25 AÑOS DEL ATENTADO DE TARATA

 

Cuando veo hablar irresponsablemente a un Congresista de la Republica llamar presos políticos a terroristas calificados y de gran ferocidad, siento tristeza… ¿Es que la vida de nuestros hermanos en manos de estos asesinos no merecen ningún respeto?

Gianna

Fue en un 16 de julio de 1992  cuando el sereno distrito de Miraflores, se tiño de sangre  quizás  fue el más feroz que Lima sufrió en los 12 años de terrorismo.  Previamente en el mismo año   entre enero y julio, los delincuentes del terror hicieron estallar 37 carros-bomba en la capital.   

           En la segunda cuadra del jirón Tarata, en Miraflores, explosionó un automóvil cargado con 400 kilos de año y dinamita; el segundo coche-bomba lo hizo en la esquina de Tarata y Alcanfores.        

El jueves 16 de julio se sucedieron otras explosiones en distintos lugares de la ciudad. Las noticias se multiplicaban, y señalaban que en Villa María del Triunfo una torre de alta tensión fue derribada por un comando terrorista. El hecho ocurrió en el asentamiento humano Nueva Esperanza, donde hubo tiroteos contra la comisaría del sector. Tan solo  a una cuadra del puesto policial, de Villa Maria del Triunfo, los terroristas  dejaron una camioneta con otros 400 kilos del mismo material explosivo que el de Tarata, ANFO, Pero ese coche bomba fue desea activado en forma exitosa. Tarata costó la vida a 25 personas, e hirió a 155 vecinos más. Trescientas sesenta viviendas fueron afectadas. En este  atentado perdió la vida Pedro l hijo del Dr. Oscar Cava, casi un padre  para mí. Un hombre de profunda fe  y servidor cercano de la Iglesia. Dos meses después, con Abimael Guzmán capturado, Oswaldo Cava Gárrate, quien perdió un hijo en el atentado de Tarata, fue la imagen de la llamada Marcha por la Paz y la Vida en la que vecinos de Miraflores demostraron su satisfacción por la captura del líder terrorista.

Oswaldo Cava se convirtió en la imagen de la protesta contra el terror y empezó a recibir amenazas de muerte. Los terroristas le temían porque lo consideraban un ideólogo de la paz. Pese a todo el dolor que produjo la pérdida de su hijo, Cava Gárrate nunca estuvo de acuerdo con la pena de muerte.

25 años ya, y aun hay personas que defienden el terror, 25 años y hay partidos políticos que se sienten los únicos capaces de proteger el país de la subversión.

Los jóvenes ya no son los de antes. Ni tan idiotas para seguir como corderitos a un nuevo Abismal Guzman, ni tan ciegos para creer que Fujimori fue el Mesías.

Un detalle importante, es realmente alarmante  la cantidad de víctimas civiles entre 1990 a 1992, la respuesta a esto es que el mismo Alberto Fujimori causo este fenómeno al aplicar como política contrasubversiva del estado peruano la Guerra de Baja Intensidad o GBI….bueno eso se los explicare en otro Blog…Dara luces al tema

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