El uso de termoplástica usadas como parte de una instalación con paneles solares fotovoltaicos para la producción individual de electricidad para el propio consumo, es nueva técnica que se emplea para reducir la temperatura al interior de las habitaciones de una edificación; esta tecnología se plantea para aumentar el albedo gracias al característico color blanco que actúa reflejando la radiación solar.
Esta nueva técnica se emplea en la parte superior de un edificio. Su uso favorece al ahorro de energía, reducción de la huella de carbono por el no uso de aire acondicionado, además de la energía limpia producida para el autoconsumo. Debido a su resistencia y elasticidad se conserva por varios años lo que extiende su uso a diferencia de una cubierta convencional.
A continuación, tenemos el análisis de ciclo de vida de dos cubiertas termoplásticas, una beige y otra blanco.
Análisis del Ciclo de Vida: objetivos y alcance
El análisis del ciclo de vida es herramienta que permite investigar y evaluar los impactos ambientales de un producto o servicio durante todas las etapas de su existencia (extracción, producción, distribución, uso y desecho). Los ACV son cada vez más reconocidos como la mejor forma de evaluar el rendimiento de la sostenibilidad de los productos y sistemas. Gracias a esta herramienta se observó una efectiva relación costo-solución tanto en términos de la construcción inicial, los costes, la energía potencial y el ahorro de la huella de carbono asociados con la instalación de una membrana blanca reflectante.
Resultados
En los siguientes gráficos se muestran los ahorros en refrigeración/calefacción para ambas membranas. Existe un claro ahorro de energía con el uso de membranas reflectantes de color claro.
Los resultados de un sistema de techado tratado con color beige y otro con blanco demuestran ahorros significativos en comparación a un sistema de cubierta negro. En ambos gráficos se observa una relación directamente proporcional donde a mayor tiempo, es decir cuanto más años el uso, mayor es el ahorro de energía y como consecuencia de ello , mayor es la reducción de huella de carbono. Los ahorros potenciales tanto de energía como de carbono estimados superan los impactos en todo el ciclo de vida del sistema en menos de 5 años. Además, se calcula que con la membrana blanca se podrían ahorrar casi 8.000 GJ (Gigajoule) de refrigeración/calefacción de energía en comparación con la membrana de color beige en un período de 20 años.
Conclusiones
Bajo la premisa de reducción de impacto ambiental y costos económicos a corto y largo plazo, los resultados de este estudio son lo suficientemente sólidos para que se opte por la instalación de una membrana blanca de alta reflexión solar en lugar de la membrana beige o una membrana convencional.
BIBLIOGRAFÍA
- Sostenibilidad en cubiertas
- Sika