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Hoy se cumplen 4 semanas del estreno del documental “La Revolución y la Tierra”(2019) dirigido por Gonzalo Benavente S. y pasadas las mismas quisiera compartir mi opinión sobre el mismo. Ojo, quiero dejar en claro primero que no soy cineasta, por sobre todo soy profesor con formación como tal. No voy a desmerecer el trabajo del director de este documental, necesario a todas luces para disponer de una fuente extra a un tema que aún sigue generando controversias como fue la reforma agraria ejecutada en el gobierno dictatorial de las fuerzas armadas hace ya 50 años.
Antes de continuar creo que es importante remarcar que este tipo de iniciativas son saludables para la educación en el país, puesto que permiten acercar a los escolares a la historia de nuestro país por medio de instrumentos visuales a los que tanto se han acostumbrado. Ojo no creo que un vídeo pueda reemplazar a un libro, pero iniciativas como Gloria del Pacifico (2014) de Juan Carlos Oganes deben ser promovidas desde el sector público como el privado más a menudo. ¿Qué películas o documentales se acercan para la doble celebración del bicentenario este 2021 y 2024?
El trabajo hecho por el director es realmente aplaudible, empezando por la labor de recuperar de manera cronológica escenas de un cine peruano casi extinguido y que a más de uno nos trajo curiosidad o recuerdos. También es meritorio el haber convocado a distintos profesionales desde reconocidos historiadores y sociólogos como a jóvenes periodistas, antropólogos y un largo etc. Así como también a algunos protagonistas de la época: Hugo Blanco entre ellos o Zósimo Torres.
Todo este trabajo intenta darle un carácter objetivo o neutral si se quiere al fondo del documental, que es desde mi óptica el rol del general Juan Velasco Alvarado (Piura, 1910 – Lima, 1977) como conductor de un gobierno autoproclamado como “revolucionario” apuntando a un suceso particular: la reforma agraria. Sin embargo, esa aparente neutralidad se pierde al no haber mayores voces desde la derecha (Jaime de Althaus tiene una participación menos que mínima) mientras que reconocidos personajes de izquierda como Antonio Zapata y Nelson Manrique tienen una mayor participación.
Otro punto débil en este documental es la omisión (no sé si involuntaria o no) de los planteamientos sobre la necesidad de una reforma agraria de José C. Mariátegui, (véase el ensayo numero 3 titulado El problema de la tierra) de Víctor R. Haya de la Torre (revisar el plan de México de 1928 y el plan (mínimo) de gobierno del APRA de 1931) y de Víctor Andrés Belaunde (La Realidad Nacional, el capítulo 3) Hago mención a ello para hacer notar que el problema de la explotación del campesino era de larga data y que algunos intelectuales como los ya aludidos planteaban una solución al mismo, o al menos eran discutidos desde la década de 1920.
También son muy rápidos o someros los planteamientos sobre el problema agrario mencionados y que corresponden al segundo gobierno de Manuel Prado (1956-1962) planeado por Pedro Beltrán y la ley de bases para la reforma promulgaba en el primer gobierno institucional de las fuerzas armadas de los generales Armando Pérez Godoy y Nicolás Lindley (1962-1963), que fue la iniciativa que, finalmente busco terminar con la toma de tierras iniciada por Hugo Blanco en el Cusco.
Sin embargo, la omisión más grave desde mi punto de vista, es el rol que juega el APRA y su líder Haya de la Torre frente a la reforma agraria ejecutada por el general Velasco, luego de la proclamación de la reforma el 24 de junio de 1969, se inició un intenso debate entre el líder aprista y el general Velasco, Haya proclamaba la paternidad de las reformas ejecutadas por el gobierno revolucionario, tal y como consta en los discursos de la fraternidad de los años de 1970 y 71. mientras que Velasco apuntaba a la ejecución y no a la promesa de la misma.
El papel del APRA en el documental solo es mostrado como el de un obstructor a la reforma agraria desde el parlamento durante el primer gobierno de Fernando Belaunde (163-1968) lo cual también es ampliamente conocido y hay muy poco que decir al respecto.
Para terminar y no menos importante es el hecho de que este documental deja abierto el debate (escolar, ciudadano, universitario) sobre el gobierno dictatorial de Velasco, pero por, sobre todo la posibilidad de analizar, gracias a este documental, una medida en particular de este gobierno, como fue la reforma agraria y por otro lado, tratar de entender que cuando se toma una decisión como fue la de la reforma agraria, esta tiene connotaciones que van desde lo político, social y económico y, por lo tanto, no se puede entender su verdadera dimensión si es abordada por separado como se ha hecho en muchos casos.
Vale decir, la reforma agraria desde lo social fue un acierto ya que no se podía seguir permitiendo que los campesinos siguiesen siendo explotados como si del siglo XVII se tratase, pero desde lo económico no fue acertada, algunas haciendas ya eran modernas y funcionaban sin problemas, al dárselas a los campesinos organizados en las cooperativas sin la preparación y asistencia técnica necesaria, ya que solo se consiguió desequilibrar un sector económico que era clave para el desarrollo del país como era el agro y finalmente desde lo político, cabe preguntarse ¿se pueden realmente hacer reformas que no nazcan desde el quehacer democrático y sin la participación de los principales actores políticos de una país? El debate sigue abierto. . .
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