La libertad de expresión es un derecho básico en todas las sociedades democráticas; sin embargo, en América Latina nos ha tomado mucho tiempo gozar de este derecho sin temer por nuestras vidas o integridad. El Sistema Interamericano ha desarrollado importantes estándares que los Estados deben respetar y ha reconocido que la libertad de expresión como todo derecho, tiene límites. Uno de ellos es el discurso de odio, es decir, cuando a través de diferentes formas de expresión se busca generar violencia contra grupos discriminados de la sociedad.
Los discursos de odio buscan deshumanizar a grupos de la sociedad civil, como las feministas o defensores de la diversidad sexual, estigmatizándolos bajo etiquetas como las de la “ideología de género”. ¿Cuál es la responsabilidad de los Estados frente a ello?, ¿cuál la de los medios de comunicación?, ¿debemos apostar por la regulación o la autorregulación?, ¿cómo responder a estas interrogantes en un tiempo de explosión de redes sociales que pueden ser tan o más virulentas que los medios tradicionales?
Para reflexionar sobre todo ello, nos reunimos en Lima un grupo de comunicador@s, abogad@s y activistas en un intercambio que se nutre de las experiencias y propuestas de diferentes países de la región, permitiéndonos conocer nuevos abordajes e iniciativas frente a los discursos contra el género, así como frente a los embates y dilemas respecto a la libertad de expresión. Este seminario fue organizado por Clacai, O’Neill Institute for National & Global Health Law / Georgetown University y Universidad Tecnológica del Perú.
Al respecto, comparto la nota de un medio local que da cuenta de nuestra participación, junto con la de otras personas especialistas de América Latina: https://peru21.pe/lima/discursos-de-odio-contra-grupos-vulnerables-estan-alineados-con-los-discursos-machistas-noticia/?ref=p21r