Es curioso como los engaños crecer en apoyo con la tecnología actual. Y además esta es mucho más efectiva cuando existe un mayor número de usuario que usan de ella y desconocen sus peligros.

El caso que presentaré es común en provincias, y con el uso de una interfaz -un celular-, la lista de varios usuarios y varios mensajes a los mismos.

La noticia lo pueden encontrar en el diario Correo de Huancayo.

Me encargaré de hacer las reflexiones del mismo.

Para empezar, de este el grupo de usuarios existe un buen número que se siente atraído por “algún premio”.

Segundo, cree inocentemente que es la suerte la que esta de su parte y no desconfía. Podrían preguntar a la empresa de Telefonía -Claro, Nextel o Teléfonica-, si existe alguna campaña y si es el caso si es uno de los “premiados”.

Tercero al responder a dicho número, el del mensaje, podría indagar los requisitos del mismo. Es claro, que al solicitarte la clave secreta de una tarjeta … es poco probable que te regalen un premio.

Y para finalizar, que hacer en estos casos: denunciarlo para que otros conozcan de estos mecanismos de engaño. Y bueno, “esperar” que las personas dejen de ser ingenuas.

Variante:

La otra variante, es utilizar el mismo truco en cuestión pero por vía telefónica. El caso que conozco utilizo además la característica de “apurar al cliente” diciendole que en treinta minutos volvería a llamar para solicitar la clave.

Una que ocurre pero es en el exterior (pincha en la imagen para leer el contenido):