Denuncia crueldad extrema: Perro quemado vivo en los galpones y el Gran Bonete (Argentina)

El perro muerto en los galpones y el Gran Bonete
-¿Yo señor? No, señor. ¿Usted, señor? Yo tampoco, señor.

Así como en el cuento del Gran Bonete, la historia del perro muerto en los galpones del puerto el jueves 12 de julio está en boca de todo el mundo, en miles de casillas de mail, pero a la hora de denunciar formalmente o de hacerse cargo, nadie aparece.

Por Estela Gigena
egigena@eldiadegualeguaychu.com.ar
Si bien la Ley Nacional Nº 14.346 de Protección al animal indica que las fuerzas de seguridad deben actuar de oficio en casos de constatarse actos de crueldad contra un animal, la Prefectura de Gualeguaychú no ha iniciado investigación alguna por lo ocurrido esa madrugada en los galpones del puerto. El oficial Juan Pablo Borro, a cargo por estos días de la jefatura de la Prefectura local, informó a El Día que tomaron conocimiento de lo sucedido por los comentarios que se escuchan en la calle y que no pueden investigar porque no tienen una denuncia formal; “no tenemos pruebas”, dijo.

Respecto a la autorización que se le dio a varios grupos de estudiantes que realizaban sus trabajos de la fogata para que permanecieran en los galpones más allá de la medianoche, dijo no tener constancia, a pesar que el secretario de Cultura, Javier Villanueva aseguró a El Día, haber informado a Prefectura sobre esta extensión horaria (ver aparte).

Según dos empleados de los galpones del puerto el miércoles a la mañana el perro agonizaba sangrando por todo el cuerpo dentro de la carpa Paraíso, por lo cual decidieron sacarla cosa que cuando muera no deje olor a podrido. A la media hora murió, dijo Villanueva, y quedó debajo de un árbol. Pero luego el cadáver desapareció, explicó el funcionario.

Mientras, unas jóvenes aseguraron a El Día que el miércoles a la noche la perra estaba malherida deambulando por los galpones, por lo que a través de sus celulares intentaron, sin éxito, comunicarse con la municipalidad y con Veterinaria, para que fueran a auxiliar al animal.

Sensibilización en cadena

Lo que ha ocurrido a este perro ha despertado una sensibilización especial en la gente, algo así como una pata positiva ante tanta versión y anonimato.

Por estas horas, una cadena de mails que toma parte del relato publicado en El Día el viernes pasado y le agrega dos nombres que en este matutino no fueron escritos, recorre no sólo la ciudad, sino el país y el mundo, desde nos han llegado manifestaciones de repudio.

Ello ha generado, inclusive, que la madre de uno de los inculpados en dicho mail haya respondido a esa cadena negando que su hijo haya participado del hecho, a la vez que explica que el menor esos días no estaba en la ciudad.

Los organizadores –Cultura municipal-, el control policial –en este caso Prefectura, los establecimientos escolares, los padres, los medios de comunicación, en definitiva, la sociedad toda debe buscar la verdad y los responsables de este hecho, para que reciban el escarmiento que corresponde, pero también una lección sobre la importancia de la vida de nuestros semejantes.

El miércoles la perra agonizaba en la carpa Paraíso

El secretario de Cultura, Javier Villanueva, relató a El Día cómo se enteraron de lo ocurrido, sobre el accionar de dos empleados municipales –que encontraron al animal dentro de la carpa Paraíso agonizando y la sacaron afuera para que cuando se muera no deje olor a podrido-, y acerca de la actitud que han tomado respecto a este delicado tema.

– ¿Ustedes cuándo toman conocimiento de lo que pasó con el perro?

– El viernes a las 10 de la noche más o menos. Andábamos recorriendo todos los trabajos y se acerca una mujer, nos muestra una foto, y me dice “¿ustedes sabían de esto?”. ¿Qué es esto? –le preguntamos–; por supuesto, se veía el cuerpo de un perro muerto sobre cenizas, ni calcinado, ni con ningún síntoma de los que después se comentaron –en la foto-. Le preguntamos ¿por qué esto? Y me dice: “esto ocurrió anoche”.. Lo que nosotros le reclamamos a la mujer es por qué había pasado todo el día y no nos habían dicho. Ahora, cuando le empezamos a preguntar, nadie era. Así fue, empezamos a recorrer, a preguntar y nadie sabía nada. Pasada la fogata empieza el comentario.

– ¿La noche que supuestamente pasó esto, los chicos tenían autorización para quedarse más allá de la medianoche?

– Sí, normalmente se hace lo siguiente: piden la autorización, se les pide un mayor responsable de grupo, porque cuando ellos entran al galpón firman un reglamento tres mayores responsables del curso. Generalmente son padres que firman, donde aceptan determinadas condiciones. Precisamente una de ellas es tener un responsable cuando se quedan después de hora. Y nosotros le avisamos a Prefectura de que esa noche se va a extender el horario, para qué, para que Prefectura haga también la vigilancia que le corresponde.

– He hablado con el oficial Borro, quien dice que a ellos no les avisaron nada que se quedaban esa noche después de la hora de cierre…

– Bueno, yo voy a hablar con ellos. Aparte ellos estaban ahí…

“Estaba con síntomas de haber sido reventado por un auto”, opinó un empleado

– El miércoles 11 de julio, ¿sabe si el perro estaba vivo o estaba muerto?

– Era una perra. Ángel Eckert lee el diario El Día y me llama esa mañana temprano el viernes y me dice: “mire que esto del diario no es así, porque al perro lo encontramos nosotros”. “El perro se murió el miércoles a la mañana y estaba con síntomas de reventado por un auto porque dice que tenía sangre por todos lados”, por eso creo que le ha dado pie a algunos que le han visto sangre en la cola y en la boca.

– ¿Y dónde lo vio él?

–Estaba metido debajo de la carpa (Paraíso). Se había metido debajo de la tarima de la carpa, entonces él lo llama al “Toro” Novello, que se pone guantes y lo saca para que no se pudra y haya olor ahí abajo.

¿Ya estaba muerto?.

– A la mañana estaba muriéndose cuando ellos lo sacan y en media hora se les murió ahí.

-¿Llamaron a veterinaria?

– No, y yo desconocía que estaba el perro, porque eso es una cosa que ellos la hacen sin preguntarme, lógico. Y nadie se percató de que el perro desapareció.

– ¿Ellos lo sacaron afuera de la carpa?

– Exacto, quedó debajo de un árbol, afuera de la carpa, para que lo retirara la municipalidad, y después no se le siguió el rastro. Cuando ocurre… lo que si a mi me parece que hay que separar en dos cosas una es una es la muerte que está esta gente que te puede dar los datos de cómo y todo eso y otra si lo pusieron o no en el fuego. Evidentemente en el fuego lo pusieron.

– Pero después apareció el cadáver del perro.

–No apareció. Desapareció.

– ¿Ustedes iniciaron alguna investigación?

–Nosotros primero le mandamos un pedido por escrito a la Prefectura para ver qué datos tienen ellos sobre esta situación, porque en realidad es un hecho más policial que cultural. Yo puedo hasta cierto punto avanzar, -que es lo que estamos intentando-, pero acá tiene que haber una participación de Prefectura. Les hicimos una nota, donde le pedimos que ellos nos informen todo lo que tienen sobre este caso que es público. Después lo otro que hemos hecho, porque acá en esto estamos nosotros como parte de la organización y el colegio, que también tiene que tener una participación, no digo penal en esto -ni expulsarlo ni mucho menos- sino que este es un tema que hay que debatirlo, porque de alguna manera hay que ver las causales de todas estas cuestiones violentas que tienen los gurises.

– ¿Ustedes constataron qué grupos fueron los que se quedaron esa noche?
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Comentarios

  1. gloria escribió:

    queria saber que paso y como sigue el caso del perrito calcinado.
    Si ya se conocen los autores del hecho y cuales fueron las penas a cumplir por cada uno.
    Tengo especial interes como ciudadana de saber sobre el caso porque todos sabemos que en todo maltratador de animales ,hay un maltratador de personas.Cosas como estas no pueden pasarse por alto

  2. Claudia escribió:

    Buen día, te cuento que en Parque Centenario, queman vivos a los perritos, les atan el ocico y los prenden fuego vivos!!!!! ya son varios los casos. Realizaré la denuncia correspondiente en virtud de la ley 14346.

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