El fotógrafo Gary llegó molesto y sin ganas de comer al restaurante. Solo se pidió una jarrita de limonada helada. “María, tras el cruel asesinato de una docena de gatos en Jesús María, recordé las palabras que hace muchos años dijo Mahatma Gandhi: “La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por el modo en el que se trata a sus animales”. Acepto que a muchas personas no les gusten los animales, incluso hasta que los aborrezcan por los motivos que sean, es su derecho.
Pero lo que no se puede aceptar, bajo ningún motivo, es que les hagan daño, que los torturen y maten. A los felinos de la Residencial San Felipe -que vivían en los jardines y eran alimentados por vecinos caritativos-, les dieron muerte de una forma horrible al envenenarlos. Es una forma de morir que nadie merece, y de ninguna manera unos inocentes animalitos. La crueldad de muchas personas hacia los animales, es decir, hacia los más débiles, se ampara en el argumento conveniente de que esos seres no tienen derechos. Entonces, cabe preguntarse, si no se castigara el asesinato de niños, o ancianos, o mujeres, o enfermos, ¿también los matarían? En Estados Unidos, donde las leyes generalmente son más justas y respetadas que en el nuestro, quien maltrata animales es investigado y, si se comprueba su responsabilidad, es castigado severamente. Y pobre de aquel que se resista, pues será capturado por la policía y encerrado. Leer más