Sobre Sócrates

(1) Sócrates se encontraba en la cárcel esperando a ser ejecutado. Un día oyó cómo otro prisionero cantaba una difícil y poco conocida canción del poeta Stesichoros.
Sócrates pidió a su compañero que le enseñara aquella canción.
-¿Para qué?, le preguntó el otro.
-Para que pueda morir sabiendo una cosa más, fue la respuesta del gran filósofo.
(2) Muchos modernos autores de la autoayuda hablan de la importancia de tener una actitud mental positiva. Sin embargo, muchos ignoran que el bueno del filósofo Sócrates ya era un pionero en esta cuestión…

Se cuenta que la esposa de Sócrates, Xantipa trataba muy mal al filósofo. Tanto es así que sus correligionarios le espetaban:
-¿Por qué no te separas de ella?
Y él respondía:
-Estar junto a ella me curte ante la dureza de la vida.

En otra ocasión, tras una acalorada discusión (que mas bien debería ser llamada “monólogo” de Xantipa). Sócrates no pudo más y salió de la casa. Al verse hablando sola Xantipa montó todavía más en cólera y le arrojó por la ventana un cubo de agua, los transeuntes al ver al prominente ateneo mojado se echarón a reir y el mismo Sócrates acabo por dar rienda suelta a una carcajada prolongada luego de haber dicho: “tenía que suceder, tras los truenos, siempre viene la lluvia”

(3) En los últimos días de vida Sócrates recibió visitas de todos sus discípulos y amigos que le ofrecieron una y otra vez planes de huida para salir de Atenas, hasta los guardias habían sido sobornados, el único que nunca dio su brazo a torcer fue Sócrates, al que le parecía una inmoralidad violar la ley que se había establecido para todos los atenienses. El día de su muerte su mujer desesperada le grito “Pero si tu no eres culpable” a lo que Sócrates respondió ¿Preferirías que lo fuera?