A menos de un mes para las elecciones presidenciales entre Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski, la lideresa de Fuerza Popular no solo ha mantenido su liderazgo -absoluto o relativo-, sino que, en estos últimos tramos de la contienda electoral, según las encuestas electorales, viene aumentando su aceptación en la población.
Expresamente hablamos del último simulacro de votación realizado por CPI, mostrado el 13 de mayo, donde la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, lleva la delantera con 45.8% de intención de voto, mientras que el candidato de Peruanos por el Kambio, Pedro Pablo Kuczynski, lo sigue con 40.2% de intención de voto.
Es decir, los resultados mostrados le dan a la candidata naranja una ventaja de más del 5% sobre PPK. En otras palabras, si mañana serían las elecciones, no cabría ninguna duda en que Keiko Fujimori sería la presidenta del Perú. Pero, a estas alturas de la contienda donde todo se mueve tan rápido, cualquier frase o movimiento inadecuados podrían revertir estos resultados.
Pero más allá de lo dicho, que estaría causando esta alza importante a favor de Fuerza Popular. Luego de la primera vuelta, Keiko Fujimori, ganadora indiscutible en dicha elección, mantuvo, al parecer, la misma estrategia usada en la primera vuelta, que consiste básicamente en usar un discurso moderado tomando distancia del tema Alberto Fujimori, y en seguir visitando todos los lugares del país, con mayor intensidad los pueblos del sur, donde consiguió menos votación. Además, ha sumado a su equipo técnico a reconocidas personas externas al partido como Hernando de Soto (formalización), Elmer Cuba (economía) y Eduardo Pérez (seguridad).
Por parte de Pedro Pablo Kuczynski, en cambio, luego de conocer que le había ganado a VeróniKa Mendoza el segundo lugar, no tuvo una estrategia sólida para ganar votos. Lo primero que hizo es viajar a los EE.UU. para conversar con la población peruana que radica en ese país. Luego, a su regreso, al igual que Keiko, hizo lo mismo que en la primera vuelta. Es decir, el mismo discurso propositivo y anti fujimorista, y recorrer el país, pero en menor intensidad que su adversaria. Asimismo, también sumó (o se sumaron) a casi todos los líderes políticos e incluso con sus partidos, y técnicos como Avelino Guillén (anticorrupción). Con todo ello, PPK tenía todos los votos sólidos que correspondía básicamente al anti fujimorismo. A pesar de la racha sumadora, no ha podido hasta el momento consolidar el voto flotante proveniente de la izquierda o de los indecisos; esto se debería a que PPK no ha hecho una diferenciación clara contra el fujimorismo, según lo expresado por la ex candidata, VeróniKa Mendoza.
Sin embargo, a pesar de todo lo dicho, creo que la razón principal del atascamiento de PPK en la ganancia de votos se debería a que simplemente se le acabaron los votos para PPK. Esto porque inmediatamente después de terminada las elecciones de la primera vuelta, el panorama electoral sobre las preferencias ya había cambiado. Es decir, automáticamente los resultados habían cambiado, debido a que todo el voto anti fujimorista pasó a sumar a los votos ganados en la primera vuelta por PPK. Luego, por todo lo dicho párrafos arriba, PPK no ha sabido sumar votos nuevos. Lo que da a entender que el discurso anti fujimorista ya no llega a la población con la misma fuerza que lo hizo en las elecciones del 2011, donde Ollanta Humala gana gracias a la estrategia anti.
Finalmente, nos queda menos de 20 días, donde muchas cosas pueden pasar y los resultados de las encuestas pueden variar. Todo dependerá, como se dijo, de cualquier frase o movimiento que se diga o se haga. Lo que sí es claro es lo que nos deja estos resultados, que muestra a una población muy sensible con el tema electoral, y no es para menos, teniendo en cuenta, por un lado, los altos índices de inseguridad y criminalidad; y por otro, las diversas propuestas que planean hacer los candidatos en los temas de seguridad, trabajo y económico, esencialmente.
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