Hace algunos años, se tenía el falso prejuicio que los productos chinos eran malos, que carecían de buena calidad. Se tenía el prejuicio que producto chino era producto que iba a durar muy poco. Sin embargo, qué tan cierta era tal afirmación, en este post hablaremos de ello. 

En realidad, los productos provenientes de China desde hace ya un buen tiempo han tenido poco o nada que envidiar a productos de grandes marcas, sin embargo, esto era cierto ya desde que existía ese falso prejuicio, sólo que las personas recién lo comienzan a ver así. El falso prejuicio nace de que anteriormente se importaban mayormente de China los productos más baratos, pues por su fabricación es de muy bajo costo, por ende se tenían productos muy baratos.

Todo lo anteriormente descrito no implica que todos los productos provenientes de ese país tengan una mala calidad, sino que se importaban mayormente los productos más baratos y de peor calidad, cuando también existían en ese mercado los productos de muy buena calidad, sin embargo, más costosos.

China tiene un propio sistema de calidad, sus propias certificaciones denominadas CCC,  que se comparan con certificaciones ISO 45001 por ejemplo. Ello garantiza la calidad no solamente para sus productos internos, sino para los productos que importa del extranjero.

Es por tanto, un país que se ha tratado de desligar de ese prejuicio mediante la creación de su propio sistema de gestión, de sus propias certificaciones. Esto le ha funcionado, pues actualmente ya se olvidó ese falso pensamiento en las personas, un claro ejemplo es ver a Xiaomi sobrepasando a Apple en popularidad en teléfonos celulares.

Un simple color, algo tan elemental, puede gustarnos tremendamente y a otra persona no agradarle. Si en este nivel de “simpleza” no existe un consenso  sobre qué es bonito, qué es agradable; cómo podemos a un lienzo con decenas de colores y formas definirlo como bello. La belleza es un concepto frágil, personal, adimensional.

En la práctica, me ha tocado veces que he diseñado o programado algo hermoso para mi, pero inmediatamente recibí correcciones, observaciones, cambios que confirmaban el no agrado de mi trabajo. Otras tantas veces han aprobado mi trabajo en primera instancia. Asimismo, he encontrado algunas veces hobbies o DYI que me parecían interesantes y se los he comentado a un amigo que me respondió con un gesto de desconcierto, como si fuera algo completamente irrelevante. Al principio, esto me hacía dudar de mi percepción de belleza o de gusto.

Poco a poco, con el transcurrir de los años y los proyectos, las correcciones y aprobaciones no cambian ni me hacen dudar de mis gustos. He entendido que cada persona asimila la belleza a su manera, a su ritmo, desde su perspectiva única y diferente. Mi percepción de belleza no cambia porque a otro no le parece así, mi percepción de belleza nace y muere en mi.

Me gusta todo lo que construyo con mis manos, lo que pinto, las manualidades que hago. Me encanta y gusta toda la música que escucho, la comida que preparo, las herramientas que compro. Me gusta y preguntarle a otra persona qué opina de mis gustos está de más.

Es indudable que la coyuntura actual ha afectado la estabilidad laboral de muchos peruanos, pero, también es indudable que la creatividad peruana es más grande que cualquier problema. La creatividad peruana nos hace emprendedores en ámbitos que nunca pensamos, y que, sin embargo logramos realizar.

Es así pues, que no es sorpresa ver a la vecina oficinista abrir un kiosko, al amigo corporativo abrir un restaurante, y muchas casas en el vecindario convertirse en nuevos negocios. Nos está tocando vivir una revolución de emprendimiento forzoso, y no está de más compartir algunas ideas para llevar a cabo.

En primer lugar, existen ideas interesantes que no precisan de inversión, como lo son el responder encuestas, o crear libros y venderlos en Amazon. También, están negocios que requieren una inversión en adquirir nuevos conocimientos, que se puede realizar gratuitamente en plataformas MOOC, como ser diseñador web, o experto en marketing digital.

Luego, están ideas sustentables que si requieren inversión monetaria, como diseñar y fabricar ropa con materiales reciclados o eco-amigables. O reciclar envases de vidrio y transformarlos en vasos, floreros, o lo que el ingenio lo dicte, en este caso, la inversión sería una máquina cortadora de vidrio.

Cada situación adversa, es una oportunidad para demostrarnos a nosotros mismos cuánto podemos luchar por salir adelante. Existen muchas ideas para emprender, desde ganar dinero respondiendo preguntas, a ayudar al planeta reciclando botellas. Encuentra tu idea y esfuérzate hasta lograr el éxito.

Este tiempo de cuarentena nos ha obligado a muchas personas y negocios a comenzar a explorar el mundo digital. Existen múltiples canales digitales con los cuáles podemos mantener el contacto con nuestros clientes y ofrecerles nuestros servicios: fanpage, whatsapp, instagram, entre otros. Todos son medios importantes y funcionales; sin embargo, existe uno que nos permite una mayor personalización a la presentación de nuestro negocio, servicios o productos, la página web.

Para tener una página web, es fundamental tener en cuenta tres aspectos: los archivos de programación de la página web, el servidor, y el dominio.

Los archivos de programación de la página web

Una página web se conforma de archivos que permiten mostrar la web tal cuál se presenta, archivos que dan la estructura de la web (.html), que le da el estilo que presenta (.css), que le brinda funcionalidad adicional (.js), entre otros. Cada tipo de archivo es fundamental para mostrar una página web profesional. Asimismo, una página web se puede crear con código personalizado o con plantillas (CMS).

Servidor

El servidor es el lugar que almacenará los archivos de programación de la página web y que procesará los archivos para mostrar tu página como deseas. Puede crearse en tu computadora, o utilizando servicios en la nube como Google Cloud o Azure.

Dominio

El dominio es el nombre que tendrá tu página web. Es una forma amigable de acceder al servidor que contiene los archivos de programación de la página web, de otra manera, deberías acceder al servidor por el IP del mismo, lo cuál no es práctico.

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Corren los días y mientras más corren, más pierden su identidad. El lunes ya no parece lunes, el domingo ya no parece domingo.  Ya no existen fines de semana, no hay salidas al cine, ni al parque.

Tanto tiempo en casa nos obliga a reencontramos con un ser a veces extraño, casi ignorado; con nosotros mismos. Retoman las viejas pasiones: tocar la guitarra, cantar a pulmón vivo, cocinar para la familia y otras actividades que por el trabajo o el estudio dejamos de lado. Asimismo, en casa, muchos de nosotros volvemos a ver a nuestra familia un lunes por la tarde, un sábado por la noche, nos encontramos reunidos y juntos más tiempo que nunca. 

Nacen las pláticas, las conversaciones de hermanos, de padres e hijos, de abuelos y nietos. De pronto, se desenpolva el Twister, mi hermano recuerda que teníamos un tablero de ajedrez, mi padre recuerda que compramos un bingo. Y así nace un nuevo hobby: divertirse con la familia, que es tan divertido como un sábado de reuniones con amigos.

De pronto las tardes ya no son aburridas, y la vida de mi hermana ya no es desconocida. De pronto me vuelvo el mejor contorsionista y el peor jugador de ajedrez.

Es un tiempo extraño el que estamos viviendo, si el destino lo permite, hay que aprovecharlo para volver nuestros lazos interiores y familiares más fuertes, porque la familia es el primer rostro que vimos al llegar a este mundo, y es el que siempre estará en los momentos buenos y malos.

Mañana lo hago

Parece frecuente ver últimamente que las personas viven en modo automático, atrapadas en una sinfonía de promesas postergadas diariamente/semanalmente. No es extraño por eso, haber escuchado en nuestro círculo más cercano “mañana empiezo la dieta” o “la otra semana comienzo a correr”.

Una promesa que no se cumple hoy, es más difícil de cumplir mañana, porque la acción repetitiva de postergar una promesa de mejora se hace un hábito, y ese hábito una costumbre. Te acostumbrarás al “mañana lo hago”, sin darte cuenta que la vida es ahora, y el mañana es una promesa constante que nunca se cumple.

Entonces, ¿cómo es que podemos romper ese ciclo de postergaciones? ¿cómo tomar la iniciativa de nuestra vida? son preguntas un tanto personales que se pueden resolver de muchas maneras. En mi caso personal, diría que la mejor manera de romper la rutina y empezar a hacer algo nuevo, o algo que hemos tenido en la cabeza por mucho tiempo es: una acción hacia la meta, por más pequeña que sea. Por ejemplo, si siempre has soñado en tocar guitarra, pero nunca lo has hecho, pues cómprate una guitarra; y si ya la tienes, averigua cursos y así hasta que consigas tocas tu primer acorde.

Tal como mencioné, eso es un ejemplo personal. Sucede que algunas veces, no encontramos la manera de cómo resolver esas preguntas, ni siquiera una pista. Es ante esas ocasiones que podemos ayudarnos de personas especializadas en encontrar caminos, en enrumbar vidas. A tales personas se les conoce como coaching personales y permiten tanto a entendernos a nosotros mismos, como a mostrarnos el proceso del cambio que debemos tomar para ser mejores. Un coach puede también ayudar a encontrar tu camino laboral, tu camino hacia el éxito empresarial o ejecutivo.

Algunas personas encontrarán su camino hacia el desarrollo profesional o personal por su cuenta, y otros se ayudarán de especialistas en enrumbar vidas,