En donde estoy,
Ya no existe el reloj
Solo arena y un Dios
que podría descubrirnos
e inventarnos más tristezas.
Pocas palabras obran
en nuestro merecer,
pero harè que beban
sangre de tus venas.
porque
todo intento de creación
lleva innato el respeto.
algunas tibiezas y soledades
se empeñan en hacer
de un todo, nada.
Ahora que nada puedo
sino escapar
de mis sonidos