Sabia en el gemir,
constante y acompasado
sale a saludar temprano
la muerte con souvenirs.
Libertadora,
enclavada en un enjambre de abejas,
vertiginosa, imaginaria, propia y ajena
la muerte en su existir.
Soledad vacìa y saciada,
golpes en la puerta
es el espanto irreal,
ahora a un paso:
La tranquilidad.