PRINCIPIOS PROCESALES Y EL TITULO PRELIMINAR DEL CODIGO PROCESAL CIVIL
Categoría : Etapa decisoria
PRINCIPIOS PROCESALES Y EL TÍTULO PRELIMINAR DEL CÓDIGO PROCESAL CIVIL
El hombre de derecho, debe apoyarse en categorías o conceptos básicos para desarrollar su investigación, para hacerla verosímil; sin embargo, debe ser necesario que sea consciente que tal construcción se elabora sobre bases precarias.
Hay que anotar que el fenómeno jurídico no es otra cosa que un fenómeno social. Entonces la norma jurídica es sólo una especie de la norma social. Por tanto es variable en el tiempo y en el espacio.
Por ejemplo si nos preguntamos que es el orden público; es bastante difícil de definirlo, de dar características.
” En el caso de los principios generales del derecho, se tiene una idea confusa de ellos. Por un lado, suele considerárseles pilares básicos sobre los que se asienta una determinada concepción del derecho; y por otro, se les considera un desarrollo frustrado de los estudios jurídicos”.
“Los principios generales del derecho no son verdades inmutables e incontrovertibles, originadas en un espíritu superior o en un grupo de sabios indiscutidos, capaces de desafiar la fuerza destructiva del tiempo y, por tanto, de ser edificios victoriosos en medio de las ruinas humeantes de una ciencia que cada día renueva sus contenidos para hacer efectiva su utilidad social. De hecho, los principios apenas son concepciones del derecho que han tenido un importante reconocimiento en un momento histórico determinado, con la suficiente contundencia como para mantener su aceptación relativa en sociedades y tiempos distintos a aquellos en los que tuvieron origen”
Estos principios generales del derecho pueden ser extra legales, pero en ningún caso son extrajurídicos. Siendo así, se trata de fenómenos jurídicos que tienen como funciones: crear, interpretar e integrar el sistema jurídico.
El Juez y los Principios Generales del Derecho
La función trascendente del Juez, es aplicar creadoramente categorías jurídicas que orienten y promuevan la vigencia del sistema jurídico, pero con la debida adecuación a las características propias del caso concreto y de los elementos externos que rodean a éste.
Los principios procesales son parte de los generales del derecho. Los principios procesales sirven para poner de manifiesto el sistema procesal por el que el legislador ha optado.
El Código Procesal Civil, se alinea a una concepción publicista del proceso civil, a decir de Monroy Galvez. Considera que lo trascendente en él es la función pública que cumple el Estado, a través de su órgano jurisdiccional, tanto para hacer efectivo el derecho, como para lograr la paz social en justicia.
Su aplicación exige una interpretación reflexiva que trascienda su sentido literal o histórico, cada vez que sean utilizados, privilegiándolos con los valores vigentes en la sociedad al momento de su aplicación. Es decir la relativización de los conceptos y de los principios jurídicos.
Los principios son pautas orientadoras en las decisiones del Juez.
Ahora vamos a ver algunos de los principios procesales que se encuentran contenidos en nuestro ordenamiento procesal civil, específicamente en el Título Preliminar.
Artículo I.- Derecho a la tutela jurisdiccional efectiva.- Toda persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional efectiva para el ejercicio o defensa de sus derechos o intereses, con sujeción a un debido proceso.
El derecho a la tutela jurisdiccional efectiva es inherente a toda persona por el sólo hecho de serlo. Constituye la manifestación concreta de porque la función jurisdiccional es además de un poder, un deber del Estado, ya que éste no puede excusarse de conceder tutela a todo el que se lo solicite.
Artículo II.- Principios de Dirección e Impulso del proceso.- La dirección del proceso está a cargo del Juez, quien la ejerce de acuerdo a lo dispuesto en este Código.
El Juez debe impulsar el proceso por sí mismo, siendo responsable de cualquier demora ocasionada por su negligencia. Están exceptuados del impulso de oficio los casos expresamente señalados en este Código.
El principio de Dirección, también denominado Principio de Autoridad.
Su aparición se explica, como el medio de limitar los excesos del principio dispositivo (por el cual el Juez tiene un rol pasivo en el proceso, sólo protocoliza o legitima la actividad de las partes).
El Principio de Dirección, es la expresión del sistema procesal publicistico. Chiovenda: En el proceso moderno el Juez no puede conservar una actitud pasiva, por el contrario el Estado se halla interesado en el proceso civil en busca de justicia para todos y que los pleitos se realicen lo más rápidamente posible.
El Principio de Impulso Procesal por parte del Juez, es una manifestación concreta del Principio de Dirección.
Es la aptitud del Juez para conducir autónomamente el proceso, vale decir, sin necesidad de intervención de las partes, para la consecución de sus fines.
Artículo III.- Fines del proceso e integración de la norma procesal.- El Juez deberá atender a que la finalidad concreta del proceso es resolver un conflicto de intereses o eliminar una incertidumbre, ambas con relevancia jurídica, haciendo efectivos los derechos sustanciales, y que su finalidad abstracta es lograr la paz social en justicia.
En caso de vacío o defecto en las disposiciones de este Código, se deberá recurrir a los principios generales del derecho procesal y a la doctrina y jurisprudencia correspondientes, en atención a las circunstancias del caso.
Al asumir el Código Procesal Civil una orientación publicista, queda en evidencia que el fin del proceso no se agota en la solución del conflicto, es más trascendente, conduce o propende a una comunidad con paz social.
Además regula, que el Juez no va ser un espectador de las motivaciones periódicas o repentinas de las partes. Desde la aparición del Código Civil francés o Napoleónico, que obliga al Juez a resolver, nace el “deber de fallar”.
Lo trascendente es que resulta indispensable regular los criterios lógico-jurídicos que debe tener el Juez para solucionar el conflicto de intereses e incluso es pausible establecer una prelación entre éstos.
El Código ha optado por conceder al Juez la posibilidad de cubrir los vacíos o defectos en la norma procesal, es decir las lagunas, en base a ciertos recursos metodológicos y a un orden establecido, consistentes, inicialmente, en los Principios generales del Derecho Procesal; la Doctrina y la Jurisprudencia.
Artículo IV.- Principios de Iniciativa de parte y de conducta procesal.- El proceso se promueve sólo a iniciativa de parte, la que invocará interés y legitimidad para obrar. No requieren invocarlos el Ministerio Público, el procurador oficioso ni quien defiende intereses difusos.
Las partes, sus representantes, sus Abogados y, en general, todos los partícipes en el proceso, adecuan su conducta a los deberes de veracidad, probidad, lealtad y buena fe.
El Juez tiene el deber de impedir y sancionar cualquier conducta ilícita o dilatoria.
Ningún sistema, aún el publicístico, pueden ser acogidos en su integridad. Así siempre será indispensable que una persona ejerza su derecho de acción como punto de partida de la actividad jurisdiccional del Estado.
Hay algunas expresiones que a manera de principios recorren los estudios procesales:
nemo iudex sine actore, no hay Juez sin actor.
Wo kein klager ist, da ist auch kein richter, donde no hay demandante, no hay Juez.
La iniciativa de parte, suele denominarse “Principio de la demanda privada”, para significar la necesidad que sea una persona distinta al Juez quien solicite tutela jurídica.
Dentro de una concepción científica, pero a la vez clásica del proceso, el articulado, exige que quien ejercita su derecho de acción afirme (no que acredite o que pruebe) que tiene interés y legitimidad para obrar. Es decir que no tiene otra solución que recurrir al órgano jurisdiccional, y que el proceso se desarrolla entre las mismas personas que forman parte del conflicto material o real.
La norma tiene sus excepciones, y se refiere al Ministerio Público, al Procurador Oficioso, y del patrocinio de los intereses difusos.
Bajo el rubro CONDUCTA PROCESAL, se ha englobado un conjunto de principios destinados a regular la corrección de los intervinientes en el proceso.
Los deberes se explican por sí, refiriéndose a la probidad, lealtad y buena fe. (no así al caso del deber de veracidad ya que es un tema muy discutido en el proceso civil).
Artículo V.- Principios de Inmediación, Concentración, Economía y Celeridad Procesales.- Las audiencias y la actuación de medios probatorios se realizan ante el Juez, siendo indelegables bajo sanción de nulidad. Se exceptúan las actuaciones procesales por comisión.
El proceso se realiza procurando que su desarrollo ocurra en el menor número de actos procesales.
El Juez dirige el proceso tendiendo a una reducción de los actos procesales, sin afectar el carácter imperativo de las actuaciones que lo requieran.
La actividad procesal se realiza diligentemente y dentro de los plazos establecidos, debiendo el Juez, a través de los auxiliares bajo su dirección, tomar las medidas necesarias para lograr una pronta y eficaz solución del conflicto de intereses o incertidumbre jurídica.
El Principio de Inmediación, tiene por objeto que el Juez quien va en definitiva a resolver el conflicto de intereses o la incertidumbre jurídica, tenga el mayor contacto posible con todos los elementos subjetivos (intervinientes) y objetivos (documentos, etc.) que conforman el proceso.
La cercanía puede proporcionar mayores o mejores elementos de convicción para expedir un fallo que se adecue a lo que realmente ocurrió.
Al optar por la inmediación, el código, ha privilegiado también la oralidad, el medio por el cual se produce el contacto directo entre el Juez y los protagonistas directos o indirectos del proceso.
El Principio de Concentración, es una consecuencia lógica del principio anterior. Es imprescindible regular y limitar la realización de actos procesales, promoviendo la ejecución de estos en momentos estelares del proceso.
El Principio de Economía Procesal, es mucho más trascendente. De hecho son muchas instituciones del proceso que tienen como objetivo hacerlo efectivo. Por ejemplo: el abandono o la preclusión.
El concepto economía, tomado de su acepción de ahorro, está referido a 3 áreas: 1) tiempo; 2) gasto; y 3) esfuerzo.
El Principio de Celeridad, es la expresión concreta de la economía por razón de tiempo. Por otro lado, se expresa a través de diversas instituciones del proceso; por ejemplo: la perentoriedad o improrrogabilidad de los plazos o el impulso del proceso por parte del Juez.
Artículo VI.- Principio de Socialización del proceso.- El Juez debe evitar que la desigualdad entre las personas por razones de sexo, raza, religión, idioma o condición social, política o económica, afecte el desarrollo o resultado del proceso.
La nueva orientación publicista del Código, se hace evidente con ésta norma. Así el Juez director del proceso no sólo conducirá peste por el sendero que haga más asequible la oportunidad de expedir una decisión justa, sino que, además, está facultado a impedir que la desigualdad en que las partes concurren al proceso, sea un factor determinante para que los actos procesales o la decisión final tenga una orientación que repugne al valor de justicia.
Este artículo convierte la vieja tesis de la igualdad ante la ley en la igualdad de las partes en el proceso.
Artículo VII.- Juez y Derecho.- El Juez debe aplicar el derecho que corresponda al proceso, aunque no haya sido invocado por las partes o lo haya sido erróneamente. Sin embargo, no puede ir más allá del petitorio ni fundar su decisión en hechos diversos de los que han sido alegados por las partes.
Se suele citar la anécdota del Juez que aburrido por las disquisiciones, del Abogado, técnico jurídico, le exige a éste que explique los hechos, dado que (el Juez) conoce el derecho. (“venite ad factum, tabo dibi ius”).
Este aforismo, se le conoce con el nombre de: “IURA NOVIT CURIA”. Su esencia: permite al Juez que aplique la norma jurídica que corresponda a la situación concreta, cuando las partes la hayan invocado erróneamente o no lo hayan invocado.
La última parte del párrafo final contiene uno de los más importes e interesantes del derecho procesal, el Principio de Congruencia, Se entiende por congruencia o consonancia el principio normativo que delimita el contenido de las resoluciones judiciales que deben proferirse, de acuerdo con el sentido y alcance de las peticiones formuladas por las partes, para el efecto de que exista identidad jurídica entre lo resuelto y las pretensiones propuestas.
Este no es un principio exclusivo para las sentencias, sino a toda resolución judicial que deba responder a una instancia de parte, y así lo encontramos en las apelación de autos, que sólo da competencia al Superior para decidir sobre el punto objeto del recurso y en lo desfavorable al recurrente, por el principio de la Reformatio in pejus (Reforma en peor).
Es en la sentencia en donde este principio reviste su mayor importancia, por tratarse del acto procesal del Juez que satisface la obligación de proveer, que como representante del Estado le impone el ejercicio de la acción y del derecho de contradicción, y que resuelve sobre las pretensiones incoadas en la demanda. Esa identidad jurídica debe existir, entre la sentencia, por una parte, y las pretensiones contenidas en la demanda.
En relación con las pretensiones, la incrongruencia, tiene 3 aspectos:
Cuando se otorga más de lo pedido (plus petita o ultra petita).
Cuando se otorga algo distinto a lo pedido (extra petita).
Cuando se deja de resolver sobre algo pedido (citra petita).
Plus petita o ultra petita: Significa que la sentencia no debe otorgar cuantitativamente más de lo pretendido en la demanda. Se refiere, a la armonía cuantitativa. En cambio, no se afecta al Principio de Congruencia, cuando la sentencia concede menos de lo pretendido por el demandante, porque entonces está resolviendo sobre la totalidad de la pretensión, aunque limitándola a lo que el Juez considera probado; si esta decisión es equivocada, se habrá violado la ley como resultado de errores en la apreciación de la prueba o en la aplicación de las normas sustantivas o materiales, pero no habrá incrongruencia, como tampoco la hay cuando el Juez niega la totalidad de la pretensión.
Extra petita: Cuando el sentenciador sustituye una de las pretensiones del demandante por otra o cuando además de otorgar las primeras concede algo adicional, y cuando se otorga lo pedido, pero por causa petendi diferente a la invocada. Pero no la hay si el Juez decreta una medida que es consecuencia legal de lo pedido, como la entrega del bien materia del contrato de venta que se anula o se resuelve.
Se incurriría, en citra petita, si se deja de resolver sobre el punto pedido; pero puede ocurrir que éste sea negado, en cuyo caso no existirá citra petita, y que se otorgue en su lugar algo distinto, por lo que habrá extra petita.
Citra petita: Cuando se deja de resolver sobre el litigio o no se resuelve algún punto de la pretensión.
Artículo VIII.- Principio de Gratuidad en el acceso a la justicia.- El acceso al servicio de justicia es gratuito, sin perjuicio del pago por costas, costos y multas en los casos que establece este Código.
Se desconoce la existencia de un país en donde la justicia civil sea gratuita. La justicia, no como valor, sino como intento de realización humana es un servicio.
Si la justicia civil es un servicio público, entonces debe tener un costo para quien se sirva de él.
El principio, promueve la autofinanciación del servicio de justicia, limitando esta actividad respecto del inicio del proceso, aunque más específicamente sobre el apersonamiento de las partes a éste.
Artículo IX.- Principios de Vinculación y de Formalidad.- Las normas procesales contenidas en este Código son de carácter imperativo, salvo regulación permisiva en contrario.
Las formalidades previstas en este Código son imperativas. Sin embargo, el Juez adecuará su exigencia al logro de los fines del proceso. Cuando no se señale una formalidad específica para la realización de un acto procesal, éste se reputará válido cualquiera sea la empleada.
En cualquier ordenamiento procesal podemos encontrar, cierto número de normas que no tienen carácter de orden público, en el sentido de ser normas obligatorias o vinculantes; al contrario contienen una propuesta de conducta que puede o no ser realizada por la parte, sin que su incumplimiento afecte el sistema jurídico o las reglas de conducta social consensualmente aceptadas, en la hipótesis que estas últimas comprendan también el concepto de orden público.
El hecho que las normas procesales sean de Derecho Público, no implica, que sean de orden público; aquel concepto tiene que ver con su ubicación, este con su obligatoriedad.
Por eso el 1° párrafo, hace referencia a que las normas procesales tienen carácter imperativo como principio, salvo que las mismas normas regulen que alguna de ellas no tienen tal calidad.
El 2° párrafo contiene el Principio de Elasticidad, si bien las formalidades previstas en el Código Procesal Civil, son de obligatorio cumplimiento, el Juez está en aptitud de adecuar la exigencia de cumplir con estos requisitos formales a dos objetivos más trascendentes : la solución del conflicto de intereses o incertidumbre jurídica; y la paz social en justicia, es decir los fines del proceso.
Artículo X.- Principio de Doble Instancia.- El proceso tiene dos instancias, salvo disposición legal distinta.
Es uno de los principios y derechos de la función jurisdiccional, a nivel constitucional, la instancia plural, la que ha sido entendida que todo proceso debe tener más de una instancia.
Sólo en los países en que se ha consolidado procesos de instancia única, son aquellos que han logrado una evolución del Derecho y del proceso, así como un elevado desarrollo en la solución sus problemas básicos.
En su parte final deja abierta la posibilidad que alguna vez se regule la doble instancia a una sola, si la Constitución también lo permitiese.
OTROS PRINCIPIOS INCORPORADOS AL CODIGOI PROCESAL CIVIL
PRINCIPIO DE CONTRADICCIÓN
También se le conoce como Principio de Bilateralidad, consiste en que todos los actos del proceso deben realizarse con conocimiento de las partes, aún cuando más específicamente queremos decir que todo acto procesal debe ocurrir con la información previa y oportuna al contrario.
Lo trascendente es el conocimiento y que sea oportuno. Este principio se halla ligado al objeto de la notificación.
PRINCIPIO DE ADQUISICIÓN
Lo trascendente del proceso es que los actos que realizan las partes se incorporan a éste, son intenalizados.
El Principio de Adquisición, consiste en que una vez incorporados al proceso los actos procesales (documentos, etc.) dejan de pertenecer a quien lo realizó y pasan a formar parte del proceso, pudiendo incluso la parte que no participó en su incorporación obtener conclusiones respecto de él. Acá desaparece el concepto de pertenencia individual, una vez se incorpore el acto al proceso.
PRINCIPIO DE EVENTUALIDAD
Este principio está ligado con la diferencia, a veces sutil, que existe entre una estrategia procesal y una conducta maliciosa.
Este principio impone el deber de las partes de presentar todo su caudal probatorio (sea de la pretensión o defensa) en un momento determinado.
La realización o incumplimiento de este principio, trae la dilación de los procesos, e incita la deslealtad procesal.
Al haber asumido como requisito de admisibilidad que los medios probatorios se acompañen en la etapa postulatoria (artículo 189°), se ha incorporado en el código este principio.
PRINCIPIO DE PUBLICIDAD
Hay que tomarlo en sentido contrario a reservado.
La actividad procesal es una función pública, en tal virtud, constituye una garantía de su eficacia de los actos que la conforman se realicen en escenarios que permitan la presencia de quien lo desee.
Este principio, admite excepciones, las que van a depender menos del proceso y más de la naturaleza de la pretensión que se discute (Ej. El divorcio por causales, filiación, si el Juez lo considera necesario).
8 Comments
Humberto Mosquera Rengifo – Universidad Cienífica del Perú
18 junio, 2015 a 6:13 pmEl estudio del derecho es una ciencia constante y cambiante, la misma que va evolucionando con las relaciones interpersonales genaradas por la sociedad en su conjunto, ante ello el legislador de manera oportuna, futurista y directa, genera axiomas puntuales y generalizados, cualquiera que sea la especialidad, los mismos que guardan estrecha relación con lo normado dentro de la normatividad sustantiva y adjetiva; en el caso concreto materia de estudio los principios procesales del derecho civil, tiene conexión entre las acciones generadoras de derecho reguladas en código sustantivo, con la finalidad de determinar los alcances, obligaciones y privilegios adquiridos a través de la pretención originaria.
Jimmy Mestanza Soria
18 junio, 2015 a 7:48 pmExcelente artículo sobre un tema sustancial al momento del estudio del derecho procesal civil. Estoy completamente de acuerdo con la posición que menciona, referido a que los principios son fundamentos, ya que se trata de una fuente supletoria utilizada en aquellas situaciones extra legales, pero nunca extra jurídica. Estos principios procesales nos sirven de guía, y son pilares básicos sobre los que se orienta una determinada concepción del derecho. No podría afirmarse que se trata de verdades inmutables, por su propia naturaleza relativa, y que definitivamente pueden modificarse en el tiempo.
Stephanny
7 septiembre, 2015 a 4:38 amEsto se basa en la constitución en el articulado 139 inciso 8 donde detalla sobre el principio de no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia que tenga la ley, dándonos como solución la aplicación de los principios generales del derecho y el derecho consuetudinario. Ahí está la base para aplicación de estos principios como una ayuda al derecho de manera general. A mi criterio el derecho reposa sobre la base de los principios general del mismo, estos son los pilares del derecho y lo ayudan al momento de interpretar correctamente una norma o cuando la ley tenga “lagunas” y estas no puedan quedarse sin resolver.
Precisamente con respecto al artículo 1 de nuestro título preliminar del CPC, tenemos lo que menciona el tribunal constitucional, refiriéndose a la tutela judicial efectiva como un “derecho constitucional de naturaleza procesal en virtud del cual toda persona o sujeto justiciable puede acceder a los órganos jurisdiccionales, independientemente del tipo de pretensión formulada y de la eventual legimidad que pueda, o no, acompañarle a su petitorio…”. Para mí en resumen la tutela jurisdiccional efectiva es el derecho que tenemos a acceder al órgano jurisdiccional para que se nos reconozca un derecho que creemos se nos está violentando. Y es aquí donde empieza el derecho, hablando en un concepto más cerrado.
El principio de dirección e impulso al proceso, es un principio que no está siendo aplicado actualmente como lo que es, un pilar del derecho. Hoy en día dejan este principio a las partes de un proceso cuando el encargado de cumplir con este principio es el juez, siendo este el director del proceso, quien debe promover el desarrollo correcto del proceso y lograr con ello resolver la Litis cumpliendo así con el articulo III del Título Preliminar donde nos habla del fin que tiene el proceso.
Con relación al artículo IV entro en una conflicto interno porque creo que el Estado debe velar por los intereses del individuo respetando los derechos de otros pero también creo que esto debe ser un trabajo conjunto entre el Estado, sus organismos y los mismos individuos, no solo dejar a los individuos que sean ellos los que inicien un proceso puesto que muchos de ellos desconocen de sus derechos y no se encuentran informados en ese ámbito. Obviamente el trabajo es sumamente amplio y no veo que el estado esté capacitado, hoy por hoy, para lidiar con algo así.
Por consiguiente los demás principios el detalle que falla en ellos es que no se es aplicado actualmente, su aplicación es deficiente y eso provoca el estancamiento del derecho. Su aplicación debe ser obligatoria porque como lo mencione antes, son los pilares del derecho, su base, precisamente principio significa el punto de donde nace o surge una cosa. Los principios son el inicio del derecho y es la base sobre la que debe trabajarse.
Stephanny Ortiz Cruz
Universidad Científica del Perú
Derecho Procesal III – ciclo VI
Alex
17 abril, 2016 a 7:42 amNecesito algunas recumendaciones y actualizarme en materia civil con modelos practicos
FERNANDO INGA
8 julio, 2016 a 12:27 amPor mi parte estoy muy agradecido, por los temas y contenidos que pubkican, ya que aportan en la formacion de buenos profesionales, complementando los conocimien tos recibidos de nuestros docentes en el aula.
GIAN BRANDON GRANDEZ VÁSQUEZ
7 octubre, 2016 a 3:46 amSolo para enfatizar que este artículo no se consigno el momento en que entra a operar el principio iura novit curia.
Si bien en el articulo VII: Juez y derecho, hace referencia al principio de congruencia, que el juez no puede ir más allá del petitorio ni fundar su decisión en hechos diversos de los que han sido alegados por las partes.
Considero la opinión de Caballenas que: “Se entiende por sentencia congruente aquella que es acorde y conforme con las cuestiones planteadas por las partes, ya las admitas o rechazadas, condenando o absolviendo. La exigencia de este requisito es declarada en la ley”. ( CABALLENAS, Guillermo (2003): Diccionario Enciclopédico de Derecho usual. Tomo VII pág. 376)
Lo que nos dice que las sentencias deben estar acorde con los hechos que las partes, han planteado; pero sin embargo se comete un atropello contra este principio de congruencia con las resoluciones, Citra petita (Cuando se deja de resolver sobre algo pedido ), extra petita (Cuando se otorga algo distinto a lo pedido) y ultra petita (Cuando se otorga más de lo pedido).
Retomando el principio iure novit curia:
En cuanto a la etimología la palabra curia deriva del latín curía, que se refiere al tribunal donde se tratan los asuntos contenciosos; La palabra novit significa conocer, y por ultimo la palabra iura, is que significa derecho, literalmente significaría: “EL TRIBUNAL CONOCE EL DERECHO” o el juez conoce el derecho.
Su aplicación no corresponde en la etapa postulatoria con la demanda, sino en la etapa decisoria, cuando el juez, sospeche que los hechos alegados por las partes, pertenezcan a otra figura o institución jurídica procesal.
UNIVERSIDAD CIENTIFICA DEL PERU
ALUMNO: GIAN BRANDON GRANDEZ VÁSQUEZ
CURSO: DERECHO PROCESAL CIVIL III
CICLO: VI
Karla Fiorella Linares Vásquez
22 febrero, 2017 a 5:06 pmEl principio a la tutela jurisdiccional efectiva, contenido en el artículo 1 del Título Preliminar del Código Procesal Civil, constituye la columna vertebral del derecho procesal en general, puesto que este principio le otorga a las partes la capacidad no solamente de ejercer el derecho de acción, sino también el de contradiccion, dentro del proceso.
Este pincipio a su vez recoge lo contemplado en el inciso 3 del artículo 139 de la Constitución, configurándose en un derecho fundamental de la persona.
Abundante jurisprudencia ha sido vertida por la Corte Suprema, sobre todo en lo referido al debido proceso, el cual es contemplado en este artículo, puesto que el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva forma parte fundamental del derecho al debido proceso.
Sobre ese punto la Corte Suprema señala que “El debido proceso implica que el juzgador al resolver la controversia que se suscita, lo haga con arreglo a derecho y en el marco del procedimiento preestablecido aplicando para ello los principios que inspiran el proceso” (Cas. N° 1972-01-Cono Norte, El Peruano, 02-02-2002)
Asimismo, la Corte Suprema conviene en señalar que “El debido proceso tiene por función asegurar los derechos fundamentales consagrados en la Constitución, dando a toda persona la posibilidad de recurrir a la justicia para obtener la tutela jurisdiccional de los derechos individuales, a través del procedimiento legal, en el que se da oportunidad razonable y suficiente de ser oído, de ejercer el derecho a la defensa, de producir pruebas y obtener una sentencia que decida la causa dentro de un plazo preestablecido en la ley procesal” (Cas. N° 3202-2001-La Libertad, El Peruano, 01-01-2002)
Basado en ese razonamiento, la Corte Suprema define al debido proceso como “[…] el derecho fundamental de los justiciables, el cual no solo permite acceder al proceso ejercitando su derecho de acción, sino también a usar los mecanismos procesales preestablecidos en la ley con el fin de defender su derecho durante el proceso y conseguir una resolución emitida con arreglo a ley” (Cas. N° 318-2002-Lima, El Peruano, 01-07-2002)
No cabe duda de la especial importancia que reviste el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva como componente esencial del derecho al debido proceso, puesto que los mismos son garantía de justicia para las partes, garantía de obtener una decisión con arreglo a la ley.
UNIVERSIDAD CIENTÍFICA DEL PERÚ
ALUMNA: KARLA FIORELLA LINARES VÁSQUEZ
CURSO: SEMINARIO TALLER DE DERECHO PROCESAL CIVIL
CICLO: XII
Alex Jesus Camacho Nuñez.
7 marzo, 2017 a 11:41 pmMuy interesante articulo y lo detalla y explica muy bien. Espero haya mas articulos haci para todos los interesados en la materia.