Maddie

[Visto: 1089 veces]

El primer obstáculo había sido sobrepasado estratégicamente ante un ejército enemigo, que ni siquiera, ante los más bienintencionados intentos de paz, había sido capaz de llegar a un acuerdo por el bien mayor; así pues, la constante guerra que torno mi vida desmedidamente lúgubre, se ve ahora contrastada con un ambiente multicolor, festivo, desbordante, cuyo centro, por el momento, me era muy difícil conquistar
Se trataba de un conflicto armado desigual, algo parecido al suscitado entre Argentina e Inglaterra a principios de los ochentas, sin embargo, tenía la esperanza que se produjera un milagro como ocurrió con el país del Sudeste Asiático contra el de las barras y las estrellas, por lo que me acople recientemente a un pelotón que padecía mí mismo sufrimiento, padres que, con el aval de las peores facetas del Leviatán, les impedían ver a sus hijos; padres quienes al conocer de mis razones, no dudaron en ofrecerme el uniforme para el perfecto camuflaje.
Faltaba poco para el acto principal, mientras tanto solo busco al objetivo, a la prisionera más hermosa que, debido a la información del departamento de espionaje, poco a poco internalizaba que su protector no estaría ese día ni los restantes.
Estaba hermosísima, angelical, inalcanzable, con un vestido morado que combinaba con los zapatos de charol que tanto le gustaban y contenta, inconmensurablemente contenta pues sabía que era su día, que eran ya cuatro años de vida
Había crecido ligeramente, su cabello crespo se había tornado uniforme y esa sonrisa, esa prístina sonrisa que me hacía ascender a los cielos, hacía que sus cachetes fueran más pronunciados, mostrando una tierna carita celestial.
Imposible no llamar su atención, imposible no saber que quiere venir a abrazarme, no por tratarse de mi persona, sino por ser el muñeco que tanto le gusta y dentro del cual me encuentro, disfraz idóneo que me permite, después de tanto tiempo, tenerla cerca de mí.
– Mickey, Mickey- grita y viene corriendo para abalanzarse y abrazarme fuertemente mientras me llena de besos, tornándonos en esa unidad que jamás debió quebrarse y que solo pudo ser destruida por obra del Estado agresor que roció bombas de racimo en nuestra relación
Quiero llevarla conmigo, rescatarla de las manos de la alienadora, pero ello significaría la derrota total y el aumento de la constante tortura.
– Ya van a empezar con el show- señaló la ahora jefa de una supuesta familia monoparental, quien me mira con cierto recelo y toma a nuestra hija de la mano para llevarla a saludar a las tropas que se asoman.
– Mickey-grita la hermosa Maddie como queriendo que vaya con ella
– Pronto mi amor, muy pronto- digo en mi mente mientras contengo las lágrimas y agradezco que, al menos por unas horas, mi existencia volvió a tener sentido.

Puntuación: 4.88 / Votos: 16

Un pensamiento en “Maddie

  1. William Lozada Halanocca

    Hola que tal amigo Pavel, me enorgullece saber que sueles publicar con frecuencia estas historias cortas de en tu blog personal de derecho en la Pucp.Por otra parte yiendo al punto y expresando mi punto de vista, me parece que este cuento o relato personal me parece de estilo no ficción que representa un poco la conexión entre un reencuentro breve entre un padre y una hija y lo sentimientos inesperados , tristes que tuvieron efecto posteriormente en la nostalgia del padre porque tenía temor que probablemente en el futuro ya no podría volver a ver a Maddie, su hija, princesa de sus ojos. Finalmente la intención del autor capaz es hacer un paralelo entre este relato de estilo más realista hacia una actitud de conscientizacion hacia los lectores con situaciones familiares de ese estilo actualmente en la sociedad o de repente me equivoque con esa interpretación Pavel. Gracias por compartirme el post y espero apoyarte en futuros blogs de tu universidad.Saludos cordiales

    Responder

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *