Los dimes y diretes políticos después del fallo del Poder Judicial que ordena la anulación de la investigación realizada contra Alan García, han puesto la actividad política otra vez en su máxima efervescencia, y con mayor fuerza del lado del Gobierno porque la ‘megacomisión’, presidida por el congresista nacionalista Sergio Tejada, ha sido desautorizada para actuar en contra de Alan García por los presuntos actos de corrupción realizados durante su segundo gobierno.

Sergio tejada ha dicho que se los miembros de la ‘megacomisión’ van a apelar mediante la Procuraduría del Congreso, debido a que los procedimientos penales no son iguales a los que se llevan a cabo en el Parlamento.

Del mismo modo, las reacciones del Presidente de la República, Ollanta Humala, no se han hecho esperar, él ha dicho que Alan García busca escabullirse de las investigaciones y que espera que esta situación no lleve a un conflicto de poderes. Asimismo, haciendo referencia al fallo del juez Hugo Velásquez Zavaleta, quien falló a favor de García, el Presidente cuestionó la decisión del mencionado juez, ya que su fallo se produjo cuando el Poder Judicial había acatado una huelga indefinida. El presidente de la Corte de Lima, Iván Sequeiros, defendió el fallo de su colega Velásquez y señaló que los jueces no están en huelga, por esa razón, ellos continúan emitiendo sus fallos a pesar de las huelgas en el Poder Judicial, además pidió al Congreso acatar el dicho fallo.

Lo cierto es que Alan García, hábilmente se ha paseado por los dos bordes del cuchillo tratando de esquivar las acusaciones por las que la ‘megacomisión’ lo acusaba. Es decir, tener un ‘plan b’ le garantizaba al expresidente García asilarse convenientemente no solo para esquivar el Informe Final de la fenecida ‘megacomisión’, sino que una vez protegido podría acorazarse para atacar a la mencionada comisión desacreditándola aun más, y de paso cuestionar la gestión de un Gobierno débil, producto de un dubitativo presidente Humala.

El fallo, no es, en todo caso, lo más favorable que le pudo haber pasado a García. El fallo del Poder Judicial que ordena la anulación de la investigación realizada en su contra, es un recurso que lo protege y deja el camino libre para postular a la presidencia en 2016, pero no lo salva de la oleada de críticas debido a que nunca se escuchó las conclusiones finales del informe preparado por la ‘megacomisión’ del Congreso de la República, porque quedó sin efecto.

Sin embargo, lo que no se ha podido probar legalmente en el Congreso no le afectaría a corto plazo a García, pero si en la próxima campaña electoral. Si tenemos en cuenta que la estrategia del expresidente fue en primer lugar librase de las acusaciones para poder postular en 2016, entonces, ya no tendría de que preocuparse; solo le quedaría enfrentar las críticas y acusaciones que se originarían por la coyuntura políticas de las elecciones presidenciales que se avecinan. Lo grave, sin embargo, para García, está en que todos los cuestionamientos, como los narcoindultos, agua para todos, BTR, por ejemplo, quedarán a la interpretación del colectivo que, llegado el momento, serán usados hábilmente por sus adversarios políticos para bajarlo en las encuestas electorales.

No obstante, si nos separamos de lo que es favorable o no para Alan García en estos momentos, podemos decir que de acuerdo a la historia el expresidente ha logrado salirse bien librado en cuanto a problemas políticos se trata hasta conseguir el triunfo. Recordemos que después de su primer gobierno (1985-1990), García fue acusado de cometer graves delitos, como de lesa humanidad; corrupción, ya que dejó un Estado prácticamente quebrado; enriquecimiento ilícito; entre otras acusaciones más. Sin embargo, luego de su autoexilio, primero a Colombia y después a Francia, regresó y le convenció al país logrando por segunda vez la presidencia de la República (2006-2011).

En conclusión, los errores cometidos por la ‘megacomisión’, como lo han reconocido sus miembros, han sido usados hábilmente por un experimentado expresidente, que ha encontrado en el Poder Judicial los recursos legales para mandar literalmente al tacho todo el trabajo realizado en el Congreso de la República.

El fallo no solo salva a Alan García de afrontar las decisiones del Informe Final de la ‘megacomisión’, también le abre el camino a la presidencia de la República, y aunque él no lo ha confirmado, sabemos, por su participación política y porque no ha desmentido dicha afirmación, que llegado el momento lanzará su candidatura presidencial.

Finalmente, quedará una vez más el futuro de Alan García y del país en manos del cuarto poder: el electorado, quien decidirá en las siguientes elecciones presidenciales si le creen o no a García, dándole una vez más la presidencia de la República (de llegar a ser candidato, por supuesto).

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