La primera dama, Nadine Heredia,  no solo es la segunda dirigente más importante del nacionalismo, también ha demostrado que tiene participación en la gobernabilidad del país mediante un co-gobierno con su esposo y presidente, Ollanta Humala. Sin embargo, debido a que no existen reglas claras sobre la participación política de la Primera Dama, entonces esta función es usada por las esposas de los mandatarios según el perfil de cada una.

Por ejemplo, Violeta Correa, esposa de Fernando Belaúnde; Pilar Nores,  esposa  (durante la presidencia) de Alan García y Keyko Fujimori, hija de Alberto Fujimori, que ocuparon el “cargo” de Primera Dama, lo hicieron con un perfil político bajo y se mantuvieron detrás de la figura del Presidente, desempeñando una función social por medio de los programas de asistencialismo.

La participación de la Primera Dama de igual a igual en asuntos políticos en una modalidad de co-gobierno con el Presidente de la República lo inició la esposa del ex presidente Alejandro Toledo, Eline Karp, quien al igual que Nadine se mostraba como lideresa al costado del Presidente, haciendo notar que existe un co-gobernante. Esta presencia sobre expuesta de Eliane Karp le quitaba el protagonismo a Toledo en reiteradas ocasiones, pero no tanto como lo hace la esposa del presidente Ollanta Humala, Nadine Heredia.

La actual primera dama ha usado hábilmente la poca información existente en la Constitución Política sobre la labor de la esposa del Presidente para tener una presencia más activa no solo en las presentaciones del Presidente sino también en decisiones de Estado, como lo dijo Ollanta Humala “Así trabajamos nosotros, trabajamos de la mano con Nadine”. Esta aclaración no ha hecho más que confirmar lo que a todas luces ya se sabía y ha reforzado las críticas de los opositores del gobierno que piden que Ollanta lidere él solo las políticas de Estado, pues un co-gobierno debilita la democracia del país.

Asimismo, la confirmación que existe un co-gobierno ha revivido el fantasma de la reelección conyugal que a saltado nuevamente al tapete político, ya que el anuncio no hace más que lanzar una posible candidatura presidencial de Nadine Heredia en las elecciones de 2016, a pesar de que Ollanta Humala en reiteradas ocasiones ha mencionado que tal figura no existe para el 2016, pero no descarta la idea para el 2021.

Finalmente, para que la participación en política de la primera dama sea permitida legalmente deben replantearse las funciones de la misma, ya que no está mal que la esposa del presidente se involucre en la co-gobernabilidad del país. Sin embargo, la poca información y los vacíos o ambigüedades que existen pueden ser aprovechados para tener beneficios personales o a favor de grupos minoritarios que usan la popularidad para sacar provecho del poder o mucho menos para violar la Ley. En ese sentido, la actualización de las funciones de la primera dama dará estabilidad y confianza a la democracia del país.

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