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¿LA FIESTA DE LOS CORRUPTOS?

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¿Todos son corruptos? ¿Cuánto más soportará el país? ¿Qué pasará con las investigaciones? Son algunas de las tantas preguntas que deambulan hoy en la mente de los peruanos. El fenómeno de la corrupción nos viene ganando la batalla, desde el Gobierno Nacional hasta los Gobiernos Regionales y Locales pareciera que la peste avanza sin un punto claro de inflexión para controlar el robo, el aprovechamiento de puestos públicos, los sobornos  y la consabida práctica del que muy pocas veces o nunca se encuentren responsables claros para ser sancionados.

Hoy por hoy, malos funcionarios (de esos que abundan, también en este territorio de Lambayeque) quieren hacernos creer que el país va muy bien, que sus indicadores macroeconómicos son estables y que el progreso va llegando paso a paso a más hogares ¿es cierto aquello? Pregúntese y medite usted mismo.

Nuestro “progreso” se ve seriamente opacado por el avance de la corrupción, algo que así señalan los informes de Transparencia Internacional. Esta organización elabora anualmente el Índice de Percepción de la Corrupción, donde cien (100) puntos es ausencia de corrupción y más cerca a cero (0) es más corrupto. De un total de 166 países evaluados, éstos son los resultados para Perú en los últimos años:

AÑO

PUNTAJE

(más cerca al 0 = más corrupto)

PUESTO

2011

38 puntos 83
2015 36 puntos

88

2016 35 puntos

101

 

Es más que notorio nuestro mal desempeño. Hemos caído en puntaje y hemos descendido en los puestos (ahora somos el vergonzoso país N° 101 de un total de 166). Es decir en los últimos años ¿qué hicimos para combatir la corrupción? Empeoramos. No es coincidencia que nuestros ex Presidentes: Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala estén investigados en el último mega escándalo Odebrecht, algo que supimos no gracias a nuestro sistema judicial o anticorrupción nacional sino cuando el problema fue detectado en los Estados Unidos y la empresa se decidió a colaborar con el Departamento de Justicia de ese país. Si el escándalo no hubiese estallado allá ¿se hubiese remecido el país aquí? ¿Hubiese llegado al punto de tener orden de prisión preventiva un ex Presidente? ¿Funciona nuestro sistema anticorrupción? Comisiones van y vienen, informes se hacen ¿pero se cumplen?

Espero realmente que caigan todos los implicados, aunque algunos de sus ciegos partidarios traten de salvar a malos funcionarios. En una democracia real nadie debe tener coronas a la hora de enfrentar responsabilidades.

Pero esta plaga no es nada nueva, y tampoco nació con la gran corruptela mafiosa de tiempo del ex Presidente Fujimori y el asesor Montesinos (junto a muchos otros aduladores que les rodearon y se beneficiaron), esto tiene raíces más profundas. Uno de los mejores trabajos sobre la materia es el de Alfonso Quiroz Norris (+) titulado “Historia de la corrupción en el Perú”, libro que invito a todos a leer y releer. Los nombres de algunos hoy investigados ya aparecen ahí, pero sus prácticas son de mayor data. Hoy se habla del financiamiento dudoso de muchos candidatos de izquierdas y derechas (porque la corrupción ha alcanzado a todos) que hicieron campaña con dinero de las empresas que luego serían beneficiadas. Quiroz encuentra documentación al respecto, así en el siglo XIX sobre nuestro político Nicolás de Piérola:

“el adelanto de mil libras a Moncloe [nombre clave de Nicolás de Piérola, descifrado en claves de archivo] que autorizamos […] lo hicimos en vista de los muchos servicios que hemos recibido hasta ahora de sus manos, y en general consideramos que no sería buena política rehusarle este monto, siendo él líder de un partido político grande, y que puede que vuelva en el futuro a ocupar el primer plano”.

Y así fue, Piérola volvió a ser Presidente del Perú ¿nos resulta familiar?

¿El tiempo pasado fue mejor? Difícilmente. Lo más probable es que tan acostumbrados a una visión histórica limitada, olvidamos lo que ocurrió antes. La corrupción no es una práctica de las últimas décadas, es de mucho atrás, tal vez tan lejana llegando hasta nuestro idealizado mundo prehispánico (de señores enterrados) y a las páginas cargadas de personajes históricos tratados con bondad por el simple hecho de haber ocupado altos cargos (el libro de Quiroz presenta en redes de corrupción hasta próceres, también locales). La corrupción está presente siempre y en todas las sociedades, la gran pregunta es ¿qué hacen las sociedades para defenderse de esta enfermedad? Algunas detectan y sancionan a tiempo. En el caso de nuestra sociedad peruana, la respuesta no es nada clara ni contundente.

En el Perú, ni en el departamento de Lambayeque, ni en esta ciudad de Chiclayo se tiene claro ¿qué hace la sociedad por ser mejor? Somos muy proclives a señalar y escandalizarnos por las denuncias en la esfera pública gubernamental, pero ¿y la corrupción del día a día? Esa corrupción del soborno al policía, el regalo al funcionario público para que agilice el trámite, esa corrupción de hablar a media voz por “lealtad” institucional (concepto tan mal empleado) ¿o será más bien callarse para evitarse problemas? Esos son los pactos cotidianos, las alianzas, la asociación con la corrupción de la que no que queremos hablar.

Vemos esas prácticas ante nosotros, en nuestras oficinas, en nuestros trabajos ¿y qué hacemos? ¿Ser silenciosos cómplices? Cien veces es preferible perderlo todo, a ser uno más de los cabizbajos aduladores mediocres que deambulan como sombras por nuestras instituciones públicas y privadas.

 

¿Qué podría pasar ahora?

Pues, son varios los riesgos que corremos. En primer lugar, que las investigaciones sean más de lo mismo. Mucho de “operativo”, noticias, rumores y habladas; pero nunca llegar a sentencias firmes y correctas ¿tendremos que vivir acostumbrados a que los casos prescriban a falta de celeridad? La burla de la injusticia sólo consagra la impunidad en este país.

En segundo lugar, los hoy llamados “investigados” podrían esperar, dar tiempo, que los temas se diluyan. Mejor dicho, que se dispare a otros, a los que fueron “mandos medios” (ya vimos cómo algunos de los funcionarios detenidos en el caso Odebrecht, han empezado a cambiar de versiones, incluso se han retractado de ser “colaboradores eficaces” ¿qué les hace cambiar de idea? ¿Qué les presiona o qué se negocia? Y así, dando tiempo al tiempo, volver “triunfales” cuando la gente haya olvidado (muy propio de los connacionales y la limitada mirada histórica). Es que ¿resucitarán los políticos hoy investigados? ¿Seguirán sintiéndonos eternos candidatos y dueños de los partidos políticos?

En tercer lugar, no faltará quienes quieran sacar ventaja de la situación. Y aquí es donde aparecen los “nuevos mesías”, aquellos que van a luchar (en sus altisonantes discursos) contra todos los males del país, especialmente contra la corrupción, pero ¿cómo lo harán? Tal vez ni ellos mismos lo saben, azuzan, se movilizan, pero las ideas les escasean. Son construcciones del momento, alianzas vagas, llamados al pueblo, muy mediáticos algunos (pocas veces se conoce quienes los subvencionan y no son claros en sus cuentas). Hay que tener cuidado con esos “mesías” que aparecen casi de la nada, de aventura en aventura.

 

¿Creen que he sido demasiado pesimista? No lo creo. Es necesario hurgar en la herida para que el enfermo reaccione y se decida a sanar. Somos una sociedad enferma, por falta de CIUDADANÍA.

Escribo estas líneas sin endulzarle la historia a nadie. El Perú, Lambayeque y Chiclayo están enfermos. Vamos de golpe en golpe sin reaccionar de verdad, todo queda limitado al escándalo del momento. Digo todo esto, no sin dejar de señalar que en más de una ocasión hemos buscado proponer y corregir con fundamentos aquellos males que debilitan la vida en comunidad: la desidia institucional, la apatía de la gente, el mero griterío sin propuesta concreta, o la falsa adulación de unos solapando los grandes errores de otros.

En 2013 fuimos parte del entonces Movimiento Cívico de Chiclayo, conglomerado de instituciones que buscaron hacer frente a la corruptela y caos que vivía nuestra ciudad. Así se organizó una multitudinaria marcha el 1 de marzo de 2013. En algún video de los preparativos ha de estar registrado el momento en el cual señalaba que lo importante era mantener la unidad, pues ¿qué pasaría luego de la marcha? Propusimos así que se organicen Mesas de Trabajo abordando entre los ejes la gobernabilidad, los proyectos para la ciudad (como el aún deficiente saneamiento básico), la transparencia, etcétera. Integrando por rubros a las distintas organizaciones: los gremios empresariales, universidades, Colegios Profesionales, colectivos ciudadanos, medios de comunicación; cada uno según su experiencia en una Mesa. Se lograron armar, pero no resistieron para darle continuidad y todo se perdió ¿es que acaso no estamos preparados para trabajar unidos en determinado tema? ¿Aún son muy pocos los que brindan su tiempo sin recibir ninguna compensación económica y sólo la satisfacción de no vivir en una aldea sin rumbo?

Lambayeque tiene tantas universidades, tantos Colegios Profesionales, gremios empresariales y un largo etcétera. Pero las últimas lluvias han puesto en evidencia la debilidad de todos, como siempre la reacción llega solamente luego del desastre. E incluso así, ya en medio del pantano ¿qué vemos? Pobladores contentos caminando por las calles, comiendo muy a voluntad en los elegantes restaurantes del centro de la ciudad donde precisamente aún los desagües siguen reventando ¿ese es el buen modo de vivir? Pareciera que libremente cada quien se busca su malestar. Ni siquiera las empresas de la ciudad se han preocupado por limpiar el tramo de vereda que les corresponde, con lo cual los pantanos de ayer son hoy torbellinos de tierra fétida ¿y así progresamos?

¿Por qué sacar a colación todo ello? Pues por la sencilla razón que el camino del atraso es la fuerza de la costumbre, y estas ciudades se están (mal) acostumbrando a vivir así. Ya sabemos de la lentitud e inoperancia de las autoridades, pero ¿qué están haciendo el resto de ciudadanos por vivir mejor aunque sea en su barrio?

Las autoridades viven perdidas en “su micro mundo”, aunque no faltarán algunos que trabajan bajo esas gestiones y que intentan ocultar los desaciertos. Craso error. Olvidan todos esos funcionarios que ellos no trabajan para la “gestión de fulano o mengano”, ellos trabajan para la población, son nuestros servidores públicos, no maquilladores del trabajo u omisión de las autoridades de turno. En plena emergencia, se espera para reaccionar, se espera a la llegada breve del Presidente de la República y eso se ve como un “gran logro” ¿cuántos Alcaldes y autoridades del Gobierno Regional han estado participando de reuniones en los respectivos Centros de Operaciones de Emergencia antes de las lluvias? ¿Cuántos han considerado o reclamado por drenajes pluviales en los proyectos que realizan? ¿Cuántos consideraron fenómenos climáticos en sus Planes de Gobierno? Sobran las respuestas ¿y ahora se nos quiere hacer creer que todo marcha bien? Como siempre esta ciudad se sentará a esperar. El sol seca la lluvia y el viento se lleva el polvo ¿eso es un plan de acción?

Todo ello tiene perfecta relación con las corruptelas, la costumbre del mal vivir es la puerta a la corrupción. Siendo tan conformista el individuo construye su propia permisividad y ahí nacen lemas como “que robe, con tal que haga obras” ¿así de fácil?

Se acostumbra el poblador a conseguir todo fácil en la vida, gracias al “contacto”, al amigo, al familiar, con el regalo de por medio o la tarjeta para el acomodo. Y el ciclo de la corrupción se reconstruye. Desde esa corrupción ministerial (donde se creen muy técnicos y acreditados) que daba luz verde a los expedientes dudosos para hacer obras de alcantarillado en los últimos años junto a malos funcionarios locales, hasta la corrupción del día a día, del compadre o del amigo ¿así queremos tener un mejor país?

 

¿Hay una esperanza? Puede que sí, sobre todo en la juventud. Pero una juventud realista, que no idolatre sino que reflexione, que no salga a las calles por el simple hecho de gritar algo (las marchas no cumplen su finalidad si no se lleva bajo el brazo una propuesta concreta, un cambio en tal o cual norma, una iniciativa legal, un proyecto; caso contrario sólo es indignación sin solución, o es simplemente servirle de soporte a alguien más) sino que construya y reforme desde cada uno de sus espacios con responsabilidad. No repitan los errores de los mayores, conózcanlos para enmendar a tiempo.

* Escrito de mi autoría, publicado como Representante de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia en el Perú. Semanario Expresión Nº 1000, febrero de 2017.

 

“Diogenes mit der Laterne auf dem Markt Menschen suchend” (Diógenes buscando un hombre honesto).
Obra de Jacob Jordaens, año 1642. 

HEROES EN EL SILENCIO: CHICLAYO Y EL MONUMENTO A LOS CAIDOS EN LA GUERRA DEL PACIFICO

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En la historia impartida en los colegios, así como en los relatos orales de nuestras casas, casi todos conocemos los terribles momentos que vivió el país en el contexto de la llamada Guerra del Pacífico (1879-1883) librada entre Chile y la alianza de Perú y Bolivia, quedando luego sólo peruanos y chilenos en el escenario bélico. Una guerra que dejó desolación y barbarie, y que nos hizo ver también las debilidades de nuestro sistema político y de quienes ejercían el poder. La mala conducción y el desorden interno agravaron la situación nacional, mientras muchos hombres de gran convicción acudían al frente de batalla para entregar sus vidas. Sobre la falta de políticos idóneos en nuestro devenir nacional y en el curso de la guerra, el célebre Manuel Gonzáles Prada escribiría:

“Sin especialistas, o más bien dicho, con aficionados que presumían de omniscientes, vivimos de ensayo en ensayo: ensayos de aficionados en Diplomacia, ensayos de aficionados en Economía Política, ensayos de aficionados en Legislación y hasta ensayos de aficionados en Tácticas y Estrategias. El Perú fue cuerpo vivo, expuesto sobre el mármol de un anfiteatro, para sufrir las amputaciones de cirujanos que tenían ojos con cataratas seniles y manos con temblores de paralítico. Vimos al abogado dirigir la hacienda pública, al médico emprender obras de ingeniatura, al teólogo fantasear sobre política interior, al marino decretar en administración de justicia, al comerciante mandar cuerpos de ejército… Cuánto no vimos en esa fermentación tumultuosa de todas las mediocridades, en esas vertiginosas apariciones y desapariciones de figuras sin consistencia de hombre, en ese continuo cambio de papeles, en esa Babel, en fin, donde la ignorancia vanidosa y vocinglera se sobrepuso siempre al saber humilde y silencioso! (Gonzáles Prada, Manuel. “Discurso en el Politeama”. En: Pájinas [sic] Libres)

En el contexto de la guerra muchas injusticias fueron cometidas por el ejército invasor. En el caso puntual de Chiclayo se recuerda la Expedición de Patricio Lynch, Comandante en Jefe de la División de Operaciones del Norte, cuya función era la de cobrar cupos y afectar la estructura productiva norcosteña para cortar así los recursos que podrían haber sido usados por el país.

Las tropas chilenas entraron a Chiclayo el día 26 de setiembre del año de 1880. Varios vecinos se dirigieron a otras poblaciones saliendo de la ciudad, pese a ello el sistema de cupos se impuso, y (aunque difícilmente se encuentre registro completo de ello en documentos) se tomaron medidas drásticas ante quienes se oponían a los requerimientos de las fuerzas de ocupación.

En este tiempo debió producirse el incendio del antiguo Palacio Municipal, golpeándose el corazón político de la ciudad (el siguiente incendio ocurriría en el año 2006, destruyéndose la estructura edificada en 1920, es necesario señalar que este último incendio es más lamentable por ser un delito cometido por connacionales).

En 12 de abril del año 1881 el ejército chileno volvió a ingresar a Chiclayo. Ya para agosto de 1883 se tienen comunicaciones de Lynch sobre la desocupación de los departamentos del norte, pero aún en setiembre de ese año acontecían persecuciones contra montoneros de Chiclayo.

 

Los hijos chiclayanos que acudieron al escenario bélico supieron honrar sus deberes, así tenemos los conocidos nombres de Elías Aguirre, a quien la muerte le alcanzaría a bordo del Huáscar en Angamos; y José Andrés Torres Paz, joven estudiante de la Universidad de san Marcos quien caería muerto durante la defensa de Lima en el campo de Miraflores.

Hace unos días, caminando por el centro de nuestra ciudad, pasé por la casa del héroe Elías Aguirre (en la calle del mismo nombre, antes llamada Calle Real) y en el patio de dicha vivienda volví a observar el monumento de mármol que lleva grabadas las palabras: “CHICLAYO A LOS ILUSTRES HIJOS DEL DEPARTAMENTO DE LAMBAYEQUE QUE SUCUMBIERON EN LA GUERRA NACIONAL DE 1879” Palabras que resaltan, pero ¿a cuántos de ellos les conocemos?

 

Monumento 1


Este monumento fue el primero que se ubicó en la Plazuela Elías Aguirre en el año de 1895. Tras la instalación del actual pedestal y el busto del héroe en 1924, este monumento fue trasladado al patio de esta vivienda. En sus cuatro lados aparecen grabados los nombres de aquellos caballeros que honrando a su tierra natal, cayeron abatidos en los campos de batalla por la defensa nacional.

  • En Angamos, el 8 de octubre de 1879: Elías Aguirre y Diego Ferré.
  • En la Batalla de San Francisco o Dolores, el 19 de noviembre de 1879: Guillermo Pareja y Leopoldo Vallejos.
  • En Ancón, el 24 de abril de 1880: Pedro Ruiz.
  • En Tacna o Batalla del Alto de la Alianza, el 26 de mayo de 1880: Miguel Orbegoso y Bernardo Bocanegra.
  • En Arica, el 7 de junio de 1880: José León
  • En San Juan, en la defensa de Lima, el 13 de enero de 1881: Daniel Garcés, Antonio Lora Ojeda, Hipólito Orbegoso, Manuel Labenita, Francisco Vallejos, Manuel Seclén, Alejo Guevara, Francisco Suárez, Calixto Soto, Sebastián Paz, Carmen Pichincha, David Arbulú, Nicolás Niquen, José M. Losada, Eduardo Uchofen, Juan Rodríguez, Manuel Vilela, Francisco Bravo, Lorenzo Palleza y Teodosio Ramírez.
  • En el Morro Solar, el 13 de enero de 1881: Jacinto Pastor.
  • En Chorrillos, el 13 de enero de 1881: Bernardo Patazca, Pedro Gómez, Santiago Uchofen y Juan M. Balcázar.
  • En Miraflores, el 15 de enero de 1881: Juan M. Fanning, José A. Torres Paz, Mariano Pastor, Natalio Sánchez, Martín Martínez, Manuel Gonzáles, Francisco Esquén, Francisco Rosado, José Falen, Rosendo Yzaga, Pedro Sambrano, J. Espinoza, Antonio Rojas, José Valverdi, N. Yrigoyen.

 

Todos ellos lambayecanos y muchos nacidos en la misma provincia de Chiclayo. De entre estos nombres podemos reconocer, además de Elías Aguirre y José Andrés Torres Paz; a Pedro Ruiz Gallo, destacado inventor que tratando de perfeccionar un sistema de torpedos murió en una explosión, o a Diego Ferré quien se inmoló al lado de Miguel Grau.

He podido identificar en este pedestal a Leopoldo Vallejos, quien fuera bautizado en nuestra desaparecida iglesia Matriz como José Leopoldo Francisco Manuel del Espíritu Santo, un 09 de octubre del año 1854, siendo hijo de don Camilo Vallejos y Manuela Rivas. Su padre se negó a pagar el cupo de guerra, razón por la cual su comercio ubicado en la Calle Real (hoy Elías Aguirre) fue incendiado. Leopoldo caería muerto enfrentando al ejército enemigo en el sur del país el 19 de noviembre de 1879.

También se reconoce el nombre de J. Espinoza, quien es Juan de Dios Espinoza Estrada, joven chiclayano bautizado un 18 de junio del año de 1859. Fue hijo de Manuel Espinoza y de doña Melchora Estrada. Si bien el monumento señala que Juan de Dios falleció en la Batalla de Miraflores, conocemos otros documentos del archivo del Congreso de la República que indican su deceso en la Batalla de San Juan el 13 de enero de 1881, teniendo el grado de Sargento Primero. El Congreso le reconoció en 1905 como “acreedor a la gratitud nacional”, este joven sólo tenía 21 años cuando le alcanzó la muerte.

Estos chiclayanos, muchos jóvenes, supieron cumplir con su deber entregando su vida misma en los campos de batalla. Aunque el curso de la guerra ya avizoraba la derrota, a ellos no les importó ello ni el desorden político que vivimos durante este tiempo, y sus nombres merecen bien nuestro recuerdo.

En nuestro querido Chiclayo, muchas calles llevan ya los nombres de héroes y de otros individuos que fueron parte de la vida política y económica del departamento, pero ¿cuántas autoridades se han preocupado por estos hijos de Lambayeque? Durante nuestras ceremonias cívicas de aniversario ¿quiénes se acuerdan de visitar este monumento en la casa de Aguirre? O ¿quiénes se acuerdan de honrar la última morada de aquellos combatientes que sobrevivieron a la guerra? Aquí me refiero al Mausoleo que se encuentra en el Cementerio El Carmen ¿podemos ser tan indiferentes para con quienes honraron con sus pasos en el desierto, en los morros, y en los reductos de la guerra, a nuestra ciudad y a nuestro departamento?

Tal y como sentenció el político francés Camille Sée: “Dicen que la historia se repite, lo cierto es que sus lecciones no se aprovechan”.

La historia no se hace con discursos, la historia se enaltece con acciones. Este pedestal de mármol, casi apartado de la vida cotidiana de nuestra ciudad, guarda los nombres de aquellos que merecen nuestra evocación y la emulación de su acción patriótica. La resistencia e indiferencia que han mostrado las generaciones, para darle digno agradecimiento a quienes nos precedieron, no logrará ser más fuerte que este pedestal de mármol grabado con los nombres de héroes en el silencio.

 

Monumento 2

 Imagen propia. Año 2015.

* Mi artículo publicado en el Diario La Industria el domingo 26 de abril de 2015.


GOBIERNO PROVINCIAL DE CHICLAYO: LOS 100 DIAS

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Entrevista que nos hiciera el Semanario Expresión. Año XXII. Nº 906. Abril del 2015.

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1. Se cumplen los 100 días de la emergencia administrativa que declaró el alcalde de Chiclayo al iniciar su gestión en la municipalidad provincial. ¿En su opinión era esta una medida necesaria y justificada?

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Al respecto hay algunos puntos que aclarar, la declaratoria en emergencia administrativa y/o financiera se encuentra amparada en la Vigésima Disposición Complementaria de la Ley Nº 27972, Ley Orgánica de Municipalidades, esta norma faculta a las Municipalidades literalmente para lo siguiente:

“Las municipalidades provinciales o distritales, por única vez, con acuerdo adoptado por dos tercios de los miembros del concejo municipal, podrán declararse en emergencia administrativa o financiera, por un plazo máximo de noventa días, con el objeto de hacer las reformas, cambios o reorganizaciones que fueran necesarias para optimizar sus recursos y funciones, respetando los derechos laborales adquiridos legalmente”.

Es claro que el plazo para una emergencia administrativa es de 90 días, cabe pues la pregunta ¿por qué en Chiclayo se han aprobado 100 días de emergencia? Esta posibilidad de declarar la emergencia administrativa fue contemplada en la Ley Nº 27972 para facilitarles a las municipalidades la modernización ante el cambio de la legislación municipal, pues se pasaba de la antigua Ley Orgánica de Municipalidades (la Nº 23853 del año 1984) a la nueva Ley Nº 27972 (promulgada en el año 2003); declaratoria que sólo podría hacerse una vez. Aquí nos quedan más interrogantes que respuestas, interrogantes que bien podrían responder los asesores y el equipo legal de la Municipalidad Provincial de Chiclayo con los fundamentos legales usados en tal declaratoria de emergencia administrativa.

Hay que agregar que no sólo basta con aprobar la emergencia en el Concejo Provincial, sino que tiene que armarse una Comisión que a la vez presentará un Plan de Trabajo; sería bueno conocer quienes directamente vienen trabajando en ello y conocer dicho Plan con detalle, el cual tendría que ser expuesto a la colectividad y medios de prensa para evaluar el avance de los objetivos trazados para la emergencia administrativa, sin un Plan de Trabajo en este punto, ninguna declaratoria tendrá éxito.

Todos comprendemos la catástrofe heredada por la pésima gestión municipal del señor Torres Gonzáles, sin embargo, todo proceso de reforma actual (que lógicamente es necesaria) tiene que ceñirse a ley. Me parece que bien pudo apuntarse a reformar la casa municipal desde sus normas elementales, modificar el organigrama municipal eliminando entidades ineficientes, evaluar al personal, modificar el Reglamento de Organización y Funciones para modernizar la gestión local, mejorar el flujo de procesos internos cortando la pereza burocrática. Hay temas tan sencillos como tener por ejemplo un buen Reglamento Interno de Concejo Municipal (algo que me consta que muchos distritos ni siquiera conocen) para así tener un trabajo bien proyectado desde el centro mismo del máximo poder, que no es el Alcalde, sino el Concejo Municipal Provincial.

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2. El alcalde David Cornejo planteó como prioridades de estos 100 días la restructuración del aparato municipal y el ordenamiento del personal y los servidores de la comuna. ¿Cree que se perciben hechos tangibles de tales acciones?

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Me parece que se va avanzando en ello, pero como señalé antes, es hora de mostrar esos avances a la colectividad indicando puntualmente los cambios realizados, la redistribución del personal y la reorganización de dependencias municipales.

Recordemos que el Concejo ha dado una emergencia administrativa para el seno mismo de la Municipalidad, así como para la Sociedad de Beneficencia y el Servicio de Administración Tributaria (ahora Centro de Gestión Tributaria). No basta con cambiar denominaciones, la cuestión de fondo aquí es ser inflexibles y extirpar la corrupción de raíz, caiga quien caiga. Esperamos que esta gestión municipal trabaje seriamente en ello.

Respecto a la “emergencia administrativa” me parece que muchos la están confundiendo con el “estado de emergencia” decretado en caso de desastres por el Gobierno Nacional. Hay que evitar confusiones.

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3. ¿Cómo calificaría a los tres primeros meses del gobierno municipal de Cornejo Chinguel?

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Creo que el señor Cornejo sabe explicarse, estuve presente en la juramentación del nuevo Concejo Municipal y percibí un lenguaje claro y directo, coloquial y entendible para la mayoría de la población. En la política hay que tener en cuenta que se trabaja en dos frentes: uno es el fondo, las medidas de gobierno, los planes de trabajo, etcétera; y el otro frente es la forma, saber comunicar, saber hacerse entender ante los distintos sectores de la población. La gestión municipal saliente, obviamente, no tenía ni fondo ni forma.

En la actualidad percibo que se sabe actuar con gestos favorables, por ejemplo durante la juramentación del cargo el Alcalde Cornejo presentó una relación de los trabajadores municipales que en ese momento no se encontraban en su trabajo pese a haber marcado su asistencia, ese tipo de acciones sencillas que para algunos podrían ser teatralización en realidad son acciones necesarias para estar en sintonía con la población, ese es el plano de los buenos gestos políticos que espero se mantengan. Pero, no se debe olvidar el fondo, que se trabaje en base al Plan de Gobierno, y no sólo en base al vaivén de las coyunturas, que se recojan las buenas iniciativas de aquellos grupos políticos que perdieron la elección municipal, en este momento Chiclayo requiere el aporte de todos.

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MONSEFU: UNA MIRADA A LA HISTORIA LOCAL EN TIEMPOS DE FIESTA

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Fue el realista ruso Liev Tolstói quien afirmó “Pinta tu aldea y serás universal”, eso es lo que busco hacer en este breve artículo. Yo, nacido en Chiclayo, de alguna forma soy hijo de Monsefú por mi ascendencia y por ser el espacio vital en buena parte de mi desarrollo personal. En esta ocasión le obsequio a nuestra ciudad algo no tangible, algo no bebible, algo no bailable, le obsequio algunos destellos para alumbrar pasajes de su devenir histórico, una historia que va más atrás del mentado 1888, cuando un 26 de octubre de aquel año la villa de Monsefu pasó a ser ciudad. Espero que los gustosos de la historia se sientan parte de estas líneas, y los más desafectos conozcan un poco más del suelo que pisan cada día.

Mi basamento está en las fuentes escritas y parte de la oralidad, una presentación de procesos y pasajes de la historia tal vez no muy difundidos, partiendo en el coloniaje por ser área de mi mayor interés. Empecemos el viaje.

 

LA MUDANZA DEL PUEBLO. CALLANCA Y MONSEFÚ

Es conocido el dato de que la cuna de Monsefú estaría en el cerro San Bartolo y los terrenos de Alicán en Callanca y que luego la población fue mudada hacia la ubicación que mantenemos, aproximadamente a inicios del siglo XVII.

Las poblaciones indígenas originarias vivían dispersas, para poder adoctrinarlas en la religión católica, hacerlas trabajar y cobrarles el tributo era necesario concentrarlas en una sola ubicación, a esto se dedicaron las autoridades virreinales en un proceso iniciado por el Virrey Don Francisco de Toledo. De esta manera se conforman las “reducciones de indios” o “pueblos de indios”, en este proceso mucho tuvo que ver el Doctor Gregorio Gonzáles de Cuenca, Oidor de la Audiencia de Lima, con sus “Ordenanzas sobre Caciques e Indios Principales” de 1566, Gonzáles de Cuenca visitó el norte en ese tiempo y a él se debe la conformación de los pueblos indígenas como parte del reordenamiento administrativo de la zona, podemos decir que es aquí cuando nacemos como pueblo concentrado en las inmediaciones de Callanca.

Según indica el extinto historiador Jorge Zevallos Quiñones (Apuntes históricos de la ciudad de Saña en el corregimiento y valle de su nombre), Callanca para el año de 1583 contaba con 716 tributarios siendo su Encomendero Don Pedro Olmos de Ayala. Hacia 1593 tenía “una buena Iglesia y una cofradía”. La presencia de una “buena Iglesia” en Callanca nos permitiría marcar la importancia que tuvo este lugar, pero este dato aún es materia de estudio.

 

Zevallos dice que para el año de 1607 “lluvias torrenciales destruyen el pueblo y derribaron la Iglesia y las sementeras” y es aquí cuando una población ya mermada es llevada en reducción a lo que conocemos como Monsefú por una Real Provisión, es decir una orden del gobierno virreinal.

Así tenemos ya a Monsefú con sus parcialidades: la del Cacique, la del Segunda Persona, la de Guzmán, y la de forasteros.

 

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Junto a mis abuelos Pablo Vallejo Flores y Graciela Uceda Diez, faldas del San Bartolo, año 2006. Foto propia.

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Hoy aún vemos al cerro San Bartolo como sitial emblemático (que urge sea revalorado y no quede como un potrero abandonado), dicho nombre debió ser “San Bartolo de Callanca”, pues todo pueblo recibía el nombre de algún santo patrono tutelar, en el caso de Monsefú sería “San Pedro de Monsefú”.

El llamar al cerro mismo San Bartolo nos haría ver la extirpación de idolatrías, los antiguos cerros y huacas ya no deberían ser objeto de culto, y la nueva religión bautizaría a estos lugares con nombres propios del santoral católico.

 

LA ÉLITE GOBERNANTE. CACIQUES, PRINCIPALES Y NOTABLES

El ordenamiento virreinal no destruyó a las viejas autoridades sino que las mantuvo para que sean nexo entre las autoridades de la corona española y la población indígena del común. Es así como los viejos Caciques fueron mantenidos en sus puestos y adoptados como súbditos del rey de España, pero no como súbditos ordinarios sino como parte de la nobleza misma, una nobleza india con privilegios. La élite indígena no pagaba tributos, y entre sus prerrogativas estaba la de poder montar a caballo o tener asientos preferenciales en las iglesias, por ejemplo. Debemos recordar también que tenían fueros especiales para sus trámites judiciales pudiendo apelar al mismísimo Rey de España. De igual modo fueron luego asimilados a la oficialidad de las Milicias de Naturales, es decir, rangos militares en las compañías marciales de la “República de Indios”, llamada así por el orden virreinal.

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LECCIONES CÍVICAS PASO A PASO – CHICLAYO Y LAMBAYEQUE

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Ayer viernes 19 de setiembre se tuvo en el Colegio de Arquitectos – Lambayeque una exposición de ideas planteada de un modo distinto, esta vez no quedó entre cuatro paredes y un grupo de personas (como suele pasar). La jornada de exposición de Planes de Gobierno de los candidatos a Alcalde Provincial de Chiclayo fue transmitida en vivo por los canales 21 y 33, de igual modo por la señal de RPP para llegar a más hogares y acercar a los ciudadanos electores con las opciones políticas que buscan gobernarles.

Para que en las calles también se viva este evento, con algunas peripecias una pantalla gigante fue ubicada en la Plazuela Elías Aguirre (lo ideal era el Parque Principal, pero supongo que alguna autoridad no dio la autorización final).

Todo esto fue organizado por la plataforma institucional CREAS (Conferencia Regional de Actores Sociales), integrada por el Colegio de Arquitectos, nuestro Centro de Estudios Políticos y Gestión Pública USAT, el Colegio de Ingenieros, el Instituto de Investigación y Capacitación Municipal INICAM, la Asociación Promoviendo Desarrollo PRODE, y la Red Peruana Mundial. La actividad contó también con el apoyo del Jurado Nacional de Elecciones.

Once candidatos se hicieron presentes: Milton Cabrera (Perú Posible), Jorge Arboleda (Acción Popular), Carlos Burgos (Partido Humanista), David Cornejo (Alianza para el Progreso), Fernando Moreno (Cambio Norteño), Blanca Córdova (Esperanza Ciudadana), Jaime Contreras (Solidaridad Nacional), Marco Gasco (Partido Aprista), Manuel Arellano (Frente Amplio), Ranjiro Nakano (Poder para Todos), y Lucio Asalde (Partido Popular Cristiano).

Expusieron en tres ejes temáticos, así pensados: 1) Seguridad Ciudadana (prevención del delito y combate a la delincuencia); 2) Planificación y Desarrollo Urbano (ornato, manejo de residuos y planes de ordenamiento territorial); 3) Desarrollo Económico y Social (transporte y comercio informal); cerrando con un tema libre.

Los candidatos fueron debidamente invitados e informados con anticipación de las reglas de la jornada, se les solicitó que inscriban a las personas con las que ingresarían a la sala, para evitar el tumulto de “portátiles” de apoyo a tal o cual grupo político. Por ello esta exposición de ideas se llevó a cabo en orden. Con mucho respeto en la sala, sólo importaron las ideas con las que cada grupo político pretende convertirse en el mejor gobierno para nuestra provincia de Chiclayo, y con los medios de comunicación se buscó llegar al mayor número de ciudadanos.

Semanas antes CREAS gestó el Programa de Actualización para Candidatos a las Elecciones Municipales y Regionales 2014 que tuvo inscritos a más de 200 candidatos de todo el departamento de Lambayeque. He aquí los temas que se abordaron con el apoyo de profesionales conocedores de cada sector:

– Marco Normativo del Proceso Electoral.

– Teoría del Estado y Gestión Pública.

– Seguridad Ciudadana.

– Transparencia de la Gestión Pública.

– Proyecto Hidráulico Lambayeque y el Desarrollo Regional.

– Reforma del Estado, Descentralización y Regionalización.

– Planificación y Desarrollo Urbano.

– Proyectos de Inversión Pública y Cooperación Internacional desde la dimensión de la responsabilidad funcional y lucha contra la corrupción.

Se buscó así tomar unas horas en la agenda de los candidatos, dejar un momento los recorridos por las calles habituales en este tiempo, para pasar a enfocar algunos problemas y pensar alternativas de desarrollo.

Ese ha sido parte del aporte de CREAS en este proceso electoral, capacitar a través de estas jornadas, y dar tribuna a las propuestas de los candidatos en un escenario alturado, tal cual la exposición de ideas del viernes 19 y la que vendrá el día viernes 26 de setiembre con los candidatos a Presidente del Gobierno Regional de Lambayeque.

También soy parte de la plataforma CREAS y les he acompañado en diversas reuniones constatando el esfuerzo de un grupo de ciudadanos quienes en representación de sus instituciones van trazando un camino que hay que fortalecer, encarando a la democracia representativa e institucionalizando la actuación de nuestra democracia participativa. Hubiese querido estar presente en esa sala para escuchar a nuestros candidatos, pero un evento académico ya acordado con anticipación me ha llevado a ausentarme de la ciudad. Sin embargo, el trabajo no acaba aquí ¿qué haremos el día 06 de octubre? Ese es el mayor reto, pasadas las elecciones, y como ya se ha dicho varias veces, los objetivos son dos: 1) Apoyar e impulsar las iniciativas viables de las nuevas autoridades en las diversas áreas, haciendo uso de una real democracia participativa en el proceso de toma de decisiones; 2) Vigilar como sociedad civil organizada el derrotero de las nuevas autoridades, buscando evitar que la falta de transparencia y el desgobierno invadan nuestras ciudades.

La plataforma CREAS está abierta a nuevas instituciones, se trata de rescatar y fortalecer el compromiso cívico de nuestras organizaciones lambayecanas. No podemos seguir disgregando fuerzas en acciones aisladas, es hora de articular los distintos saberes y trazar objetivos que coadyuven a la construcción del bien común en nuestras localidades. No se puede ver con apatía e indiferencia al poder político, todos somos parte de él.

Como bien señaló nuestro amigo Iván Fernández en una de las jornadas:

“CREAS los convocó democráticamente.

CREAS nos actualizó pedagógicamente.

CREAS o NO CREAS, podemos asegurar que Lambayeque SI tiene un gran futuro”.

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LOS ULTIMOS 50 DIAS: CUENTA REGRESIVA – ELECCIONES REGIONALES Y MUNICIPALES 2014

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Quedan menos de 50 días para las Elecciones Regionales y Municipales, y aún adolecemos de un claro debate de ideas fuerza, es decir, aún no queda clara la distinción entre las propuestas de los distintos grupos políticos; muy pocos son los candidatos a quienes veo con sus Planes de Gobierno en la mano dispuestos a plantear alternativas. Hasta el momento vemos un gran despliegue propagandístico de parte de varias opciones electorales, pero nos sigue faltando una mejor comunicación de ideas de gobierno.

Las agrupaciones políticas debieron preocuparse en hacer una adecuada selección de los cuadros que se muestran en sus listas electorales, me parece que aquí siempre tendremos debilidades, en vista de que a los mismos grupos políticos les falta institucionalidad, por ello notamos los apremios y urgencias en las que varios se han visto para completar sus listas antes del cierre de la inscripción, o la inclusión en varias de ellas de personajes cuestionados. Ello también es un signo de improvisación y de la conocida subasta de lugares al mejor postor, pero sobre ello ya no podemos hacer nada en este momento, sólo procurar fortalecer a las organizaciones políticas hacia el año 2018.

La tarea que tienen ahora aquellos que pretenden gobernarnos es rodearse de los cuadros técnicos adecuados para buscar el progreso de nuestra población. La acción de gobernar no puede ser vista como una aventura electoral, no es una empresa o un negocio, lo que está en juego son las vidas de miles de individuos, la felicidad y desarrollo de un colectivo.

En el caso del Gobierno Regional de Lambayeque nuestros candidatos deberían saber bien que Lambayeque aún no es una región consolidada, Lambayeque (como el resto del país) sigue siendo un departamento pero que tiene un Gobierno Regional electo ¿qué quiere decir ello? Que, en el plano de la descentralización sí se han transferido competencias y la población hoy elige cada 4 años a un Gobierno Regional para que ejecute dichas competencias; pero, el espacio sobre el que ese Gobierno Regional actúa sigue siendo un departamento, no una región. Las normas son claras, se tendrá una región cuando dos o más circunscripciones departamentales, vía referéndum de consulta a sus poblaciones, decidan integrarse. En el año 2005 ese referéndum fracasó y hasta la fecha no se ha vuelto a realizar uno (pese a estar normados para el año 2009 y el 2013), entonces aún NO tenemos una región. Esto parece que no lo conocen nuestros candidatos, presentando un discurso confuso en el que no se distingue el proceso de descentralización frente al proceso de regionalización.

En el caso de los Gobiernos Municipales, la situación también es complicada. La propuesta de los candidatos suele concentrarse en la realización de nuevas obras de infraestructura, más pistas y veredas, las cuales son necesarias, pero no son lo único que nos hace falta. El Alcalde no es sólo un “maestro de obras”, el Concejo Municipal tiene que buscar el desarrollo integral de nuestras comunidades y eso implica el desarrollo de capacidades humanas en la población que se gobierna. Una revisión de los presupuestos municipales en ejecución nos demuestra que estamos muy lejos de ello actualmente.

Una función clave de los Gobiernos Municipales es promover el desarrollo económico local ¿cuántos lo vienen haciendo? Y ¿cuántos de nuestros actuales candidatos han pensado en ello? ¿Qué nos plantean para lograrlo?

La coyuntura es crítica, malos gobiernos han generado mayor descrédito hacia una noble actividad, la POLÍTICA. La política se resume en la búsqueda del bien común, los ciudadanos electores tienen que saber discernir entre las distintas opciones políticas para identificar que agrupación se acerca más a esa búsqueda del bienestar colectivo. Los ciudadanos tendrán por tarea la revisión de Planes de Gobierno y de Hojas de Vida, sólo así, con acuciosidad se podrá buscar una adecuada alternativa electoral. En esa tarea los medios de comunicación son aliados vitales, así como las Universidades, los Colegios Profesionales, los colectivos cívicos y las diferentes organizaciones de la sociedad civil, quienes como plataforma han de promover un gran debate que sirva para acercar las propuestas electorales a la población, para adecentar la política en Lambayeque y generar un espacio que con carácter permanente pueda respaldar a las nuevas autoridades pero al mismo tiempo vigilar su actuación. Ese es el camino que viene tomando CREAS-Lambayeque, la Conferencia Regional de Actores Sociales recientemente constituida y que tenemos que fortalecer.

Finalmente, considero que, a nivel personal, luego de revisar Hojas de Vida y Planes de Gobierno, evitándome la improvisación de ideas, y evitando a los nombres cuestionados, optaré por sufragar por aquella agrupación política en la que me conste que existe un equipo de trabajo, ya que los problemas de Lambayeque como espacio departamental, de nuestras provincias y distritos no los va a resolver un “mesías-candidato” sino un auténtico equipo como lista electoral junto a un equipo de asesores.

Buscaré en esa revisión a la lista electoral que no sólo me presente un “gobierno del cemento” sino que se preocupe por el desarrollo humano de nuestra población, y que tenga propuestas de cara a nuestra vida cultural, tan venida a menos hoy en día, o mejor dicho inexistente, por la falta de promoción de nuestras autoridades.

Y, optaré por la lista electoral que sí haya considerado planes de contingencia y emergencia en sus ideas de gobierno. Recordemos que estamos ante la amenaza de un nuevo Fenómeno del Niño, se discute la magnitud del mismo y aunque no se presentase con gran impacto ¿Qué nos libra de otro tipo de desastre natural? ¿Cuántas agrupaciones políticas han pensado en ello? ¿Estamos preparados para enfrentar una situación de emergencia? Los Planes de Gobierno están en la obligación de abordar ese escenario.

La lucha contra la corrupción ¿tiene alternativas? No podemos seguir dejando pasar las prácticas de corruptela ¿nuestras distintas candidaturas han planteado una auditoría del espacio que pretenden gobernar?

Reflexionemos todo ello y más. En mi caso, busco una propuesta para el desarrollo humano, atenta a los escenarios de emergencia y con medidas claras y eficaces contra la corrupción. Ideas electorales y menos de farándula electoral. Cerrémosle el paso a la improvisación, nuestro departamento, nuestras provincias y distritos no merecen lo “menos malo”, merecen lo mejor. Nunca seamos conformistas.

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Imagen: Cristian Caricaturas 

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ANIVERSARIO DE LA PROVINCIA DE CHICLAYO EN UN AÑO ELECTORAL

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Es de suma importancia que la ciudadanía reflexione, no sólo en este año electoral sino con carácter permanente sobre su participación en la vida de nuestra comunidad política, el poder político no puede ser dejado a la deriva en manos de las autoridades. Nuestra tarea es acompañar los procesos con mayor consciencia y responsabilidad. Nosotros también somos responsables de la lamentable situación que vive Chiclayo, nuestra comunidad política se encuentra debilitada y eso ha dado paso a voces improvisadas, quienes han tomado las riendas del poder político cual aventura.

Para poder tener mayor contundencia, y analizando el tema desde mi disciplina, he decidido proponer algunos puntos sobre el perfil de un próximo gobierno municipal de Chiclayo. Son reflexiones en este año electoral, pero hago nuevamente la atingencia que deben llevarnos a meditar con un ánimo permanente y no sólo ante la cercanía de las elecciones ¿Qué tipo de liderazgos necesitamos en Chiclayo?

1.- En primer lugar, al hablar de un perfil político la población tiene que ser realista, nunca tendremos un iluminado en la Alcaldía, ningún candidato puede ser el “salvador” de Chiclayo, porque un solo hombre o mujer no podrán trabajar en solitario, se necesita avanzar en equipos, integrando a la sociedad civil organizada en los procesos. Como primer punto entonces, tenemos que romper la idea de buscar un “mesías” en política, porque no existe. Necesitamos liderazgos concertadores, que no vivan del recelo, que sean capaces de tender puentes hacia otras instituciones y actores.

2.- Pensemos en esos equipos, y aquí hay una gran responsabilidad de las agrupaciones políticas ¿cómo se arman las listas municipales? Sabido es que en muchos casos los primeros lugares de las listas electorales son sacados prácticamente a remate, el candidato que más dinero aporta a la campaña suele ocupar los primeros lugares en la nómina de Regidores. Las listas tienen que armarse por méritos y no por aportes económicos.

Al mismo tiempo, la población tiene que conocer a los señores y señoras que integran dichas listas. No olvidemos, por ejemplo, que el Primer Regidor o Teniente Alcalde es el potencial Alcalde ¿quiénes se han preocupado por indagar más de cerca el expediente personal de este postulante?

3.- El Alcalde no es la máxima instancia política de un gobierno municipal, la máxima instancia es el Concejo Municipal, en el cual como todos sabemos se encuentran el Alcalde y los Regidores. Es desde el Concejo Municipal que se gobierna ¿quiénes le hacen seguimiento al trabajo de los Regidores? ¿Quiénes le hacen seguimiento a las Comisiones de Trabajo que se organizan dentro del Concejo Municipal? Tenemos que ser más rigurosos este 2014 y revisar adecuadamente la lista de candidatos a Regidores que acompañan al candidato para Alcalde.

En otros países vecinos, la población vota en separado, por un lado se vota para elegir al Alcalde y en otra cédula se eligen a los Regidores; lamentablemente en el Perú (y su perniciosa legislación) tenemos en una misma cédula que sufragar en lista cerrada, se vota por todos en conjunto, cual manada en estampida se elige a todos “en un mismo saco”. El candidato a Alcalde ganador se lleva la mayoría de asientos para Regidores, y si tenemos Regidores sin personalidad, éstos se convierten en aduladores del régimen, sin pensamiento propio, sin mayores ideas que las que su Alcalde define. Necesitamos Regidores con espíritu propio, que sepan fiscalizar pero al mismo tiempo proponer. El trabajo de los Regidores es fiscalizar y proponer medidas para el buen gobierno.

4.- Los liderazgos autocráticos sólo generan dificultades, el nuevo Alcalde tiene que tener iniciativa para sumar fuerzas con otros actores de la sociedad civil. En Chiclayo, por ejemplo, tenemos numerosas universidades e institutos ¿por qué no construir políticas públicas junto con éstos? ¿Será que el Alcalde espera que lo vayan a buscar? Un Alcalde tiene que ser un visionario, tener la inteligencia suficiente para convocar a quienes pueden aportarle en el gobierno, porque a fin de cuentas no se trata de “su gobierno” sino del “gobierno de todos”. La Alcaldía no es una empresa familiar, la Alcaldía tiene que representarnos a todos y responder con acciones a todos. Para ello se necesita lógica e inteligencia, eso debemos buscar en el perfil de los candidatos.

5.- La transparencia sigue siendo una gran deficiencia en los gobiernos municipales. El nuevo gobierno municipal tiene que tener en claro que se requieren medidas eficaces para combatir a la lacra de la corrupción. La ciudadanía no puede seguir siendo conformista ante ello, frases trilladas como “que robe pero que haga obra” ya no vienen al caso, el Perú ha tenido un gran crecimiento económico (próximo a volverse más lento) y es una lástima que en esta época de “vacas gordas” no hayamos aprovechado la coyuntura para construirnos mejores ciudades, dignas de habitarse, por el contrario, las condiciones de vida han empeorado, obras mal hechas, cascarones sin solidez, sólo son signo del fracaso que ha tenido el país en estos años.

La corrupción tiene una cadena de procesos, desde las municipalidades hasta los gabinetes ministeriales, esa es la cadena que la población debe romper ¿cómo? Dejando de pensar que las autoridades nos están haciendo “favores” cuando inauguran tal o cual obra, si un Alcalde inaugura una obra no es un favor, simplemente está cumpliendo con su obligación, sino ¿para qué postuló? ¿Para ser aplaudido con el dinero público, con el dinero que es de todos nosotros? Soy muy claro sobre ello, ninguna autoridad tiene que recibir agradecimientos, ni en los Gobiernos Municipales ni en los Gobiernos Regionales porque no están haciendo obras benéficas, sólo están cumpliendo con el encargo que les hemos dado. El día en que la mayoría de la población entienda eso, tan simple y sencillo, ese día despertaremos y cumpliremos con un rol más activo en el control de los recursos públicos, porque entenderemos que se trata de nuestro dinero, el dinero de toda la masa de peruanos y que en muchos casos viene siendo malversado, ante la lentitud o dejadez de los organismos de control y de los órganos de justicia.

6.- Dentro del perfil de un gobierno para Chiclayo, y para todos nuestros distritos, tenemos que ser conscientes que hay que recuperar el principio de autoridad, el llamado imperium de la ley. Un Alcalde no es un “compañero de copas”, un Alcalde tiene la función de representar a una comunidad política, el Alcalde no tiene porque rogar a otras instancias gubernamentales, el Alcalde tiene que exigir a esas otras instancias cuando los intereses de la comunidad se ven afectados, un Alcalde por ello tiene que saber expresarse y saber defender los derechos de la población a la que representa, en la ciudad y en la provincia.

El imperium de la ley se ha perdido ¿cuántos vecinos respetan las Ordenanzas Municipales? ¿Cuál es el real alcance de dichas normas? Hay un gran trabajo que hacer al respecto, tenemos tantas normativas y oficinas, tanta burocracia, pero se sigue repitiendo aquel adagio “la ley se acata pero no se cumple”.

7.- Un nuevo gobierno municipal en Chiclayo tienen que tener más inteligencia ¿por qué no se aprovechan las ventajas de las mancomunidades? Los municipios de la provincia bien podrían integrarse bajo esta fórmula legal para enfrentar sus problemas comunes, tal es el caso de la inseguridad o del manejo de los residuos sólidos. En repetidas ocasiones, sobre todo, en las aulas universitarias he manifestado la necesidad de profundizar el trabajo de las mancomunidades y que éstas bien pueden avanzar hacia la constitución de empresas municipales, por ejemplo, con una planta de tratamientos de residuos sólidos financiada en conjunto por un grupo de municipios ¿tan difícil es pensar así? Lamentablemente la “política de los gallinazos” (que ya parecen el ave simbólica de Chiclayo) parece tener demasiados adeptos.

8.- El nuevo gobierno de Chiclayo no puede pensar que la Municipalidad Provincial es un espacio para desocupados, incrementando más y más las planillas. La administración púbica necesita ser reorganizada, aunque algunos le tiemblen al tema, es necesario. Evaluar a los trabajadores, capacitarlos bien previamente para la rendición de sus evaluaciones, y quienes no rindan con la productividad requerida pues justificadamente no podrán continuar; pero todo ello requiere un esfuerzo de sinceramiento de nuestras políticas internas ¿está claro el Reglamento de Organización y Funciones? ¿Cuáles son los requisitos para el ingreso de trabajadores? ¿Cómo se manejan los puestos de confianza? ¿Cómo  funcionan los ascensos dentro de una municipalidad? ¿Se les da incentivos positivos a los buenos trabajadores? ¿Cómo se castiga la ineficiencia? Todas estas son las preguntas que deben hacerse los candidatos y los equipos para el gobierno provincial.

9.- Un punto que me merece una especial atención, es el tema cultural, que la mayoría de candidatos menciona de refilón, pero sin mayores alcances. Chiclayo es llamada “ciudad fenicia” por su posición en el comercio del norte del país, por ser ciudad de paso, pero ¿qué hay de la ciudad cultural? En Chiclayo ciudad no existe un solo museo, nuestra Biblioteca Municipal desde hace años sigue “invadida” por las oficinas municipales ¿y nuestros estudiantes? ¿Es justo para ellos? ¿Por qué los gobiernos municipales no adquieren nuevo material bibliográfico? Parece que hubiera una consigna por mantener a la población en bajo nivel de instrucción, sin que pueda pensar por sí misma, la lectura libera, la lectura ayuda a la gente a abrir los ojos ¿a eso se le teme?

Los sucesivos gobiernos municipales se desvelan por hacer obras públicas (que encima, sin control, se destruyen al poco tiempo), pero ¿cuántos gobiernos se preocupan por la cultura? Pocos. Prueba de ello es el estado del pobre Teatro Dos de Mayo, por ejemplo.

Basta del “gobierno del cemento”, pensemos un gobierno que integre las distintas caras del desarrollo, que genere capacidades humanas, que genere cultura y desarrollo mental, y no sólo pistas y veredas deficientes.

10.- El gobierno provincial tiene que mirar hacia los 20 distritos de la provincia, desde nuestras costas en Santa Rosa o Pimentel hasta Oyotún y Chongoyape, ¡todo es Chiclayo! Pareceré un profeta en el desierto, tantas veces mencionando lo mismo, pero sigue haciéndonos falta una política integradora ¿por qué no pensar en un corredor turístico entre nuestros distritos de la provincia? Chiclayo no es sólo el espacio entre la acequia Yortuque y la acequia Cois, es más que eso, son 20 distritos, por algo se llama “Gobierno Provincial de Chiclayo”, pero falta esa visión de provincia. Los electores, fuera del centro de Chiclayo, tienen que ser extremadamente exigentes con los postulantes en esta nueva ocasión.

11.- Finalmente, ser Alcalde o ser Regidor, no es de  ningún modo un favor que se nos hace ya que por ello se cobra un sueldo o unas dietas; por lo menos debería ser un servicio a la comunidad, pero como pocos lo entienden así, la población debe estar organizada, superando divisiones internas, organizados para ayudar en el trabajo del nuevo gobierno municipal y organizados para encararle si es que el gobierno provincial decide equivocarse de camino. La Iglesia Católica, las Iglesias evangélicas, los cristianos mormones, los Testigos de Jehová, y todos los credos religiosos, los Colegios Profesionales, las Universidades, institutos, gremios empresariales y sindicales, colectivos ciudadanos, y un largo etcétera, evaluemos nuestro accionar ¿dónde hemos estado? ¿Hablando de las puertas hacia dentro de nuestros locales? Es tiempo de despercudirnos del letargo, de ese abandono. Acorralemos la corrupción, la ineficiencia y la improvisación. Las distintas entidades tienen que organizar los debates que sirvan para conocer los planteamientos de quienes postularán y que éstos no se lo tomen a la ligera, postularse no es una aventura, no es un juego. Tenemos que levantarles la barrera más alta ¡que se esfuercen más!

Los medios de comunicación cumplen una tarea clave en ese proceso, informando más y mejor a la población, sin insultos, sin diatribas, Chiclayo no está para enfrentamientos personales, debemos salir al frente con propuestas y con criterio suficiente para encarar a todo candidato. Que los mejores pasen el examen público de sus preguntas.

12.- Ya estamos en lo que será la “fiesta electoral” pero que no sea, como siempre, una “feria electoral”, con clientelismo, donde campean los regalos, los alimentos y los recuerdos de campaña. No exijan regalos ¡Exijan ideas! Cada regalo recibido, será cobrado en montos muy mayores a cada uno de nosotros. Las agrupaciones políticas tienen que mostrar seriedad en sus planteamientos. Ya muchos abren sus locales de campaña (cerrados durante todos estos años), empiezan a pintar paredes (ensuciando los pocos muros que le quedan limpios a Chiclayo) ¿y así en la improvisación quieren gobernar? Seamos más consistentes con lo que queremos. La población debe elevar su autoestima, y expulsar a los candidatos que quieran comprar sus votos ¡son ciudadanos! Y esta no es una feria. Señores candidatos, a esforzarse más y usar más la inteligencia.

Vivimos un nuevo aniversario de nuestra creación como ciudad y como provincia, el 15 de abril de 1835 fue la elevación de Chiclayo a ciudad, y el 18 de abril la creación provincial. En aquel año 1835, en sólo tres días pasamos de ciudad a provincia, pero en estos últimos años nos encaminamos a convertirnos en una aldea. Don José Leonardo Ortiz, prócer de nuestra independencia y preclaro hijo de Chiclayo, no batalló por esto. Que el espíritu de Ortiz y la iluminación de la Purísima, jurada Patrona de los Valles de Chiclayo, nos ayuden a encontrar el camino, pero no hacia un “salvador” candidato sino el camino a ser mejores CIUDADANOS, que no se dejan pisotear, que cumplen con sus deberes, que conocen más de cerca la política y se comprometen con ella, y que hacen valer sus derechos en democracia.

Ese es mi mejor deseo para todos los chiclayanos. He escrito como un chiclayano de tradición, residente en la provincia, como siempre con claridad y firmeza, a través de este medio o delante de quien fuere. Es mi derecho.

Un saludo a toda nuestra provincia de Chiclayo en su 179º aniversario.

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* Escrito el día 11 de abril del 2014.

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Plaza Principal de la ciudad de Chiclayo

Fotografía propia

 

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REFLEXIONES DE UN 08 DE DICIEMBRE: HISTORIA LOCAL, POLÍTICAS CULTURALES Y ALGO MÁS

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Parece que la vorágine de la vida moderna (o de lo que aparenta serlo) y el ruido del desordenado tránsito en nuestras calles (al menos en aquellas que aún pueden transitarse) han llevado a que muchos chiclayanos olviden parte de su historia compartida. Este desconocimiento tiene una estrecha relación causal con la inexistencia de adecuadas políticas culturales en nuestro entorno.

En la gran mayoría de centros educativos poco es lo que se habla sobre la historia local. Guiados únicamente por el diseño curricular nacional, por ejemplo, todos conocen que el 28 de julio del año 1821 don José de San Martín proclamó la independencia del país, pero muy pocos ciudadanos conocen que en Chiclayo su Cabildo ya se había declarado independiente desde el 31 de diciembre de 1820 ¿qué pasa con los conocimientos sobre el espacio local?

Una de las atribuciones de los Gobiernos Regionales, según su Ley Orgánica, es:

“Diversificar los currículos nacionales, incorporando contenidos significativos de su realidad sociocultural, económica, productiva y ecológica y respondiendo a las necesidades e intereses de los educandos” (Artículo 47° literal c).

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¿Cuánto se viene haciendo por diversificar nuestra malla curricular en Lambayeque? ¿Se han logrado incorporar componentes de nuestra historia local? Reza el adagio, nadie valora lo que no conoce.

Paradójicamente, en los discursos electorales y en los planes de gobierno suelen abundar las menciones a la historia local, la verdad es que muchos datos en dichas propuestas políticas parecen extraídos del portal de Wikipedia. La mayoría de candidatos cree que los planes de gobierno son monografías de la etapa escolar, muchos datos esparcidos pero sin enfocar el problema ni posibles soluciones. A esto se suma la mala política del doble discurso, por un lado las autoridades alaban nuestro acervo histórico, pero ¿qué hacen por salvaguardarlo y revalorarlo?

Si en realidad estuvieran preocupados por preservar la memoria histórica de nuestras comunidades hace mucho tiempo se hubiera potenciado el recurso humano y destinado más recursos económicos para el Archivo Departamental de Lambayeque, lugar en donde se encuentran depositados los legajos y documentos que narran nuestra historia desde el siglo XVI. El Archivo se encuentra hacinado en un local nada apropiado y requiere la atención urgente de las autoridades políticas, aquí ya no bastan los compromisos de palabra sino las acciones concretas, algo que hasta el momento no se evidencia. Estamos dejando morir las evidencias para el estudio de nuestra historia, esa de la que tanto nos jactamos en los discursos.

Actualmente ya se vienen destinado recursos económicos para la preservación y estudio de nuestro pasado prehispánico, en buena hora que esto se haga, tenemos un territorio con gran riqueza patrimonial donde se ubicaron civilizaciones que nos han dejado un gran legado. A lo largo del tiempo esto no se había entendido, por ello hasta entrado el siglo XX el ideal de modernización se basaba en la destrucción de las huacas, política promovida por muchas respetables gestiones municipales. Esto ha cambiado y nuestras huacas vuelven a tener voz.

Sin embargo, no debemos olvidar que también hay otras épocas en nuestro devenir histórico ¿qué pasa con el patrimonio material e inmaterial del tiempo virreinal y el republicano?

Señalemos un claro ejemplo, el territorio del actual Chiclayo (que comenzó siendo una reducción de indígenas bajo las parcialidades de Cinto y Collique) empezó a organizarse alrededor del Convento de Santa María de los Valles de Chiclayo y su iglesia Matriz, encargados ambos a la Orden Franciscana desde el siglo XVI. Actualmente el recinto de la iglesia Matriz no existe pues fue destruido por una gestión municipal a mediados del siglo XX, sólo queda su recuerdo en algunas fotografías. Del convento sólo nos ha quedado un ruinoso patio, la mayor parte de la edificación también fue destruida ¿alguna institución se ha preocupado por impulsar un plan de restauración? Así es como se encuentra golpeado el corazón mismo de la ciudad de Chiclayo, esperando que los pocos muros que subsisten se desplomen solos ¿quién se hará responsable cuando esto ocurra?

Suelo mostrar en mis clases universitarias fotografías del antiguo parque principal de la ciudad, cuando aún existían los recintos mencionados, al ver las imágenes los estudiantes piensan que se trata de alguna población vecina, muy pocos han oído hablar de la iglesia Matriz, del convento, de las razones que llevaron a construir la nueva Catedral (luego de la revolución que lideró José Balta y que se libró en nuestras mismas calles peleando en contra del dictatorial gobierno de Mariano Ignacio Prado en el año 1868). Son muchos los datos que parecen no estar en los programas escolares ni universitarios ¿cómo podemos entonces lograr que la población se vincule más con la ciudad y la construcción de una identidad?

Para muchos la historia de Chiclayo y sus calles es sólo la historia de personajes que murieron en la guerra del Pacífico, una historia de las heroicidades, pero por ejemplo ¿cuántos conocen que dentro de la casona que fuera de la familia del héroe Elías Aguirre se encuentra un monumento de mármol que contiene los nombres de varios chiclayanos que cayeron en dicha guerra? Varios de ellos eran civiles que murieron peleando, lejos de su tierra ¿cuántos han sido honrados? Nuestras autoridades han obviado muchos datos de la historia.

Para otros, la historia de Chiclayo está ligada casi exclusivamente con determinados grupos familiares, agentes con presencia en la economía local y nacional, algunos otrora dueños de haciendas, que se vincularon estrechamente con la vida política. Como en todo grupo humano, es claro que entre ellos también hubo caballeros honorables, pero sus nombres no son toda la historia de nuestra ciudad, ni mucho menos de nuestro departamento. No podemos restringirnos a unos cuantos perfiles biográficos.

Nos hemos olvidado que antes de las haciendas ya existían las estancias virreinales dentro de un valle que iba creciendo con más agricultores y ganaderos. Nos hemos olvidado que antes de la actual agroexportación ya exportábamos desde estas tierras nuestro trigo y tabaco, hoy inexistentes. Nos hemos olvidado que la historia de una colectividad no sólo es el relato de los grandes sucesos sino también la expresión de la cotidianeidad, de la vida en comunidad, de sus usos y costumbres ¿cuántos monumentos a la memoria colectiva tenemos en Chiclayo? ¿Cuántas expresiones de recuerdo a los hombres del día a día, a los agricultores, a los artesanos, a los comerciantes y etcétera? Ninguno.

Parece que ya no recordamos a los “industriosos”. Esa es la palabra con la cual en los libros antiguos de los archivos se identificaba a las personas que se ocupaban de diversos negocios. Personas de trabajo, quienes contribuyeron con su esfuerzo, sin necesidad de tener una profesión, a forjar una comunidad pujante, la misma que empezó siendo una reducción, luego un pueblo y después una villa, hasta convertirse en ciudad.

Hoy hemos olvidado buena parte de nuestro origen compartido, mantenemos el acercamiento con nuestra historia local en el plano del discurso, muchas veces con hipocresía, sin existencia de políticas culturales definidas para revalorar ese acervo. En ese desorden y descuido, lamentablemente podremos crecer comercialmente pero sin rumbo definido, sin identidad con el territorio que nos alberga.

Para rescatar una parte de esa historia obviada, los invito a leer la siguiente descripción extraída del libro “Historia de Chiclayo, siglos XVI, XVII, XVIII y XIX”, obra del brillante investigador Jorge Zevallos Quiñones, ya fallecido. Siendo 08 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción, se celebra a La Purísima, Patrona de Chiclayo, para quienes somos creyentes se trata de una advocación de singular importancia, presente desde los orígenes de la cristianización de estas tierras; para los no creyentes esta imagen no deja de ser un símbolo importante, parte del patrimonio histórico de la ciudad.

Por esta razón siempre llevo a los amigos foráneos que me han visitado ante el actual altar de La Purísima en la iglesia Catedral; pero viajemos con el escrito de Zevallos al tiempo de la desaparecida iglesia Matriz, a la cuna misma de la ciudad de Chiclayo, un tiempo perdido y poco conocido:

“El retablo del altar mayor era ‘grande y todo dorado’, con su Sagrario de ‘espejos grandes y pequeños’. En su centro se hallaba la imagen en bulto de Nra. Señora de la Purísima Concepción, Patrona del pueblo desde su fundación. La acompañaban siete bultos tallados representando La Resurrección, San Sebastián, Santa Rosa de Lima, San Marcelo, San Roque, San Francisco y Santo Domingo. ¿Dónde estará, si sobrevive, todo este tesoro de arte sacro? La imagen de La Purísima existe hasta HOY. Es una hermosa escultura de solo cabeza, brazos y pies, o sea de los simulacros que se hacen para vestir. Sobre su origen hay variadas tradiciones que han conservado hasta hoy algunos descendientes de las antiguas parcialidades, siendo la más común la de que perdida, fue vuelta a encontrar en sus terrenos de Cofradía por D. José Leonardo Ortiz a comienzos del siglo XIX. Celebrábase su festividad como hasta hoy el 8 DE DICIEMBRE de cada año, pero era tradicional que los festejos y los cultos empezaran ocho días antes, congregándose en el pequeño pueblo una romería y feria tan grande y heterogénea que en mucho se asemejaba a la notable del pueblo de Guadalupe, que se llevaba a cabo en su Santuario en la misma fecha litúrgica. Las fiestas eran públicamente presididas por el Corregidor y por los Cabildos de Naturales y del pueblo de Lambayeque. Una procesión de luz a luz recorría las calles, con gozos populares de ‘sortijas’, peleas de gallos, corrida de toros, comedias, loas, y farsas de teatro. Las transacciones comerciales eran considerables y de productos muy variados. La Mayordomía de la fiesta conllevaba un gran honor y era amistosamente peleada entre las personas más distinguidas de la nobleza indígena y la sociedad criolla. En 1701 era Mayordomo el General Don Francisco de Seña, chiclayano e hijo de Corregidor, y al año siguiente lo fue el Cacique Principal de la parte de Cinto.

Estas fiestas extraordinarias subsistieron en todo su esplendor aún bien entrada la época republicana, hasta el desastre de la guerra con Chile; HOY en día no queda ni rastros del entusiasmo popular, la fe pública y el ORGULLO CHICLAYANO por honrar en su día a su PROTECTORA PATRONA”. (Zevallos, “Historia de Chiclayo, siglos XVI, XVII, XVIII y XIX”, pp. 82-84).

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Volvamos al estudio serio de la historia, al rescate del patrimonio material e inmaterial de la ciudad de Chiclayo y de nuestro departamento de Lambayeque, en esta tarea se requiere la asociación entre el sector público y el sector privado, el compromiso de las organizaciones de la sociedad civil, de las universidades y los Colegios Profesionales. Las instituciones están llamadas a contribuir para rescatar nuestra memoria colectiva ¿estarán nuestras instituciones a la altura del reto?

Las autoridades y los funcionarios públicos tienen que superar lo actuado, la inversión en infraestructura (siempre y cuando se haga bien) es necesaria para el desarrollo pero no es suficiente ¿cuándo se promoverán políticas culturales? ¿Cuándo abordaremos los saberes locales? ¿Cuándo los chiclayanos, y los lambayecanos en general, conocerán más de su realidad local?

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Imagen de La Purísima, Patrona de Chiclayo

Fotografía propia, año 2009

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