Publicado en el periódico Puntoedu el 26 de mayo del 2008, edición 112.

La frase del título podría, fácilmente, resumir el problema que existe al recolectar libros y donarlos a pueblos donde las personas no entienden ni retienen lo que leen.

Desde la eclosión de los tiempos modernos, personas, sociedades, organizaciones, instituciones y Estados enteros han invertido tiempo y dinero para menoscabar las raíces del analfabetismo.

En los países latinoamericanos, taxativamente en el nuestro, el problema se yuxtapone con el de una alfabetización ineficaz; es decir, muchos pueblos aprenden, finalmente, a leer y a escribir; pero aun no a comprender, ni mucho menos a retener lo leído: viven un momento quimérico o acotado.

Ese intersticio entre los “cultos” que no entienden lo que leen e “incultos” se está reduciendo en sus dimensiones, a tal punto que ni los textos educativos ni las enciclopedias ilustradas pueden corregirlo sin la guía adecuada. Ante la falta de docentes capacitados, he aquí la necesidad de fortalecer la recolección de diccionarios, por encima de cualquier otro libro, para facilitar el acceso a todos los que vengan después. Pues, los textos y enciclopedias, por ser de uso universal, tienen palabras difíciles de entender, como nombres científicos o simplemente sinónimos que no muchos usan (usamos) en su (nuestro) departir diario.

Por ello, por medio de PuntoEdu, quiero instar a la Universidad, como parte de la responsabilidad social que difunde, a realizar una campaña de recolección, únicamente, de diccionarios. Así, contribuiremos de modo más efectivo para que personas de nuestro Perú profundo –y otras de nuestra Lima desamparada– se libren de esas huesas sempiternas: que son el analfabetismo y la falta de comprensión lectora. Y, de ese modo, progresivamente, aceleraremos la elisión de estos problemas que afectan a todo el Perú.

Para concluir, ¿cuántas palabras anfibológicas, o que no conoces, buscarías en tu diccionario para entender, en su totalidad, este texto? Más de una, ¿verdad?
Ahora bien, pregúntate, ¿cuántas personas del interior del Perú –adonde van, en su mayoría, los libros recolectados– podrían entender este texto sin la ayuda de un diccionario? Muchas, ¿verdad?

Recuerda que la alfabetización y comprensión lectora son como Defensa Civil: tarea de todos.

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