Ayer 31 de octubre de 2010 Brasil eligió como nueva presidenta a la economista y ex guerrillera Dilma Rousseff, con el 57% de los votos. Actualmente Brasil es la octava economía del mundo con 1.8 billones de dólares de PIB. ¿Qué dirán ante esto Aldito Mariategui, PPK, Jaime de Althaus, Lourdes Flores, Alan García y toda la derecha cavernaria del Perú?

Quién es Dilma Rousseff

Rousseff tiene 62 años, estudió economía en la Universidad Federal de Minas Gerais, sus estudios los alternó con su interés por la literatura, el cine y la política. El Brasil en aquellos años vivía sometido por una dictadura militar, impuesta desde 1964 y que duraría hasta 1985. En este contexto, muchos estudiantes, intelectuales y artistas comprometidos asumieron una militancia activa para librar al Brasil de la dictadura militar y la gran injusticia social reinante.

Es durante este periodo de dictadura militar que Rousseff se incorpora como militante de dos organizaciones guerrilleras: primero el Comando de Liberación Nacional y luego la Vanguardia Armada Revolucionaria Palmares. En 1970, durante el gobierno del General Medici, es arrestada en Sao Paulo y torturada durante 45 días, para luego ser condenada a seis años de prisión, es liberada tras casi tres años de rejas en 1972, al salir un militar le advierte: “Si haces algo vas a morir con la boca llena de hormigas”.

Desde inicios de la década de los 80 participó de la refundación del Partido Democrático Laborista (PDT). Tras el regreso de la democracia en 1985 ocupó la Secretaria de Hacienda del Municipio de Porto Alegre. A principios de 1991 dirigió la Fundación de Economía y Estadística (lo que en Perú sería el INEI), 1993 asume la Secretaría de Minas, Energía y Comunicación de Río Grande do Sul. En 2001 se afilia al PT y participa en el Equipo de Gobierno de Lula da Silva, quien la nombra Ministra de Minas y Energía y Presidenta de la compañía estatal de petróleo, PETROBRAS, una de las más grandes del mundo.

Quienes la acompañan en la coalición electoral

Nos preguntamos, ¿qué dirán los intolerantes “líderes” de la derecha cavernaria y sus medios de comunicación a sueldo en el Perú, que acusan a todos los que no piensan como ellos de ser radicales violentistas e incluso terroristas, ante los resultados electorales en Brasil?

En el Perú los medios de comunicación son la caja de resonancia de los sectores más conservadores de la política de derecha, quienes quieren perpetuar el modelo económico peruano para seguir con sus beneficios extraordinarios. Hay que recordar que la economía peruana, es verdad, crece a ritmos interesantes, pero este crecimiento económico ha reflejado ser insuficiente para combatir la pobreza, la desigualdad y la injusticia social.

En un país como el Perú, donde todo lo que se asocie con izquierda, socialismo o, peor aún, comunismo es atacado sin intentar hacer el mínimo análisis de las propuestas o los programas, donde la prensa en lugar de “intentar” hacer una presentación equilibrada, no vamos a decir objetiva, de los hechos y los diferentes puntos de vista, simplemente se avocan a atacar grosera y violentamente todo aquello que sus patrones les señalan.

La elección de Dilma Roussef en el Brasil, no es merito solamente de un partido, fue resultado de un proceso de unidad. Para estas elecciones presidenciales la coalición electoral vencedora estuvo formada por los siguientes partidos: el Partido de los Trabajadores – PT, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño – PMDB, el Partido Comunista do Brasil – PCdB, Partido Socialista Brasileño – PSB, Partido Democrático Laborista – PDT, Partido Social Cristiano – PSC, Partido de la República – PR, Partido Republicano Brasileño – PRB, entre otros.

Se imaginan, ¿qué dirían los sectores reaccionarios de la derecha cavernaria y chicha en el Perú?, si partidos con nombres semejantes se presentaran a las elecciones en el país; ¿qué diría Alan García, Luis Castañeda, Lourdes Flores, Alejandro Toledo, entre otros “políticos”?, seguramente dirían, como lo han dicho, que no hay que votar por partidos que representan un retroceso; ¿Qué dirían, y qué titulares presentarían periodistas como Jaime de Althaus, Aldo Mariategui, Mariela Balbi, Guillermo Thorndike, entre otros?, tal vez dirían, lo que ya dijeron durante las últimas elecciones municipales en Lima, “que son rojos, grupos violentistas, radicales, que representan el pasado” y “quienes votan por ellos son retrasados mentales” y presentarían titulares mentirosos y maliciosamente tendenciosos para atacarlos.

En fin, se puede seguir enumerando muchos otros ejemplos de lo que pasa en nuestro país cuando se presentan alternativas diferentes, que cuestionan el modelo de crecimiento actual, un modelo, como ya se dijo, que reafirma la desigualdad y la injusticia social.

Lecciones para el Perú

Ahora que se acercan las elecciones en el Perú y todos los grupos políticos, no digo partidos, comienzan a reunirse y discutir las posibles alianzas electorales y cuotas de poder. Hay algunas “lecciones” que podemos extraer del caso brasilero, yo creo que sí. En realidad no son nuevas, pero es importante recordarlas, quienes creemos en algo diferente, en un futuro mejor, no podemos quedarnos sin abrir la boca, son necesarios los debates, el intercambio de opiniones, no creo en los iluminados que vendrán a revelarnos la verdad y traernos la salvación.

Primero, no debemos temer a las bravuconadas de la derecha retrograda, es necesario construir una alternativa de UNIDAD basada en la inclusión de los diferentes sectores y actores políticos progresistas, “Somos todavía pocos para dividirnos. No hagamos cuestión de etiquetas ni de títulos.”, como ya lo decía JCM. Los purismos ideológicos no existen, es necesario estar abiertos a la discusión al intercambio de puntos de vista. Las alianzas y uniones no se van a conseguir creyendo que tenemos la razón, sino por el contrario siendo críticos, teniendo los ojos y oídos bien abiertos a los que discrepan, a los que disienten, los que ven las cosas diferente. Alianzas políticas y no electorales, no uniones que se desarman después del objetivo electoral, recordar que las elecciones no son un fin en sí mismo.

Segundo, en el plano de las ideas, es necesario “terminar con el pacto infame de hablar a media voz”. Las ideas, las convicciones deben ser defendidas, no debemos avergonzarnos por pensar diferente, por el qué dirán, hay que decir las cosas con claridad, hay que afirmarse en conceptos e ideas, debemos recuperar los sueños e ideales de las mayorías, tenemos que construir la consciencia de las mayorías, que hoy por hoy, intentan ser manipuladas por los medios de comunicación y los políticos retrógrados. Las alianzas políticas no deben estar cimentadas en intereses particulares o de corto plazo, deben sostenerse en ideas y programas, para tener unidad de respuesta y acción.

Tercero, es necesario contar con unidad en planes y programas, contar con una visión del país que queremos, una visión optimista y realista de lo que se quiere, en esta tarea es necesario incorporar a todos aquellos que estén dispuestos a sumar, son necesarios los intelectuales, los técnicos para poder viabilizar las propuestas, se debe dar un salto de la declaración hacia la construcción. Las personas hacen los planes y programas, las personas son importantes, los planes en abstracto no son suficientes, los planes y programas son implementados por las personas. Los planes y programas no están alejados de la ética personal, por el contrario debemos reafirmar y desarrollar la ética progresista, una ética nueva. Finalmente, ser modernos no significa renunciar a los principios, ser de izquierda significa también ser eficientes y ser eficaces en la solución de los problemas de las mayorías.

Recordemos al Amauta cuando decía: “Las masas reclaman la unidad. Las masas quieren fe. Y, por eso, su alma rechaza la voz corrosiva, disolvente y pesimista de los que niegan y de los que dudan, y busca la voz optimista, cordial, juvenil y fecunda de los afirman y de los que creen.”