DEBERES SAGRADOS QUE CUMPLIR: DIA DE LA BANDERA

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* Discurso pronunciado el día 5 de junio del 2015 en el Patio de Honor del Colegio Manuel Pardo de Chiclayo, invitado como ex alumno.

 

A las 5:30 de la mañana de aquel 7 de junio del año de 1880 se iniciaba en Arica la epopeya del Morro, un suceso de nuestra historia trascendente en el tiempo y que todos conocemos desde nuestros primeros años en las aulas, pero ¿nos hemos detenido realmente a reflexionar sobre lo que encierra la efeméride que cada año recordamos? Es para mí una satisfacción tener a cargo el discurso en este mismo patio en el que 13 años atrás fui un estudiante como ustedes.

A querido el calendario reunirnos este viernes 5 de junio para recordar el “Día de la bandera”, en esta perfecta formación para meditar en lo ocurrido hace 135 años, pero más aún para redescubrir lo que la gesta del Morro de Arica significa el día de hoy. No es un capricho que esta ceremonia en nuestro querido Colegio Manuel Pardo se realicé un 5 de junio, precisamente el mismo día en que el Coronel Francisco Bolognesi respondió al oficial chileno Juan de la Cruz Salvo las palabras que han quedado grabadas en la mente de todo peruano: “Tengo deberes sagrados que cumplir”, dejando muy clara su determinación a no rendirse y permanecer en la defensa de la plaza de Arica, junto a los oficiales y soldados a su cargo. En aquella jornada bélica el plan era llegado el momento hacer estallar todo el Morro, pero las minas no lograron detonarse; y, aunque sabiéndose superados en número de combatientes, aquellos hombres no dejaron de cumplir con su deber, defender su posición y con ello a la Patria.

Recordemos en este día la figura de un Francisco Bolognesi, Coronel en situación de retiro quien a los 62 años de edad, conociendo del estallido de la guerra, decide reincorporarse al Ejército peruano. Recordemos a un Alfonso Ugarte, de quien tenemos en mente el salto del Morro con la bandera en sus manos para evitar caiga en manos del adversario, pero también recordemos que la figura de Ugarte es la de un civil, un acaudalado comerciante, que no se evade en la grave situación que vivía el país, sino que por el contrario se enrola y con su propio dinero decide armar soldados.

Bolognesi, Ugarte, y tantos otros peruanos pudieron en el momento crítico simplemente responder “esta guerra no es para mí”, pero no lo hicieron; junto a tantos civiles que se presentaron en los campos de batalla. Ello es lo que vuelve a dichos hombres héroes, el hecho de que pese a conocer el peligro y las grandes dificultades deciden entregarse a una causa mayor, la defensa de su Nación.

Esa Nación de la que cada uno de nosotros, presentes esta mañana, hacemos también parte y que hoy en día nos lleva a nuevas batallas, ya no en campos minados o al sonido de compases militares, ni frente a un ejército extranjero; sino en batallas dentro de nuestras mismas ciudades. Es la batalla por el ejercicio pleno de la ciudadanía, es la batalla por el compromiso cívico de construir un mejor presente. Ser ciudadano no sólo representa exigir derechos y protestar por ellos, lo cual dentro de los cauces democráticos es perfectamente válido y necesario, mas nunca olvidemos que ser ciudadano también encierra cumplir deberes para con nuestra comunidad política, para con nuestra ciudad y el país ¿hemos llegado a ese nivel de compromiso?

La Patria no es únicamente la expresión de la culinaria, de las acciones en el deporte, o poner una mano al pecho, la Patria encierra compromiso que se demuestra en el respeto a sus símbolos, respeto de la bandera nacional, pero no como un emblema únicamente de la historia pasada sino como el símbolo que demanda concretas acciones de parte de nosotros en el presente. Esta comunidad, de la que me honro en ser parte, tiene también “deberes sagrados que cumplir” y responsabilidades que honrar. Docentes y alumnos tienen que ser ejemplo de vida cívica en su entorno, sino de nada nos bastará izar nuestra bandera. Hoy las batallas se libran contra la corrupción que aparece en los distintos espacios de nuestra vida cotidiana, se libra contra la injusticia de no dar a cada quien lo que le corresponde, se libra contra la desigualdad de oportunidades y las exclusiones para alcanzar una mejor calidad de vida. Como comunidad manuelpardina y vicentina tenemos también nosotros el deber sagrado que cumplir de encarar esas situaciones donde se presenten.

Me dirijo de modo especial a nuestros estudiantes, próximos a emprender nuevos caminos, nunca olviden que su formación debe hermanar la teoría y la praxis, y que todo lo aprendido demanda de ustedes una aplicación en el espacio social en el que se encuentren; nunca evadir los problemas, sino por el contrario hacerles frente pues están formados para ello. Recordar por lo tanto siempre que ustedes son responsables y artífices del esperado bien común.

Tal y como nos enseñó un célebre maestro universitario, Luis Jaime Cisneros: “El Perú es también la suma de todo aquello que aún no hemos conseguido”. Es pues de todos nosotros esa tarea.

 

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Desfile en el Colegio Manuel Pardo, 5 de junio del 2015.


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2 pensamientos en “DEBERES SAGRADOS QUE CUMPLIR: DIA DE LA BANDERA

  1. Freddy R.

    Excelente discurso Jorge. Recogiendo el mensaje de aquellos patriotas, de aquellos hombres enfermos de amor por el honor y la dignidad de una Nación: Mientras el Estado los abandonaba a su suerte, ellos se sacrificaron para darnos una lección imperecedera: la desgracia, la imprevisión, la informalidad, y hasta la desunión nos pueden vencer, pero el Perú no se rinde.

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