Hace unos días desde el LUM (Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social), me invitaron a participar en el diálogo“Cómo reaccionamos ante la pandemia?: Políticas públicas y acciones para enfrentarla”. El objetivo fue conversar sobre cómo el Estado ha reaccionado frente a la emergencia sanitaria y cuáles son las políticas públicas que se vienen gestando y aquellas que se deberían implementar para enfrentar la pandemia desde el sector salud, educación y mujer; sectores que se han visto fuertemente impactados por esta.
Con gusto acepté la invitación, el mismo que se llevó a cabo el martes 26 de mayo, con la participación de César Cárcamo, médico que forma parte del grupo epidemiológico del MINSA y Lea Sulmon del Consejo Nacional de Educación. Además, Manuel Burga, director del LUM, participó como moderador.
Mi intervención se basó en tres esferas que considero son las que tienen un mayor impacto en la vida de las mujeres en el contexto de la COVID-19: La precarización del empleo, la carga del cuidado y la violencia contra ellas, presentando en cada caso datos del INEI sobre la situación previa que enfrentaban las mujeres peruanas, la respuesta del gobierno, para finalmente plantear algunas oportunidades y desafíos.
A partir del diálogo surgieron algunas preguntas que se pudieron abordar y otras que se quedan abiertas para el debate. Así, por ejemplo, frente a la pregunta ¿es posible materializar políticas públicas con enfoque de género dentro de un contexto de pandemia?, nosotros creemos que sí. Ello sin duda lo demuestran algunas decisiones como la de otorgar el bono 380 para que sea cobrado por mujeres, -dada la evidencia que en la mayoría de casos son las mujeres las que invierten en mayor proporción sus ingresos en beneficio de la familia-, o la que autoriza la entrega de métodos anticonceptivos de manera adelantada por 3 o 6 meses –dado el riesgo de embarazos no planificados por parte de mujeres en edad reproductiva-, entre otras que se pueden mencionar.
Sin embargo, una pregunta de mayor complejidad fue: ¿Cómo lograr que estas reduzcan de forma efectiva las brechas de desigualdad existentes entre hombres y mujeres, y proteger a las mujeres y niñas en situación más vulnerable? Sin duda, uno de los riesgos de la crisis provocada por la pandemia es la profundización de desigualdades por la carga del cuidado que en gran medida aún está sobre los hombros de las mujeres. Y esto justamente en conexión con los temas del conversatorio: la salud y el cuidado de personas enfermas con COVID-19 y otras; la educación y el necesario acompañamiento a niños, niñas y adolescentes en edad escolar, en tanto las escuelas permanezcan cerradas; además del riesgo de violencia física y sexual al interior de las familias, acrecentado con la cuarentena.
Justamente las propuestas que presentamos guardan relación con esto, pues abordan algunas acciones que pueden tomar el gobierno nacional o los gobiernos regionales para disminuir la vulnerabilidad de niñas y mujeres en esta coyuntura.
Aquí el link para quienes puedan estar interesad@s en profundizar el debate.