El movimiento más interesante de Google en los últimos meses, ha sido su sociedad con Sprint para convertirse en el proveedor del portal para el despliegue de su red nacional de WiMAX (proyecto Xohm de Sprint) en el mercado estadounidense.

Google ha tomado un interés activo por todo lo inalámbrico como su intención de ganar la nueva licitación de la banda de 700 MHz en Estados Unidos, lanzamientos de Wi-Fi municipales, inclusión de Google Maps en el iPhone, optimización del AdWords para la mejora de búsqueda de anuncios que operan bajo PPC (pay-per-click) en teléfonos móviles, y confirmó que está desarrollando su propio teléfono móvil.

Es evidente que Google ha estado unido intrínsecamente a todas las cosas de Internet y como Internet se está moviendo al mundo móvil es lógica la estrategia del titán de Internet de planear ser un jugador importante de la Internet móvil.Lo que sigue siendo confuso es si sus planes implican el seguir el papel de un proveedor tradicional de servicio – comprar espectro, desplegar su propia red, y cobrar por un servicio mensual – o convertirse en un vendedor al modo de Apple, lanzando dispositivos y aplicaciones, de un modo u otro, Google traerá su gran cantidad de aplicaciones populares de la Web a la Internet móvil.

WiMAX puede ser la oportunidad más grande que ve Google. Diferente a las tecnologías de banda ancha celulares, que han sido tradicionalmente orientadas al teléfono e impulasadas por los modelos de negocio de carriers, WiMAX promete seguir el modelo del Internet en el cual Google construyó su imperio.

Sprint ha estado pregonando modelos del negocio al por mayor, teléfonos no subsidiados, acceso abierto a la red – ideas consideradas contrarias a la industria inalámbrica hace sólo un año. Además, con el enfoque de la red de WiMAX hacia los datos de banda ancha, el acceso a Internet será el principal propulsor del negocio, siendo para Google una buena oportunidad de ampliar su búsqueda, portal y anunciar sus capacidades a la Internet móvil.

Google no está dejando su éxito al azar en la nueva red de WiMAX. Más bien en lugar de dejar que los clientes hallen a Google como lo hizo cuando se lanzó por primera vez, Google se está colocando directamente delante de clientes. El portal de Google será lo primero que un usuario verá en la red de Sprint, mostrando sus aplicaciones tales como Google Talk, Gmail y su calendario. Además, Google y Sprint podrían agregar nuevas funcionalidades de localización y de presencia via GPS, trayendo capacidades de mayor alcance y servicios de comunicaciones.

No obstante, el efecto no podrá ser percibido hasta que el ecosistema de WiMAX de Sprint se amplíe más allá de las PC y laptops hacia nuevos teléfonos más sofisticados. Si los clientes utilizan Google Maps en casa, probablemente utilizarán Google Maps en la red de WiMAX. La oportunidad verdadera de Google de ganar más clientes y de asegurar un lugar en el mundo inalámbrico es cuando lanzen dispositivos alternos. Tablets y browsers de teléfonos móviles no sólo se utilizan de forma diferente que las computadoras, sino que tienen interfaces más pequeñas y más limitadas, haciéndose Google en este entorno más importante.

Lo que Google está apuntando es hacia el movimiento a dispositivos o teléfonos móviles, en los cuales Google pueda desempeñar un papel más prominente y diseñar aplicaciones específicas para el móvil. Sin embargo, más que alianzas o sociedades, está investigando la posibilidad de ser un vendedor y proveedor de servicio en el espacio inalámbrico. El anunciado teléfono de Google tiene todavía que materializarse, pero muchos analistas predicen que será un dispositivo Wi-Fi que usará VoIP basada en Google Talk para liberarlo de su relación con los carriers.

Se especula que Google se podría convertir en un proveedor tradicional de servicio telecomunicaciones. La compañía ha venido fuertemente influenciando al FCC para asegurarse la próxima licitación de la banda de 700 MHz, que concederá las licencias para los servicios inalámbricos de banda ancha en el mercado estadounidense. Google podría optar por construir y operar su propia red inalámbrica de banda ancha o en sociedad con otro proveedor de servicio, o utilizar sus licencias para negociarlas con un proveedor de servicio independiente cuando quiera cerrar tratos para sus aplicaciones.

La realidad es que la construcción de una red inalámbrica no es un asunto fácil, no es sencillo deplegar una red, tener una buena cobertura y manejar una base masiva de clientes. Google tiene el dinero, no será fácil pero puede hacerlo. Por ejemplo, Google podía obtener la infraestructura y los servicios profesionales de Ericsson o de Nokia no sólo para construir la red, sino para mantenerla y operarla, dejando a Google para hacer el mercadeo de los servicios y el desarrollo de aplicaciones. O podría intentar satisfacer una necesidad de banda ancha, como construyendo una red a nivel nacional apuntando al segmento de negocios.

Google no es la única compañía no-telco que ha mostrado ambiciones como proveedor de servicios de red. Informes recientes de Wall Street indican que Apple está también interesado en la licitación de la banda de 700 MHz, buscando una red dedicada para los futuros iPhones así como para los otros servicios y hardware de Apple.

A pesar de los anuncios y especulaciones de que Apple o Google se conviertan en el quinto portador inalámbrico a nivel nacional, la perspectiva de ellos puede responder a otros propósitos. Las industrias inalámbricas y de Internet están luchando palmo a palmo sobre la forma que tomará el Internet móvil. Los carriers por un lado desean seguir su papel tradicional, en el cual controlan la relación del cliente, la experiencia del usuario y en última instancia los ingresos. Mientras tanto, las compañías de Internet están abogando por su modelo tradicional, en el cual la red es simplemente un medio de descarga para transportar sus servicios.

La realidad no es que uno de los lados gane enteramente al otro sino que tiene que haber un compromiso. Los carriers no permitirán ser reducidos a simples redes de transporte de paquetes inalámbricos. Los carriers tienen que invertir en circuitos DSL o de fibra para banda ancha, y tienen que recuperar esta inversión con los servicios sobre estas redes. Las dos industrias pueden comprometerse con tratos en los cuales los ingresos por publicidad o los servicios sean compartidos, mientras los carriers permitan que los usuarios elijan donde van y qué servicios utilizarán en la Internet móvil.

Agradecimiento a Renato Vásquez por compartir esta información.