Las olas y su fuerza
Me han contemplado sentado
En este viaje furtivo.
Acostumbrado a volar
Estoy siempre en una hamaca
Sorteando a orillas del viento,
El mar es un espejo con vida
Y los atardeceres son seguidos
De un cielo rojo que se hace noche.
Somos chamanes de nuestro destino
Somos la tristeza coagulada
La que te tumba el lápiz
La que te quiebra