Leía un libro cuyo autor no es conveniente mencionar y el lector quizá también ha leído un libro similar. Dicho libro empezaba con una cita, dos palabras mas y otra cita, seguía leyendo otra cita más, y así de cita en cita, termine de leer el libro . Aprendí a citar, no entendí la idea central del autor, quizás por mi poco desarrollo de mi capacidad de comprensión. Otra conclusión que derivo de tal lectura fue que el autor era un lector conspicuo y me lo demostraba con sus citas.
Perplejo de tal cantidad de citas me pregunte y sigo preguntándome ¿las ideas tienen dueño?
La emoción de apropiación surge hace aproximadamente unos 5000 A.C y dio origen y sustentación hasta nuestros días de un vivir y convivir en donde todo tiene dueño y claro las ideas también. Es normal, es común asi que lo que usted lector esta leyendo esta contracorriente en nuestro presente que conserva esa emoción.
Pero me doy cuenta que la hierva crece armónicamente en su medio, igual sucede con el bebe, lo mismo creo que debe pasar con las ideas en cada uno de nosotros y claro reconocer luego que alguien pensó igual a uno … es una enorme satisfacción… para eso hay que incluir la bibliografía respectiva.
Es mejor que las ideas se les despoje de la emoción de apropiación y disfrutar de su emerger en el lenguaje cuando reflexionamos y compartimos.
¿LAS IDEAS NO TIENEN DUEÑO?
Deja una respuesta
[Visto: 773 veces]