La mañana esta alumbrada,
el sol entra hasta la sala
estoy en medio de alguna tranquilidad
que me deja en pause,
que no me impulsa a escribir,
es como si no tuviera nada que sentir o que decir,
como si esperase un buen viento para elevarme y no hace ni aire.
Quizá debí intentarlo cuando efervecia lo del viaje
Pero me la pase regalando mi energía al infinito,
ahora solo se cuelan frases ordinarias,
del album quedaron pocas vistas,
ahora de lo sentido queda una sensación de vacio.
Cuando andaba perturbado
anhelaba esta tranquilidad improductiva,
Aunque siendo fiel al recuerdo de perturbado
tampoco podía sentarme a escribir.
Pero si por ahí se daba el milagro salían buenas ideas,
versos pilares que fortalecían los escritos.
Aquí ya
El sol se refleja en el parquet lustrado y
La calma inunda espaciosa los rincones de la casa.