Se ha comentado mucho del grafeno en estas últimas semanas, a raíz del Premio Nobel de Física 2010 otorgado a dos científicos rusos que lograron obtener láminas de este nuevo material, a partir de partículas de grafito, provenientes, por ejemplo, de la punta de un lápiz. El entusiasmo por este material radica en sus características técnicas excepcionales, que podrían revolucionar las futuras redes de telecomunicaciones, equipos de cómputo y dispositivos electrónicos, en general.