales. La Dirección de Seguridad Vial (DSV) del MTC lidera el Programa “Entornos Escolares Seguros”, incorporado en el Programa de Incentivos a la Mejora de la Gestión Municipal del MEF; a través de esta iniciativa se promueven talleres, capacitaciones, herramientas de priorización de riesgo, etc. 

La sociedad civil y el sector privado proveen visibilidad y recursos a estas campañas, el ejemplo más destacado sería la campaña “Entornos Seguros” , lanzada por el Touring y Automóvil Club del Perú, la Municipalidad de Lima y la FIA, con el propósito de reducir riesgos viales en zonas escolares de alta vulnerabilidad. 

Sumado a lo anterior, el MTC, en alianza con la Mancomunidad Municipal Lima Este, lanzó la campaña “Perú, conduce seguro” con el objetivo de prevenir muertes y lesiones por siniestros de tránsito en distintos distritos de Lima mediante operativos multisectoriales y actividades de sensibilización en puntos críticos de alta siniestralidad

 

5. CONCLUSIONES

 

La seguridad vial en entornos escolares es un problema urgente y multidimensional que requiere una respuesta articulada entre el Estado, la comunidad educativa y la sociedad civil. Los factores de riesgo como la infraestructura deficiente, el comportamiento imprudente de conductores y peatones, y las condiciones del entorno urbano continúan exponiendo a niños, niñas y adolescentes a situaciones de alto peligro en su trayecto diario a las instituciones educativas. En el Perú, si bien se han registrado avances normativos y campañas de concientización, persisten serias brechas en la implementación efectiva de medidas de protección, especialmente en zonas de alta vulnerabilidad.

La experiencia internacional demuestra que una intervención integral, sostenida en el tiempo y con enfoque territorial puede transformar de manera significativa la seguridad vial en espacios escolares. Casos como los de Bogotá, Londres y Ámsterdam evidencian que la combinación de infraestructura adecuada, regulación estricta, educación vial y participación ciudadana puede reducir drásticamente los incidentes de tránsito y mejorar la percepción de seguridad.

Para replicar estos logros en el contexto peruano, es fundamental apostar por un enfoque de “Sistema Seguro”, que no se limite a sancionar, sino que enfoque en la prevención. Esto implica planificar con criterios de seguridad, promover una cultura vial inclusiva desde la infancia, fiscalizar con firmeza y priorizar las zonas escolares en las políticas públicas de movilidad. Solo así será posible garantizar que el camino a la escuela no represente un riesgo, sino una oportunidad para ejercer plenamente el derecho a la educación en condiciones seguras y dignas.

6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

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