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Según la norma ISO 14040, el Análisis del Ciclo de Vida (ACV) es una técnica para la evaluación sistemática de los aspectos e impactos ambientales asociados a un producto en todas las etapas de su ciclo de vida, desde la adquisición de la materia prima, producción, uso y disposición final (es decir desde la cuna a la tumba) .
En la ilustración siguiente podemos apreciar el ciclo de vida de la palma, cuyas distintas etapas constan del vivero, la plantación, la cosecha del fruto, la extracción del aceite, la producción del biodiesel y por último su consumo.
En la ilustración siguiente podemos apreciar el ciclo de vida de la palma, cuyas distintas etapas constan del vivero, la plantación, la cosecha del fruto, la extracción del aceite, la producción del biodiesel y por último su consumo.
La metodología del ACV está desarrollada según la norma ISO 14040, consta de cuatro etapas, según la siguiente ilustración.
Objetivo general y alcance: Es importante definir desde un inicio el objetivo y el alcance del estudio, ya que influirá en las siguientes fases de la metodología y en el levantamiento de la información.
Una vez definido el objetivo del estudio es importante definir bien el alcance del proyecto, es decir los límites, que pueden ser desde la “cuna” a la “puerta”, es decir desde la extracción de la materia prima hasta la obtención del producto o desde la “cuna” a la “tumba”, es decir desde la extracción de la materia prima hasta la disposición final de residuo del producto.
Análisis del inventario: Consiste en una lista cuantificada de los recursos consumidos y de las emisiones durante el ciclo de vida del producto o servicio.
Análisis del impacto: En esta fase se asignan los datos procedentes del inventario a las diferentes categorías de impacto. Existen categorías intermedias de impacto ambiental, también llamadas midpoints, y categorías generales de impacto ambiental, conocidas como endpoints.
Aún cuando las categorías generales afectan directamente a la sociedad y son más relevantes y comprensibles a escala global, no existe un consenso científico para su cuantificación. Es por ello que se recomienda trabajar con las categorías intermedias, que cuentan con información detallada y con modelos más exactos aprobados por grupos científicos.
Una vez definido el objetivo del estudio es importante definir bien el alcance del proyecto, es decir los límites, que pueden ser desde la “cuna” a la “puerta”, es decir desde la extracción de la materia prima hasta la obtención del producto o desde la “cuna” a la “tumba”, es decir desde la extracción de la materia prima hasta la disposición final de residuo del producto.
Análisis del inventario: Consiste en una lista cuantificada de los recursos consumidos y de las emisiones durante el ciclo de vida del producto o servicio.
Análisis del impacto: En esta fase se asignan los datos procedentes del inventario a las diferentes categorías de impacto. Existen categorías intermedias de impacto ambiental, también llamadas midpoints, y categorías generales de impacto ambiental, conocidas como endpoints.
Aún cuando las categorías generales afectan directamente a la sociedad y son más relevantes y comprensibles a escala global, no existe un consenso científico para su cuantificación. Es por ello que se recomienda trabajar con las categorías intermedias, que cuentan con información detallada y con modelos más exactos aprobados por grupos científicos.
Interpretación: En esta fase se realiza el análisis y se elabora las conclusiones y recomendaciones para la toma de decisiones relacionado al objetivo y alcance del estudio.
Esta herramienta se puede aplicar para la toma decisiones en la vida cotidiana, en el contexto empresarial y en el desarrollo de políticas gubernamentales y sectoriales. En este sentido, la legislación peruana a través del artículo 75 de la Ley General del Ambiente, indica que el titular de operaciones debe adoptar prioritariamente medidas de prevención del riesgo y daño ambiental y protección ambiental que corresponda en cada una de las etapas de sus operaciones, bajo el concepto de ciclo de vida de los bienes que produzca o los servicios que provea .
Esta herramienta se puede aplicar para la toma decisiones en la vida cotidiana, en el contexto empresarial y en el desarrollo de políticas gubernamentales y sectoriales. En este sentido, la legislación peruana a través del artículo 75 de la Ley General del Ambiente, indica que el titular de operaciones debe adoptar prioritariamente medidas de prevención del riesgo y daño ambiental y protección ambiental que corresponda en cada una de las etapas de sus operaciones, bajo el concepto de ciclo de vida de los bienes que produzca o los servicios que provea .