El empoderamiento de las mujeres se ha convertido en una prioridad dentro de la agenda internacional. Tanto así que uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (el ODS 5) busca lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas. Pero ¿cómo saber si vamos por buen camino? ¿Cómo medir ese empoderamiento de forma concreta y compararlo entre distintos países? Desde el IDHAL nos hicimos esas preguntas, y como respuesta, en una reciente investigación propusimos una herramienta para medir el empoderamiento de las mujeres con un enfoque multidimensional: el MWEI (por sus siglas en inglés) [1].

El MWEI se basa en cuatro dimensiones básicas en las que una mujer puede ejercer poder, cada una con dos indicadores:

  • Salud: decisiones sobre la salud sexual y reproductiva, y cuidado de la salud de la mujer
  • Entorno material: decisiones sobre compras e ingresos del hogar
  • Relaciones sociales: autonomía en las relaciones sociales y libertad de afiliación
  • Integridad física: aceptación y padecimiento de violencia

El índice se calcula usando el método de Alkire-Foster (2011) [2], una metodología flexible para la medición multidimensional. Este método permite identificar no solo cuántas mujeres están empoderadas, sino en qué dimensiones lo están o no, y cuáles son los indicadores que impiden alcanzar ese empoderamiento. En este caso, una mujer se considera empoderada si alcanza un nivel de suficiencia en al menos seis de los ocho indicadores. Para construir el índice, usamos datos de las Demographic and Health Surveys para 45 países de ingresos bajos y medios. Estas encuestas permiten obtener una visión global del empoderamiento que es además comparable entre países. Tomando en cuenta las características de los datos, el MWEI solo considera a mujeres de entre 15 y 49 años, y que tengan pareja.

¿Y qué encontramos?

En solo 21 de los 45 países, más del 50% de las mujeres puede considerase empoderada. Esto demuestra que el empoderamiento de las mujeres en países de ingresos bajos y medios sigue siendo una meta urgente por alcanzar. Además, hay grandes diferencias entre países: en Filipinas, el 86% de las mujeres están empoderadas; en cambio, en Malí, esa cifra es solo del 7.5%.

Uno de los hallazgos más importantes es que el empoderamiento no se ve igual en todos lados. Incluso entre países vecinos puede variar mucho. Tomemos los casos de Malí y Senegal, países vecinos en África occidental. En ambos países, las mujeres enfrentan desafíos, pero las causas principales del ‘desempoderamiento’ son distintas. En Malí, por ejemplo, los indicadores de integridad física contribuyen un 25% al desempoderamiento y, los de entorno material, un 28%; mientras que, en Senegal, estos indicadores contribuyen en 15% y 33%, respectivamente. Esto demuestra que no existe una receta única para lograr el empoderamiento: cada contexto tiene sus propios retos y prioridades.

Además de las diferencias entre países, el MWEI permite analizar lo que ocurre dentro de cada uno. En 37 de los 45 países, las mujeres que viven en zonas urbanas están más empoderadas que las que viven en zonas rurales. Al desagregar aún más, encontramos casos como el de Sierra Leona, donde hay una gran brecha entre regiones: mientras que en la Provincia del Sur el 30.3% de las mujeres están empoderadas, en la Provincia del Noroeste solo lo están el 14.4%. Así, el MWEI no solo nos ayuda a tener un panorama general del empoderamiento de las mujeres, sino que también es una herramienta útil para quienes diseñan políticas públicas. Permite identificar con claridad en qué aspectos es necesario trabajar y dónde enfocar los esfuerzos, tanto a nivel nacional como dentro de cada país.

Si queremos cumplir con el ODS 5 y avanzar hacia el empoderamiento de todas las mujeres y niñas, necesitamos entender en qué dimensiones se concentran las desigualdades y cómo varían según el contexto. Solo así será posible cerrar las brechas y generar cambios en la vida de millones de mujeres alrededor del mundo.

Si quieres conocer más sobre está investigación, puedes ver este video explicativo.

Referencias

[1] Salcedo, M., Ruiz-Bravo, P., Barrantes, N., & Clausen, J. (2025). Measuring Multidimensional Women’s Empowerment With Data From Partnered Women Across 45 Low- And Middle-Income Countries. Social Indicators Research, 176(1093-1119). https://doi.org/10.1007/s11205-024-03505-6

[2] Alkire, S., & Foster, J. (2011). Counting and Multidimensional Poverty Measurement. Journal of Public Economics, 95(7-8), 476-487. https://doi.org/10.1016/j.jpubeco.2010.11.006


Autor:

Micaela Salcedo. Investigadora del IDHAL PUCP.

Las opiniones presentadas en este artículo no necesariamente reflejan la posición institucional del IDHAL ni de la PUCP.

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Empoderamiento desde un enfoque multidimensional

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