UNA VEZ ME ATROPELLARON
Por ese tiempo, yo estaba enajenado por un sentimiento recíproco – eso creo – muy abstraído en una relación que tenía futuro en mi fatigosa imaginación, pero me sobrevino la aciaga noticia un día: “…Lo nuestro no va a poder seguir…”, y se marchó. Siendo aproximadamente las ocho con veinte minutos de la noche, me