Inédito pálpito de corazones

Entremezclados en una canción

Vibraciones de energía se comparten al azar

Somos hijos del inti repartiendo voces de lana

Que se tejen armónicas en sentimientos

En un encuadre de constantes atardeceres.

Juego a ser el mar en el Atlántico turquesa

Golpeo las rocas entretenido en mi vientre.

A veces los ecos están hechos de futuro

Y las miradas esconden el tacto de las gaviotas.

Escribo a oscuras,

La calle es alumbrada por el azul del serenazgo,

Me atrevo a soñar entre avenidas,

Me atrevo a soñar aún detenido

En el poniente absurdo de la dicha,

En el anhelado cobijo de un saco,

En el lonche caliente a las seis de la tarde

O en el abrazo constante

de una madre que apaña el silencio.