Adormitado en las mañanas expando mis cansinos dedos
hacia tus mares de atlántico.
Y en esa calma puedo hablarte sin que tú lo prohíbas,
acercarme un poco a ti,
regresar el texto , corregir.
adormitado en las mañanas, de codos, te traigo de vuelta
a mis tardes de otoño
y en ese andar puedo hablarte
ya como a hermanita
volver a vivirlo un poco
retroceder el tiempo ,volver a sentir.
adormitado en las mañana, pienso que en mis mañanas de invierno es mejor no hablar y seguir soñando viviendo el presente…