Apuntes sobre el entrelazamiento cuántico: entre la ciencia y la ficción
Introducción
Albert Einstein se consolidó en la primera mitad del siglo XX como el padre de la física clásica. Su importante fama se correspondía con sus diversos aportes en dicha área. Técnicamente, había resuelto muchos aspectos problemáticos dentro de esta área en relativamente un lapso corto de tiempo. Pero como sucede con las buenas ideas, estas producen más ideas nuevas. Una de ellas, hija de los alcances de Einstein y de la fuerte actividad intelectual en esta época, fue la mecánica cuántica. Sin embargo, esta abordaba los fenómenos de nivel subatómico y este es un terreno para la indeterminación en el estudio de fenómenos que el paradigma anterior explicaba y predecía sin problemas. Era el terreno de las probabilidades y las tendencias, y no del cálculo exacto. Una de las grandes diferencias, por ejemplo, es que los objetos cuánticos no tienen propiedades fijas, en contraposición a los clásicos. Un electrón, según el denominado Principio de Indeterminación de Werner Heisenberg, puede tener una posición bien definida, pero esto hace que su velocidad no lo esté o al revés. Las propiedades del electrón no están siempre definidas, sino que viven en el mundo de las posibilidades. Einstein se volvió, por esta y otras razones, un opositor del nuevo paradigma. Uno de los fenómenos que Einstein utilizó para poner en jaque al nuevo modelo era la idea de que dos partículas, pertenecientes a un mismo sistema cuántico debían comportarse de manera similar sin estar necesariamente en un mismo lugar. Esto iba en contra del sentido común al considerar que un fenómeno no debía estar cerca a otro para ser parte de un mismo sistema: se rompía el Principio de localidad. Además, suponía que este comportamiento era inmediato y que la transmisión de información, si la había, sobrepasaba el límite de la velocidad de la luz. La sorna por parte de Einstein llegó a tal punto que le llamó “acción fantasmagórica”. Al parecer, bajo esta idea de burla, había descubierto lo que hoy conocemos como entrelazamiento cuántico. Pero, entonces, ¿qué es el entrelazamiento cuántico?, ¿cómo se descubrió?, ¿qué características presenta? y ¿en qué puede sernos útil?, son preguntas que resolveremos en la siguiente nota.
Resumen
-El entrelazamiento es un fenómeno cuántico donde los estados cuánticos de dos o más objetos son descritos mediante un estado único. Este debe involucrar a todos los objetos del sistema incluso estén separados espacialmente.
-Se descubrió por dos rutas: una a modo de paradoja y la otra al describir experimentos bajos las condiciones peculiares de la mecánica cuántica.
-Su principal característica es el comportamiento de dos o más objetos con un mismo estado cuántico, pero sin estar cerca entre ellos. Es decir, como por telequinesis, dos partículas se comportan igual sea la distancia que presenten.
-Para que esta situación tenga lugar, los objetos deben compartir un mismo estado cuántico inicial y, paso siguiente, el segundo debe ser afectado. En estas circunstancias, y casi como un acto de magia, uno de los elementos se comportará igual al primero.
-Las razones que describen este comportamiento aún no son claras del todo para los investigadores. En un momento se pensó que la información de estos cuerpos pasaba de uno a otro a la velocidad de la luz. Sin embargo, no es posible pasar información a dicha velocidad porque se perdería en el camino gran parte de ella.
-Este tipo de tecnología de propiedad puede sernos útil para dos aspectos: la comunicación a grandes distancias y, aunque esté más cerca de la ciencia ficción, para la tele transportación de materiales.
Qué es el entrelazamiento cuántico
El entrelazamiento cuántico (Quantenverschränkung, originariamente en alemán) es una propiedad predicha en 1935 por Einstein, Podolsky y Rosen. Esta fue formulada como una paradoja, casi una burla, para el nuevo modelo de física que estaba en desarrollo: la mecánica cuántica. Recordemos que la mecánica cuántica es la rama de la física que estudia los sistemas atómicos y subatómicos, sus interacciones con la radiación electromagnética y otras fuerzas, en términos de cantidades observables. Para el entrelazamiento cuántico, las partículas en cuestión, inicialmente, son los fotones y los electrones. Decimos inicialmente porque, como veremos más adelante, ya se probó en objetos de mayor masa, como átomos.
Esta propiedad advierte que un conjunto de partículas entrelazadas (en inglés: entangled) no pueden definirse como partículas individuales con estados definidos, sino como un sistema con una función de onda única para todo el sistema. Con esta noción nos referimos a la forma en que se representa un estado físico de un sistema de partículas. De esta manera, si nos referimos a una función de onda única estamos indicando que los dos elementos son un mismo sistema.
Esto quiere decir, que dos partículas que han interactuado previamente se comportan de manera idéntica incluso no se mantengan en un mismo lugar. A esto hace referencia la idea de que son un sistema incluso no respeten algún principio de localidad. Más adelante explicaremos este principio con detalle. Basta entender que advierte la cercanía de elementos que conforman un sistema, al menos en sentido de la física tradicional.
El entrelazamiento es un fenómeno donde los estados cuánticos de dos o más objetos se deben describir mediante un estado único.
Para entender esto último, debemos tomar en cuenta que un estado cuántico es el estado físico que en un momento dado tiene un sistema físico. En la física clásica, al medir una magnitud física de un sistema varias veces, se obtendrá un mismo valor. Sin embargo, y acá otra diferencia entre estos modos de abordaje, en la física cuántica, en teoría, al medir una magnitud física podríamos obtener un valor diferente cada vez que se realice la medición. Por tanto, para estudiar los resultados de una medición cuántica, se recurre a una distribución de probabilidad y no a medidas exactas. En este sentido, una misma función de onda remite a que dos o más elementos tienen las mismas distribuciones de probabilidad.
En la actualidad, se suele utilizar fotones para hablar de este fenómeno. Esto por dos razones: es fácil preparar estados coherentes de dos fotones y porque es sencillo hacer razonamientos sobre un spin discreto. En estos modelos, lo que le ocurra a uno de los dos fotones influirá de forma instantánea a lo que le ocurra al otro, dado que sus distribuciones de probabilidad están indisolublemente ligadas con la dinámica de ambas.
El entrelazamiento de fotones se consigue en laboratorios usando cristales no lineales, en la imágen esto se representa por la forma de zigzag, que tienen la capacidad de convertir un pequeño porcentaje de los fotones que inciden sobre él en un par de fotones entrelazados. Esto se representa con la línea morada que cruza el sistema. En el caso del cristal de borato de bario beta (llamado habitualmente BBO) los dos fotones entrelazados tienen polarizaciones opuestas y se emiten en direcciones diferentes.
Este vínculo manifiesta correlaciones entre las propiedades físicas observables de los objetos implicados. Por ejemplo, es posible preparar dos partículas enlazadas en un solo estado cuántico, esto es, con un mismo número de spin.
Como vimos en otros informes, los estados cuánticos describen desplazamientos de las partículas en el sentido de giros. El spin o espín proporciona una medida del momento angular intrínseco de toda partícula. Estas pueden ser enteras si el spin o giro es completo. O números fraccionarios si el spin es justamente una fracción. En este caso, si dos partículas presentan espín nulo, es decir no están en un estado cuántico fijo, y se observe que una gira hacia arriba, la otra automáticamente recibirá una «señal» y se mostrará como girando hacia abajo casi por acto de magia. Acá un video para afianzar las ideas expuestas hasta acá: entrelazamiento cuántico
Cómo se descubrió
El término fue introducido por dos grupos de investigadores en 1935 por Einstein, Podolsky y Rosen y por Erwin Schrödinger. Los primeros formularon su presencia a modo de paradoja. El segundo lo presentó para describir un fenómeno de mecánica cuántica que se demuestra en los experimentos. Revisemoslo.
En primer lugar, el entrelazamiento cuántico fue en un principio planteado por sus autores Einstein, Podolsky y Rosen como un argumento contra la mecánica cuántica. Buscaban probar que las correlaciones predichas por la mecánica cuántica eran inconsistentes con el principio del realismo local. Este principio dice que cada partícula debe tener un estado bien definido, sin que sea necesario hacer referencia a otros sistemas distantes. En otras palabras, lo que suceda en un lugar con objetos implicados, no debe afectar a otros sistemas. Lo que le suceda al conjunto de elementos en la Tierra no debe verse afectado por lo que suceda en Júpiter, por ejemplo, principalmente porque son sistemas distintos.
Desde el principio, el fenómeno del entrelazamiento cuántico les pareció tan absurdo que llegaron a denominarlo “acción fantasmagórica” o “acción fantasmal”. Einstein pensó que debió haber algún error en la teoría de la mecánica cuántica, ya que según esta el realismo local no era verdadero para todos los casos. Era un resultado antiintuitivo, por decir lo menos.
En segundo lugar, y ya con la paradoja de Einstein, Podolsky y Rosen publicada y discutida, Erwin Schrödinger escribe al respecto, dejando de lado la idea de sorna y reafirmando como no solo una propiedad de la mecánica cuántica, sino como una de las propiedades más importante de la nueva física en desarrollo.
Esas fuertes correlaciones hacen que las medidas realizadas sobre un sistema parezcan estar influyendo instantáneamente en otros sistemas que están entrelazados con él, y sugieren que alguna influencia se tendría que estar propagando instantáneamente entre los sistemas, a pesar de la separación entre ellos. Sin embargo, el principal modo de propagación que sería la velocidad de la luz no cumple como un buen candidato, ya que nada material puede acercarse a este umbral de velocidad sin perder información en el camino. Dentro de todo, la mecánica cuántica desafía la lógica pero respeta la teoría de la relatividad.
Qué propiedades presenta el entrelazamiento cuántico
Las leyes de la mecánica pronostican que dos objetos pueden compartir su estado cuántico sin importar la distancia a la que se encuentren. Las propiedades medibles, como su velocidad o posición, se mantienen conectadas con las de otro objeto diferente hasta el punto de que si uno de los objetos se modifica, el otro también.
Con el tiempo se ha acabado definiendo como uno de los aspectos más peculiares de esta teoría, especialmente desde que el físico norirlandés John S. Bell dio un nuevo impulso a este campo en los años 60 gracias a un refinado análisis de las sutilezas que involucra el entrelazamiento. La propiedad matemática que subyace a la propiedad física de entrelazamiento es la llamada no separabilidad.
Además, los sistemas físicos que sufren entrelazamiento cuántico son típicamente sistemas microscópicos, según se entendía, esta propiedad se perdía en el ámbito macroscópico . Es decir que solo los objetos subatómicos podían tener estas propiedades.
Sin embargo, recientemente, un experimento ha logrado entrelazamiento en diamantes milimétricos, llevando así este fenómeno al nivel de lo macroscópico. Científicos encabezados por el físico de Oxford Ian Walmsley han conseguido relacionar y hacer vibrar a dos diamantes en el proceso de entrelazamiento cuántico.
Esta es la primera observación de este proceso a temperatura ambiente entre los fonones (cuasipartículas) de dos piezas de cristal de diamante de apenas unos pocos milímetros y separados por 15 centímetros. Estas son medidas que están por encima de la masa usual del mundo cuántico. Todo ello a una temperatura ambiente, donde lo normal es que los cambios térmicos rompan cualquier coherencia del sistema cuántico. Estos científicos han logrado un entrelazamiento cuántico durante 7 picosegundos, unidad de tiempo que equivale a la billonésima parte de un segundo. Este es un paso importante porque abre la posibilidad de experimentar con este fenómeno a escalas superiores a la atómica.
Experimentos sobre el entrelazamiento cuántico
Dos estudios más recién publicados en ‘Science’ han conseguido entrelazar objetos más grandes que una simple partícula, en concreto dos osciladores mecánicos ‘macroscópicos’ que, aunque pequeños (apenas unas 10 milésimas de milímetro de diámetro) son mucho más masivos que cualquier objeto entrelazado hasta ahora.
En los dos estudios de ‘Science’, Shlomi Kotler y Laure Mercier de Lépinay informan de la observación directa de fenómenos cuánticos a escala macroscópica y demuestran la capacidad de extender las mediciones de estados cuánticos a sistemas formados por miles de átomos individuales.
En el primero de los dos trabajos, Kotler y sus colegas presentan evidencia de entrelazamiento cuántico utilizando un par de membranas vibratorias a macroescala. Aunque aparentemente son diminutas son mucho más masivas que cualquier objeto previamente entrelazado en otros experimentos.
Por su parte, Mercier de Lépinay y su equipo utilizaron osciladores mecánicos macroscópicos similares para mostrar cómo es posible medir el entrelazamiento sin perturbar el momento mecánico cuántico.
Los impresionantes resultados de ambos trabajos demuestran sin lugar a dudas que el entrelazamiento cuántico ha conseguido abandonar el reino microscópico y pasar a un realidad macroscópica. El logro no solo abre las puertas a nuevos tipos de tecnologías cuánticas como veremos más adelante, sino que también permitirá nuevos estudios de física fundamental, entre ellos la aún poco comprendida relación entre la gravedad y la mecánica cuántica.
Para qué puede sernos útil
Existen dos áreas donde puede aplicarse esta propiedad: los sistemas de comunicación a grandes distancias y la teletransportación. Por un lado, si ya hemos advertido que la incidencia sobre un elemento cuántico repercute en el otro elemento aunque no se encuentren a una distancia que respete el principio de localidad, es posible pensar sistemas que, a grandes distancias puedan procesar información por esta acción. Es decir, si por ejemplo, incidimos en una partícula con información, la otra partícula reacciona de manera inversa. Esto podrá ser deducido por una computadora que procesa la información y reconstruye el mensaje correcto. Esta idea proviene de la denominada computación cuántica. Esta área desarrolla todos los posibles caminos de introducir el procesamiento cuántico en áreas clásicas. En términos operacionales, busca destronar la idea de un procesamiento binario de unos y ceros por uno de estado cuántico donde los unos y ceros pueden coexistir sin problemas.
Por otro lado, en un artículo publicado en PRX Quantum, el equipo presenta por primera vez una demostración de una teletransportación sostenida y de larga distancia de qubits hechos de fotones (partículas de luz) con una fidelidad superior al 90%. Los qubits, partículas de información binario pero simultáneo, fueron teletransportados a través de una red de fibra óptica de 44 kilómetros de largo usando detectores de fotón único de última generación, así como equipos listos para usar.




















