Hace algunos años leí “Trust”, La Confianza, de Francis Fukuyama, donde trata de dar explicación el mencionado autor, el porqué pueblos con aparente limitaciones de recursos han llegado a niveles de desarrollo superiores que otros teniendo preciados territorios no lo han podido, anexo una pequeña historia sobre algo que inconfundiblemente algunos de los líderes de éstos pueblos aprendieron a akilatar, la autoridad.
…Para complacer a un funcionario, en cierta ocasión Abraham Lincoln firmó una orden de traslado de ciertos regimientos. El Secretario de la guerra, Stanton, convencido de que el Presidente había cometido un grave error, se negó a cursar dicha orden. Y, por si fuera poco, añadio: ¡Lincoln está loco!.
Cuando se lo contaron a Lincoln, éste dijo: Si Stanton ha dicho que estoy loco, debo de estarlo, porque él tiene razón casi siempre. Tendré que ir con cuidado y estudiarlo detenidamente.
Y esto fue exactamente lo que hizo. Stanton le convenció de que la orden era un error, y Lincoln se apresuró a revocarla. todo el mundo sabía que una parte de la grandeza de lincoln residía en su manera de aceptar las críticas. (FIN)
Estoy convencido que la ley del profesorado no es perfecta, pero tambien que es el mejor intento de los ultimos años de mejorar la educación en nuestro país. Lo lamentable es la forma torpe de vender sus propuestas la de este gobierno.