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No quiero tu piropo, quiero tu respeto.

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Dentro del movimiento feminista se han elaborado una serie de frases a fin de combatir el acoso sexual en los espacios públicos. Hay dos que particularmente nos llaman la atención:
-Yo me visto para mi
-No quiero tu piropo, quiero tu respeto
Pasemos a analizar el segundo de los mencionados
Aquí se presenta la confusión entre el piropo y el acoso sexual ocurrido en espacios públicos. El primero, según la Real Academia de la Lengua Española, es el “dicho breve con que se pondera alguna cualidad de alguien, especialmente la belleza de una mujer”, mientras que, conforme a lo señalado en la ley peruana,-Ley 30314- el acoso sexual en espacios públicos es “la conducta física o verbal de naturaleza o connotación sexual realizada por una o más personas en contra de otra u otras, quienes no desean o rechazan estas conductas por considerar que afectan su dignidad, sus derechos fundamentales como la libertad, la integridad y el libre tránsito, creando en ellas intimidación, hostilidad, degradación, humillación o un ambiente ofensivo en los espacios públicos”
En base a lo señalado ¿puede equiparase un piropo a un acto de acoso sexual? En principio consideramos que no, sin embargo, para muchas mujeres, la línea que los separa se vuelve bastante tenue en determinados casos. Así, tengamos presente que diariamente miles de ellas son víctimas, por parte de una pluralidad de sujetos activos, de gestos y palabras que hieren su sensibilidad. Muchas de estas manifestaciones tienen una clara connotación sexual mientras que otras no. Por ejemplo si el emisor enuncia la grosera frase “Que rico culo”, la connotación sexual es clara, además que se constata la vulneración de una serie de derechos fundamentales. Pero qué pasaría con el siguiente enunciado: “Tus ojitos me enamoran”
¿Tendría una connotación sexual?
¿Podría argumentarse que afecta derechos fundamentales de la receptora?
Tanto jurídica como fácticamente consideramos negativa la respuesta a ambas interrogantes; sin embargo para muchas mujeres sí se trataría de acoso sexual pues se estaría invadiendo su libertad y su integridad mediante una frase que ellas no han pedido ni quieren escuchar. Es a partir de este desproporcionado raciocinio de donde se construye la frase cuestionada “No quiero tu piropo, quiero tu respeto” identificándolo con el acoso sexual.
Somos seres sociales racionales con capacidad de análisis, por tanto respecto de un mismo hecho social, tendremos una disparidad de opiniones dependiendo de una serie de factores y el tema del cual venimos hablando no viene a ser la excepción; “No quiero tu piropo, quiero tu respeto”, genera confusión dentro del movimiento feminista debido a que se equiparan conceptos claramente diferenciados semánticamente para atacar un mismo problema. Así, al interiorizar la consigna aludida, muchas mujeres vendrán a juzgar de la misma manera una frase dirigida hacia ellas tenga o no connotación sexual; por tanto el cursi piropo: “No sabía que las flores caminaban” será tan desvalorado como el clarísimo acto de acoso sexual ejemplificado en la frase: “Quiero que me chupes la pinga”. En consecuencia, colocar en un mismo saco una adulación que un insulto podrá conllevar a que casi toda manifestación de la libertad de expresión pueda ser interpretada como acoso sexual, cayendo en saco roto las diversas denuncias que puedan realizar las afectadas.
Sobre lo señalado, pongamos un ejemplo; supongamos que una mujer va caminando por la calle y se lanza el siguiente enunciado en tono amigable:
“Están lloviendo ángeles”
¿Podría calificarse como acoso sexual?
Consideramos que no, pues se trata de un enunciado ausente de connotación sexual. Ahora bien, supongamos que la amigable frase proviene de dos sujetos activos distintos, uno muy parecido físicamente al popular cómico “Cachay” mientras que el otro al actor Ryan Goslin
¿La receptora del enunciado responderá de la misma forma en ambos casos?
¿En qué caso considerará que se trata de acoso sexual y en cual de un piropo o cortejo?
¿En qué caso tendrá la intención de realizar una denuncia y en cual lo tomará como una simple anécdota?
El 13 de agosto de 2016 se desarrolló la multitudinaria marcha “Ni Una Menos”, en la cual pudimos ver gran cantidad de carteles con el título del presente escrito (1); entre las batucadas, pudimos visualizar a una vieja amiga, a quien llamaremos Vanesa, la cual portaba uno de ellos, la misma que, luego de la larga caminata, mientras cruzaba el jirón Quilca rió coquetamente cuando un chico italiano, que también participó de la marcha, la llamó “princesa bonita”
Al día siguiente, cuando pregunté el porqué de su cambiante proceder respondió:
“Es que fue un piropo respetuoso de un chico lindo”

(1) Desgraciadamente también pudimos visualizar una pancarta con el irracional lema: “No quiero tu piropo quiero que te mueras”

Huérfano de padre vivo

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Raúl Salas y Fiorella Díaz iniciaron una relación de enamorados en enero de 2015, la cual tuvo más bajas que altas, por lo que terminaron por separarse en la segunda mitad de 2016, mismo año, específicamente en setiembre, en que Raúl empezó a ejercer su soltería nuevamente y conoció a Libertad con quien poco después iniciaría una relación amorosa.
Libertad parecía ser la persona que tanto ansiaba, llenando su espíritu de amor y de una inusitada esperanza, sin embargo, la vida, siempre sarcástica, le tendría reservada una germinal sorpresa.
Una noche, mientras se alistaba para salir con su nueva enamorada, Fiorella lo llamó para decirle que estaba embarazada y que el hijo que esperaba era de él.
Así, desde un primer momento y a pesar de la compleja relación que tendría con su ex enamorada a raíz del niño por nacer, se propuso ser un padre responsable y amoroso, tal como lo habían sido con él, por lo que decidió citarla en una pollería para acordar como desenvolverse en esa nueva etapa.
En aquel almuerzo, Raúl le ofreció cumplir como padre tanto económica como psicológicamente; empero de las palabras de Fiorella comprobó inmediatamente que ella veía el nacimiento del niño como la oportunidad de retomar la relación, lo cual el rechazó de plano, obteniendo como respuesta, una interrogante:
¿Para esto me invitaste a comer?
En vista de lo ocurrido, Fiorella decidió cortar todo tipo de comunicación tanto física como virtual con Raúl, quien tuvo que hacer denodados esfuerzos por averiguar sobre su situación y obviamente por la del niño por nacer. Así, en repetidas ocasiones, además de bombardear con mensajes su correo electrónico-pues había apagado su celular de forma indefinida- fue a buscarla a su domicilio-donde nunca le abrieron la puerta-, a su universidad-donde sus amigos no le permitieron verla- y a su centro de labores, en el cual le dijeron que había renunciado.
Por el octavo mes de embarazo, cuando ya Raúl tenía los nervios destrozados al no saber del próximo nacimiento, su ánimo mejoró levemente al constatar que Fiorella le había enviado un correo electrónico donde decía:
El niño está próximo a nacer, necesitamos tranquilidad, estoy bien, luego de su nacimiento, me comunicaré contigo
Por lo que a Raúl solo le quedó esperar, lo cual hubiera hecho toda la vida si es que, Israel, su mejor amigo no le dijera un 02 de junio de 2017 que ya era papa pues su hijo había nacido unos días atrás.
Al día siguiente, Fiorella le envió un mensaje desde un correo nuevo donde le decía:
Quiero criar sola a mi hijo, no te necesito en nuestras vidas, además lo he registrado con mis apellidos por lo cual no tienes ningún derecho.
Ante tal declaración, decidió ir a la casa de la ahora madre a fin de pedirle explicaciones, dándose con la sorpresa de que le permitieron entrar, pero a la vez confirmando que era la continuación de más tribulaciones pues fue interpelado por toda la familia con el denominador común de una supuesta irresponsabilidad, cobardía, poca caballerosidad y abandono del menor.
Aquella vez, Raúl se sintió desgraciado, condición que desapareció inmediatamente al poder por fin conocer a Luisito, el ser maravilloso que solo en sus sueños más hermosos pudo haber imaginado. Si hasta ese momento, su ideal de belleza era el de una mujer contemporánea, al verlo sintió otra clase de amor, uno más puro y celestial y por el que, a diferencia del otro tipo, lucharía incansablemente.
Al tenerlo pegado a su pecho, pudo soportar sin problema alguno las críticas que se sucedían, siendo su suegra en los hechos, quien añadió que tenía que hacer méritos para permitirle reconocer al niño. Lo que siguió fue una mirada de desprecio de la madre de Luisito y del tío de este, que lo arrebataría de sus brazos para sacar a empellones a quien consideraban un invasor.
En días posteriores, Fiorella desbloqueo su cuenta de WhatsApp para requerirle los alimentos que necesitaba el niño y decirle que lleve el dinero en efectivo al trabajo de sus padres, pues debido a la atención que prodigaba a Luisito, no podría retirarlo si es que le depositaba en alguna cuenta bancaria.
En los meses siguientes, cada día siete, Raúl se presentaría religiosamente a dejar el dinero al negocio de los padres de Fiorella, donde las miradas de acusación se hacían presentes y donde aquellos solo atinaban a decirle: Gracias
Así, Raúl sería un padre en los hechos; a pesar que Luisito no estaba registrado como su hijo, destinaba un dinero de su sueldo para él, con lo cual cumplía con su deber económico más no con el moral y emocional.
Le escribió a Fiorella muchas veces para regularizar la situación y pedirle ver al niño pues su familia quería conocerlo. Al no encontrar respuesta nuevamente, al dejar dinero el mes siguiente, solicitó a la abuela de su hijo para que interceda por él, quien solo atinó a contestar: Recuerda, estas a prueba.
Los meses estaban próximos a formar un año, por lo que desesperado porque no veía a su primogénito y avizorando que no estaría presente en su primer cumpleaños, dejo de ir a dejar el dinero a fin de intentar alguna solución satisfactoria.
Trece días antes del primer cumpleaños de Luisito, un agente policial llamó a la puerta del domicilio de Raúl para entregarle un documento que le hicieron firmar rápidamente. Al leerlo constato que se trataba de un documento judicial donde se otorgaban medidas de protección a favor de Fiorella basadas en la Ley 30364 “Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar”, pues Raúl habría cometido violencia psicológica al, según ella, haberla acosado virtualmente.
De la elegiaca historia de Raúl, podemos extraer las siguientes conclusiones:
1. Si bien es el padre de Luisito, Fiorella al haber registrado al niño como su hermano ha procedido con una evidente mala fe pues no solo atenta contra los derechos del padre, sino también, y principalmente, contra los de su propio hijo.
Para el primer caso, a Raúl se le impide ejercer la paternidad yendo en contra de lo señalado en el Art. 6° de la Constitución Política:
La política nacional de población tiene como objetivo difundir y promover la paternidad y maternidad responsables. Reconoce el derecho de las familias y de las personas a decidir. En tal sentido, el Estado asegura los programas de educación y la información adecuados y el acceso a los medios, que no afecten la vida o la salud.
Es deber y derecho de los padres alimentar, educar y dar seguridad a sus hijos.
(…)
Pero quien ve más afectados sus derechos es el menor, tal como se desprende de lo señalado en el Código del Niño y el adolescente:
Artículo 3º.- A vivir en un ambiente sano. – El niño y el adolescente tienen derecho a vivir en un ambiente sano y ecológicamente equilibrado.
Artículo 4º.- A su integridad personal. – El niño y el adolescente tienen derecho a que se respete su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar
(…)
Artículo 6º.- A la identidad. – El niño y el adolescente tienen derecho a la identidad, lo que incluye el derecho a tener un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus padres y llevar sus apellidos. Tienen también derecho al desarrollo integral de su personalidad.
Es obligación del Estado preservar la inscripción e identidad de los niños y adolescentes, sancionando a los responsables de su alteración, sustitución o privación ilegal, de conformidad con el Código Penal.
En caso de que se produjera dicha alteración, sustitución o privación, el Estado restablecerá la verdadera identidad mediante los mecanismos más idóneos.
(…)
Artículo 8º.- A vivir en una familia. – El niño y el adolescente tienen derecho a vivir, crecer y desarrollarse en el seno de su familia.
El niño y el adolescente que carecen de familia natural tienen derecho a crecer en un ambiente familiar adecuado.
El niño y el adolescente no podrán ser separados de su familia sino por circunstancias especiales definidas en la ley y con la exclusiva finalidad de protegerlos.
Los padres deben velar porque sus hijos reciban los cuidados necesarios para su adecuado desarrollo integral
2. Raúl, dentro de su buena fe-e ingenuidad- ha estado dando dinero a su hijo a través de los abuelos maternos del mismo, esperando la voluntad de Fiorella de permitirle reconocer al menor, lo cual se traduce en una evidente afectación de la esfera psicológica y moral del padre.
3. Al otorgar dinero no a la madre, sino a los abuelos, Raúl podría estar condenándose en vista que:
– No sabe si efectivamente el dinero va para los alimentos de Luisito
– En caso inicie un proceso judicial, cómo probaría que efectivamente otorgó dinero para los alimentos del menor?
4. El aprovechamiento de la Ley 30364 por parte de Fiorella; ley a todas luces inconstitucional tal como se demuestra en el caso presente, pues:
– En el auto final entregado por la policía, se constata que impusieron medidas de protección a favor de Fiorella sin permitir que Raúl ejerza su derecho fundamental a la defensa.
– La Ley 30364 es la concretización del derecho penal del enemigo representado por el supuesto “hombre violento”; tan es así que Raúl, en los hechos, ya está condenado, pues tiene que esperar un tiempo nada prudencial para poder defenderse legalmente de las acusaciones de Fiorella, así como para ver a su hijo.
– La mejor muestra de la inconstitucionalidad de la ley, es el hecho que a partir de la declaración de una mujer (Fiorella), Raúl viene a ser culpable puesto que se le impuso acudir a terapia psicológica obligatoria-como si se tratara de una persona violenta- para lo cual tendrá que acercarse al Centro de Atención Institucional (CAI) más cercano a fin de concretar una cita.
– A través de esta falsa denuncia, que transgrede el principio de presunción de inocencia, la más grave consecuencia para Raúl será el no poder ver a su hijo por un tiempo indefinido.
El 24 de mayo de 2018, Luisito cumplió su primer año, para lo cual Fiorella organizó una fiesta a la cual Raúl acudió como observador lejano. Agazapado, miraba la puerta de entrada a un evento del cual no formaría parte; acto seguido, divisó que llegaban personas disfrazadas de personajes de los míticos “Looney Tunes”, por lo que por un momento pensó en robarle el traje a alguno y hacer un símil a esa vieja película llamada “Mrs Doubtfire”; sin embargo alcanzó a ver a uno de los hermanos de Fiorella, por lo que, ante el temor de trasgredir lo dispuesto por el juzgado, emprendió pronta retirada, sintiendo un devastador dolor por el hecho de no poder estar ese especial día junto al ser al que juró amar, dolor que podría empezar a desaparecer cuando la justicia deje de ser víctima de la ley.

Maddie

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El primer obstáculo había sido sobrepasado estratégicamente ante un ejército enemigo, que ni siquiera, ante los más bienintencionados intentos de paz, había sido capaz de llegar a un acuerdo por el bien mayor; así pues, la constante guerra que torno mi vida desmedidamente lúgubre, se ve ahora contrastada con un ambiente multicolor, festivo, desbordante, cuyo centro, por el momento, me era muy difícil conquistar
Se trataba de un conflicto armado desigual, algo parecido al suscitado entre Argentina e Inglaterra a principios de los ochentas, sin embargo, tenía la esperanza que se produjera un milagro como ocurrió con el país del Sudeste Asiático contra el de las barras y las estrellas, por lo que me acople recientemente a un pelotón que padecía mí mismo sufrimiento, padres que, con el aval de las peores facetas del Leviatán, les impedían ver a sus hijos; padres quienes al conocer de mis razones, no dudaron en ofrecerme el uniforme para el perfecto camuflaje.
Faltaba poco para el acto principal, mientras tanto solo busco al objetivo, a la prisionera más hermosa que, debido a la información del departamento de espionaje, poco a poco internalizaba que su protector no estaría ese día ni los restantes.
Estaba hermosísima, angelical, inalcanzable, con un vestido morado que combinaba con los zapatos de charol que tanto le gustaban y contenta, inconmensurablemente contenta pues sabía que era su día, que eran ya cuatro años de vida
Había crecido ligeramente, su cabello crespo se había tornado uniforme y esa sonrisa, esa prístina sonrisa que me hacía ascender a los cielos, hacía que sus cachetes fueran más pronunciados, mostrando una tierna carita celestial.
Imposible no llamar su atención, imposible no saber que quiere venir a abrazarme, no por tratarse de mi persona, sino por ser el muñeco que tanto le gusta y dentro del cual me encuentro, disfraz idóneo que me permite, después de tanto tiempo, tenerla cerca de mí.
– Mickey, Mickey- grita y viene corriendo para abalanzarse y abrazarme fuertemente mientras me llena de besos, tornándonos en esa unidad que jamás debió quebrarse y que solo pudo ser destruida por obra del Estado agresor que roció bombas de racimo en nuestra relación
Quiero llevarla conmigo, rescatarla de las manos de la alienadora, pero ello significaría la derrota total y el aumento de la constante tortura.
– Ya van a empezar con el show- señaló la ahora jefa de una supuesta familia monoparental, quien me mira con cierto recelo y toma a nuestra hija de la mano para llevarla a saludar a las tropas que se asoman.
– Mickey-grita la hermosa Maddie como queriendo que vaya con ella
– Pronto mi amor, muy pronto- digo en mi mente mientras contengo las lágrimas y agradezco que, al menos por unas horas, mi existencia volvió a tener sentido.

La infame publicidad de Everlast. Segunda parte

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El mal llamado acoso sexual callejero constituye un acto denigratorio de la dignidad de quien lo padece y violatorio de una serie de derechos fundamentales consagrados en la Constitución Política y en los Tratados. La Ley 30314 de 5 de marzo de 2010 denominada “Ley para prevenir y sancionar el acoso sexual en espacios públicos” viene a ser la concreción normativa de una larga lucha que está muy lejos de terminar, lucha que, lamentablemente, tuvo un episodio particularmente infame: El spot publicitario de la empresa Everlast.

A continuación las razones:

2. Se trata de una publicidad que atenta contra el principio de adecuación social

El Decreto Legislativo 1044, Ley de represión de la competencia desleal, señala en el decimoctavo artículo que los actos contra el principio de adecuación social consisten en la difusión de publicidad que tenga por efecto:

a) Inducir a los destinatarios del mensaje publicitario a cometer un acto ilegal o un acto de discriminación u ofensa por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de cualquier otra índole

Tal como señalamos en la parte inicial del vídeo, luego de la lisura de Natalia Málaga por la mirada “acosadora” del hombre, acelera el vehículo en forma de guante para realizar el ademán de querer atropellarlo e inmediatamente señalar: “Que ganas de hacer volar a estos acosadores” Posteriormente en el “Caso 1” entre otras lisuras dice:

“Para meterle una cachetada a este conchadesumadre” y cuando la actriz que funge de madre golpea con su cartera al actor que hace de hijo, lo celebra imitando el sonido del golpe

En el “Caso 2” vendría a señalar: “Sácate la peluca y cagalo al huevon, tremendo zángano”

Nos encontramos entonces ante un contenido claramente violento que llega a millones de espectadores a través de los medios de comunicación (1). Si bien lo pronunciado por los “hijos” es grosero y despreciable, la publicidad, a través de su protagonista, insta a la agresión física, de forma también grosera, de los sujetos activos y hasta la celebra como si ello fuera la solución al problema (2).

A la par de ello, analicemos el lenguaje visual, la frase al inicio del vídeo “que ganas de hacer volar a estos acosadores” se ve estratégicamente atenuada por los papeles que llevaba el varón; sin embargo en el contexto descrito, “hacer volar” equivale perfectamente a “atropellar” o “matar” al varón que mira a la mujer que camina.

En consecuencia, el mensaje de la publicidad es, se trate o no de acoso sexual en espacios públicos, tomar la “justicia” por cuenta propia.

Mientras tanto INDECOPI brilla por su ausencia.

(1) Tradicionales y no tradicionales.

(2) Lo cual además de irracional es desproporcional.

La infame publicidad de Everlast

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El mal llamado acoso sexual callejero (1) constituye un acto denigratorio de la dignidad de quien lo padece y violatorio de una serie de derechos fundamentales consagrados en la Constitución Política y en los Tratados. La Ley 30314 de 5 de marzo de 2010 denominada “Ley para prevenir y sancionar el acoso sexual en espacios públicos” viene a ser la concreción normativa de una larga lucha que está muy lejos de terminar, lucha que, lamentablemente, tuvo un episodio particularmente infame: El spot publicitario de la empresa Everlast.

A continuación las razones:

1. Se presenta una evidente confusión de términos

Así como se muestran claras imágenes de acoso sexual- por ejemplo cuando los hijos lo realizan con sus “irreconocibles” madres-existen otras donde se muestran a varones mirando mujeres en la calle. Al iniciar el vídeo, la protagonista, al notar que el hombre de corbata mira a la chica pronuncia: “Mañoso de mierda” -la lisura está censurada como casi todas las que siguen en el vídeo- e incluso acelera la movilidad realizando el ademán de querer atropellarlo. Más adelante, del minuto 2:58 a 3:02 se observa a un adulto mayor y a un joven adulto también mirando a mujeres.

Ahora bien, en ninguno de los tres casos se tratan de miradas que puedan calificarse de invasivas, amenazantes y/o por así llamarlo “pervertidas”, más aun ni siquiera las supuestas víctimas se percatan que son observadas. Por tanto, el vídeo termina por colocar en un mismo nivel una grosería como “Que rico calzón” que una mirada, la cual no podría ser considerada como acoso sexual (2), más aun la Ley 30314 ni siquiera lo llega a considerar como una manifestación de este (3), con lo cual , se genera confusión en los espectadores (4) sobre qué es y que no, acoso sexual en espacios públicos.

Finalmente, en el segundo 35 así como en los minutos 2:55 y 3:03, debido a la narración de la ex deportista, no se escucha lo que dicen los emisores, aunque de la actitud de los mismos en el segundo y tercer caso se puede colegir que se trataría efectivamente de acoso sexual, lo cual no resultaría tan sencillo de dilucidar en el primero.

En conclusión, además de tratarse de una publicidad agresiva y antisocial (5) se fomenta la desinformación al equiparar miradas con manifestaciones concretas de acoso sexual.

(1) El nombre correcto es el de la Ley 30314 “Ley para prevenir y sancionar el acoso sexual en espacios públicos”.

(2) Nos referimos a observar, mirar y no a gestos obscenos que pueden realizarse a la vez que se mira a la acosada como puede ser sacarle la lengua de forma lujuriosa.

(3) El Art. 6 de la ley señala las manifestaciones del acoso sexual en espacios públicos

(4) Tanto varones como mujeres, consumidores directos e indirectos al fin y al cabo.

(5) Lo cual será desarrollado mas adelante

Desnaturalizando la igualdad. Ensayos críticos sobre el feminismo moderno.

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Los movimientos sociales cambian a través de los tiempos por lo que pueden plantearse nuevas metas o prioridades, lo cual no esta prohibido siempre que no se transgredan los grandes ideales que los sustenten y viabilicen.
En la actualidad sin embargo, un movimiento otrora justo y legitimo ,ha trastocado sus postulados iniciales para transformarse en un espejismo de si mismo. Así, ¿puede el feminismo señalar que lucha por la igualdad entre hombres y mujeres, si avala y promueve leyes que acogen el derecho penal del enemigo hacia aquellos, destruyendo el principio de presunción de inocencia? ¿si utiliza y manipula normas que aparten a los hijos de sus padres? ¿si no evalúa y critica las estructuras sociales tradicionales que le permiten obtener muchas ventajas? ¿si no pone en debate el tema de la violencia hacia el hombre?
“Desnaturalizando la igualdad”, es el titulo de una recopilación de ensayos que pone en evidencia como el principio que reconoce la equiparación, ha sido violentado de forma dramática por un movimiento que parece haber transmutado irremediablemente.

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ENSAYOS SOBRE LA REALIDAD DESBORDANTE

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¿ Cual es la opinión de los jóvenes sobre el trauma peruano llamado “Sendero Luminoso? ¿Puede la simpatía por un determinado equipo de futbol traspasar las fronteras nacionales? ¿A que edad el ser humano puede ejercer su preferencia sexual? ¿Existe una forma correcta de hablar? ¿Cuánto de verdad hay en la frase feminista “Yo me visto para mi”? ¿Cuál puede ser el verdadero significado de un símbolo patrio? ¿Qué entendemos por especismo?
“Ensayos sobre la realidad desbordante” nos presenta una serie de textos donde se analizan diversos problemas del ámbito social; manuscrito que tiene como objetivo que el lector reexamine su ubicación y postura ante cuestiones bastante polémicas y de dificultosa resolución.
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CUENTOS PEROGRULLESCOS

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La melancolía del día a día, las consecuencias de una guerra no declarada, la reflexión ante un amor del pasado, la complicada relacion con quien debería protegerte, un cuasi Estado que se cae a pedazos, la discriminación sufrida en diferentes niveles, el combate ante una vida que se apaga, la exposición por rescatar a un ser especial, el fin de la mejor etapa de la vida, son entre otras las historias que conforman este libro.
“Cuentos perogrullescos” presenta episodios y situaciones vividas y padecidas por diversos personajes, donde se mezclan la incertidumbre y la desesperanza pero también la lucha y la redención; historias que tienen como denominador común mostrar que, en tiempos actuales, lo evidente no siempre va aparejado a lo nítido.
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El verdadero equipo del pueblo

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El mito más grande que existe respecto a los dos principales equipos de fútbol peruano es el referido al supuesto enfrentamiento entre “negros y blancos”, “discriminados y discriminadores”, “pobres y ricos”, “desfavorecidos y privilegiados”, debido ello a que no se han revisado y analizado detalladamente los factores y hechos respecto del surgimiento y la formación de la identidad de tales equipos y sus seguidores.
Para demostrar lo que señalamos, trasladémonos al año 1918 en Argentina, escenario donde los estudiantes de la universidad nacional de Córdoba enarbolaron la lucha por la reforma universitaria, la cual tenía como finalidad cambiar para mejor a la universidad pública, así como replantear su relación con la sociedad y sus conflictos.
Un año después, estos pensamientos fueron importados por los estudiantes universitarios peruanos, quienes demandaron por la libertad de cátedra, la autonomía universitaria, la cátedra paralela y la necesidad de vincular a las universidades con la realidad nacional, reclamos suscitados en el mismo año en que Augusto B. Leguía ascendía al poder bajo el concepto de “Patria Nueva” , quien supuestamente se identificó con los reclamos de los estudiantes y de la clase trabajadora e incluso apeló al nacionalismo de muchos sectores de la población, al decir que recuperaría Arica y Tarapacá.
Sin embargo, la ilusión de cambio para mejor se transformó en desazón, pues a lo largo de su mandato, atentó contra la libertad de prensa, suprimió los gobiernos locales, acabó con la oposición en el Congreso, encarceló a muchos de los críticos de su gobierno-algunos incluso fueron asesinados-se firmó el desastroso laudo de París para los intereses del Estado, se cedió a perpetuidad los ferrocarriles a la empresa inglesa “Peruvian Corporation”, entre otros. Para 1924, reformó la Constitución para así poder reelegirse hasta 1929, año en el cual nuevamente la reformo a fin de ser reelegido para un tercer periodo.
En base a lo dicho, la dictadura de Leguía estuvo marcada por la sucesión de rebeliones por motivos que iban desde impedir su reelección, sacarlo del poder o las que organizaron los indígenas de distintas regiones en contra de la Ley de Conscripción Vial y el enorme abuso que representaba el gamonalismo.
Fueron años turbulentos, en los cuales el descontento por parte de muchos sectores sociales era notorio, siendo uno de ellos los estudiantes universitarios a nivel nacional, lo cual se vio reflejado en el primer clásico del fútbol peruano.
Se habla que quienes conformaban al equipo merengue eran los ricos, los blancos, los llamados “pitucos”, los cuales se enfrentaban a los negros, los pobres, los humildes; léase los de arriba contra los de abajo, la aristocracia contra el pueblo. Justamente es esta última palabra la que queremos analizar puesto que desde las ciencias sociales y en el habla popular se ha tomado el concepto “pueblo” de forma sesgada. La Real Academia de la Lengua Española señala al respecto, lo siguiente:
1) Población de menor categoría
2) Gente común y humilde de una población
Son estas dos definiciones las que son acogidas por mayoría, siendo que para el presente escrito optamos por una tercera, también ofrecida por la institución:
Conjunto de personas de un lugar, región o país.
Siguiendo esta definición, todos conformaríamos el pueblo, independientemente de la clase social, raza u otra diferenciación que sea pertinente
En base a la definición aprehendida, volvamos a la historia. El equipo crema fue fundado por la Federación de Estudiantes del Perú que congregaba, valga la redundancia, a estudiantes de Arequipa, Cuzco, Ayacucho, la Libertad y Lima, los mismos que al estar influenciados, tal como señalamos en líneas precedentes, por la reforma universitaria producida en Argentina, buscaban para Perú un cambio para mejor a todo nivel, empero la dictadura no lo permitiría, provocando y consolidando en los jóvenes idealistas, una enorme ojeriza hacia Leguía y lo que él representaba.
En este contexto, para la fecha del primer clásico del fútbol nacional, se enfrentaba un equipo que deseaba mantener el orden de las cosas y uno que quería subvertirlo. Alianza Lima fue enormemente favorecido por Focion Mariátegui, asesor y hombre clave del entonces dictador Augusto B. Leguía, tal como el mismo reconoció en una entrevista realizada por Cesar Miro con ocasión de los cincuenta años de fundación del equipo blanquiazul, entrevista en la cual señaló textualmente: “fundado el club, los muchachos se apersonaron a mí manifestándome que había sido nombrado presidente honorario. Acepté gustoso el cargo y me dediqué íntegramente a laborar por el club consiguiéndoles una serie de cosas útiles” (1), siendo claro ejemplo de ello el hecho de interceder para que pueda acceder al futbol formal a pesar de tratarse de un equipo barrial
Lo que venimos diciendo, es de particular importancia puesto que históricamente son las clases dominantes, los de arriba, lo que se alían con el poder de turno a fin de lograr que se mantengan sus privilegios; empero también muchos gobiernos autoritarios han recibido el apoyo de las clases populares con quienes desarrollaron el clientelismo político concediendo favores, dádivas y o regalos nimios a cambio de incondicional apoyo, ejemplo de ello lo encontramos con Pinochet en Chile, Chávez en Venezuela y Fujimori en Perú.
Por tanto, la rígida dicotomía se desvanece al constatar que el equipo que era auspiciado por el detentador del poder era Alianza Lima; así Focion Mariátegui, viene a ser una especie de padrino, que no ayudaba sin condiciones como la figura presupone, sino a cambio de favores mutuos, teniendo en consideración la forma de gobernar de quien se hacía llamar “El gigante del Pacifico”. En base a ello, para el primer clásico del fútbol peruano, la entonces Federación Universitaria de Fútbol, sabía a quién se enfrentaba, no al equipo de los afros carentes de recursos económicos que representarían al pueblo, tal como hasta ahora se cree, sino al equipo auspiciado por una cruel dictadura.
Llegamos aquí a otros de los tantos mitos que se mantienen respecto al equipo blanquiazul: su ligazón e identificación con la cultura afroperuana. En el libro “200 clásicos de historia”, Eduardo San Román en su artículo “La creatividad les viene de raza” señala a fojas 152 en el acápite “Alianza de Blancos” (2): “Que circunstancias y factores pudieran contribuir a que Alianza y Universitario se convirtieron en los protagonistas del más apasionante choque futbolístico del Perú. Hay quienes afirman que el inventado racismo de aquella época pudo ser el que dio origen al clásico. Sin embargo, es oportuno precisar que Alianza Lima en sus primeros años de existencia no fue el club de gente morena. Una fotografía de 1913 probablemente la más antigua que existe del club victoriano, que por añadidura no nació en la Victoria sino en la calle Cotabambas, demuestra que los integrantes de aquel equipo no eran negros”
Tengamos en cuenta que el Perú es un país multirracial, plurietnico, multilingüe, léase un país diverso, por lo que la diferenciación negro – blanco es a todas luces razonablemente ilusoria y esto se ve plasmado en la alineación del primer clásico del fútbol peruano donde el equipo aliancista tuvo la siguiente formación, Segala , Rostaing y Soria ; los García y Quintana, Rostaing II, Montellanos , Villanueva , Bulmes y Sarmiento.
De las fotos de aquel día, se aprecia que se trata de un equipo (al igual que el de Universitario) conformando por distintas razas. Así tenemos los casos del arquero Segala, el zaguero Soria o el “Gato” Bulmes. Esto se vería reforzando en los años siguientes con jugadores como Enrique Landa, Oscar Espinar, Isaac Angulo, Guillermo Janneau, etc, quienes también eran mestizos.
Por su parte el equipo crema, aquel 23 de setiembre, no estaba conformado por gente blanca o caucásica, sino mestiza, como es la mayoría en Perú, pues parafraseando al gran Carlos Iván Degregori: “No hay país más diverso”. Así tenemos el caso de Pablo Pacheco, Tito Denegrí, Arturo Sabroso, Pedro Ruiz, etc.
Por tanto ¿podría hablarse realmente de un enfrentamiento de negros contra blancos en un país donde el mestizaje era y es la regla? Consideramos que se trata de un mito, de una tradición muy bien resguardada a fin de dotar de identidad al equipo de Juan Valdivieso, para asociarlo al “pueblo” y dentro de este al más desfavorecido. Coadyuva a este propósito, el persistente racismo existente en nuestro país, el cual si bien es multidireccional, sigue siendo cruento hacia la población afroperuana.
El mito también se basó en la generalización de la imagen y características físicas de los principales referentes de ambos equipos como fueron Alejandro Villanueva por parte de Alianza Lima y Lolo Fernández por parte de Universitario, lo cual continuo en años posteriores con las figuras de Teófilo Cubillas y Percy Rojas y que se vio acentuado en la década de los 90 con jugadores referentes como Waldir Sáenz , Juan Jayo o “Kanko” Rodríguez en el equipo victoriano y José Carranza , Roberto Martínez o Juan Carlos Zubzuck en el caso del equipo merengue.
Las tradiciones se crean y se recrean y pueden ser utilizadas para beneficio de propios y extraños. En el presente artículo hemos demostrado cuan dañinos pueden ser los prejuicios al momento de catalogar a los demás y más aún cuando se trata de escribir la historia. Una vez superado el mito, vemos que para el primer clásico, en aquella tarde primaveral de 1928 se enfrentaba el equipo de estudiantes universitarios contestatarios contra el equipo que no quería o podía ver más allá de sus propios intereses, el equipo inspirado en ideas de cambio y mejora para la universidad y el país contra el equipo auspiciado por una dictadura que pisoteaba los derechos fundamentales, el equipo que luego de jugar al fútbol tenía que ir a cultivarse intelectualmente contra el equipo que prolongaba la diversión del campo a través de la bohemia infructífera, el equipo que tiene como ídolo a alguien que era feliz jugando por dos soles cincuenta contra el equipo de un jugador con una vida desordenada y sin objetivos; el equipo del pundonor y la garra, contra el equipo del corazón que se puede alquilar y vender en determinados contextos.
Según muchos historiadores la historia es cíclica y repetitiva, lo cual parece cumplirse en el tema que nos ocupa. Más de ochenta años después, otro dictador, Alberto Fujimori, igualó el oncenio de Leguía, destruyó la democracia y violó los derechos fundamentales de miles de personas, siendo Teófilo Cubillas, una de las figuras más importantes del equipo íntimo, quien lo apoyo y legitimó al desempeñarse como presidente del Instituto Peruano del Deporte en 1999; más aún en 2002, otro asesor y hombre clave de Fujimori, Vladimiro Montesinos, señaló ante los tribunales de justicia que al apodado “Nene”, se le pago tres mil dólares y se le concedió una serie de favores judiciales a cambio de respaldar al otrora dictador. (3)
El club nacido en Juan de la Coba 106 se personifica entonces como el verdadero equipo del pueblo, de ese pueblo que lucha contra la adversidad y contra sus propias limitaciones así como contra el enemigo que se aprovecha, que lo explota y que lo oprime, ese pueblo que saca la garra y se levanta contra la injusticia y la corrupción.
Universitario de Deportes por tanto, se reafirma como un sentimiento, tomando las palabras de Vargas Llosa, tras del cual se han unido peruanos de todas las regiones, de todos los sectores, de todas las etnias, de todas las tradiciones y creencias (4); tal como se corroboraba en una vieja banderola colgada en el estadio “Lolo Fernández” a inicios de la última década del siglo pasado donde en crema y guinda se proclamaba:
“Universitario, un sentimiento sin clases”

(1) Miró, César, (1998). Los íntimos de La Victoria, Lima; p. 24
(2) Villanueva, Lorenzo, (1988). La creatividad les viene de raza, Lima; p.152
(3) Diario “La República”, (2002). Portal web
(4) Parte del discurso pronunciado por el nobel de literatura en la “Noche Crema” de 2011.