En el cielo, esta imponente ave extiende sus largas alas, sin agitarlas. Solo las abre libremente y las corrientes de aire le ayudan a planear por los cielos, mientras la sombra de su vuelo se dibuja abajo, en tierra, donde mandan los humanos.
Lo penoso se produce después, cuando el cóndor es capturado. Los comuneros lo cogen de las alas, lo levantan en tierra y lo llevan a rastras. El animal, con sus patas no aptas para la caminata, avanza entre las hierbas y empedrados.
En ese momento, todo el esplendor del cóndor andino se derrumba. Avanza torpemente, como si un destino cruel le señalara el camino. El ave, que antes gobernaba los cielos, pierde su señorío, su vigor, y es empujado sin misericordia para el rito del Yawar Fiesta.
Lo peor viene después. Ya todos festejan en el poblado de Cotabambas, Apurímac. Y el cóndor, totalmente desconcertado, es amarrado al lomo del toro, que embiste y se enloquece al sentir el peso extraño. Lo zarandea, lo atemoriza, el ave solo atina a encorvarse, a tratar de mantenerse erguido, mientras los pobladores, alegres y ebrios de chica, buscan “torear” a los animales atados.
Este es un conflicto constante, silencioso, intenso, que los anteriores gobiernos no quisieron ver, y el actual tampoco, entre una fiesta tradicional andina y la sobrevivencia de una especie, símbolo del Perú y de varios países de América. El Yawar Fiesta se ha convertido en una de las principales amenazas para esta ave cuyo nombre científico es Vultur gryphus”
Datos:
Los cóndores pueden llegar a vivir hasta los 70 años.
Son monógamos pues mantienen una pareja estable.
Solo ponen un huevo cada dos o tres años.
Se presume que son solo 500 cóndores los que hay en el país.
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http://www.larepublica.pe/03-02-2013/condor-el-ave-mas-grande-del-mundo-vive-entre-la-amenaza-y-el-desinteres