Después de tanta picchada me recogí de hombros
Y tarde un poco en asentarme
En el sabor ese amargo de la mezcalina
y sentí la infinita energía fluyendo dentro de mi
Mis sentimientos canalizaban verdades universales
Que mostraban tan claramente el poder infinito del amor.
Yo solo ofrendaba lágrimas
Que brotaban en medio
De un inconmensurable agradecimiento por el absoluto
Valoraba cada prenda
agradecí el ver el andar el volar…