Deja las seis de la tarde
al parque calmo,
gotitas de paz,
el tierno ramaje.
Aprende a crecer,
el hombre,
que es uno y así mismo,
como un corazón a otro corazón.
Ya que plagiabas,
eres plagiado
porque en tu plagio creo
como la yerba que sale del aire
y en el juego de las nubes
cuando yo te miraba.