Razgos inflados, gestos de algùn noser
enlazado y perenne saltè de mi moraleja
a este cobrizo altar de madera.
Descrìbeme la ciudad y su destrucciòn,
y dime por què se me oculta el atardecer,
Miro por la ventana y me detengo
en la espera de lo vano,
Hebras como señuelos inexplicables y aèreos,
Nervazòn de angustia,
quisiera tenerte en algùn gran silencio,
ya cuando todo termina.