Hoy se daría fin a un capítulo más de la telenovela protagonizada por Julio Guzmán, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y compañía. Al parecer, la suerte de Guzmán estaría echada y tendría que abandonar su carrera presidencialista en estas elecciones.

Qué irónico. Ahora que Guzmán está casi fuera del poder, los medios de comunicación de la nada se han interesado sobre manera por Alfredo Barnechea. Lo que da a entender que la agonía de Guzmán se debería a que primero el poder de facto debe fortalecer a un nuevo supuesto outsider para que los votos de Guzmán vayan sin escalas y demoras a su destino: que sería a Barnechea. Con él, estos poderes paralelos estarían asegurando un co-gobierno por cinco años más. Por tanto, que no nos sorprenda luego ver a Barnechea subir como la espuma en las encuestas al mismo estilo de lo ocurrido con Guzmán.

Con la salida de Guzmán, como dije anteriormente (y según las encuestadoras también), los más beneficiados en las encuestas del momento serían los candidatos chicos como Barnechea y Mendoza. Luego, esto se iría asentando en las siguientes semanas hasta que cada voto vaya a su candidato final. Es decir, que el reparto de votos no sea solo para los candidatos chicos, sino que se extienda también a los candidatos que lideran en las encuestas. A esto lo llamo “El voto de niño resentido”.

Por consiguiente, para los que ejercen un poder paralelo o de facto es importante asegurar su permanencia política para controlar y concentrar la riqueza y el poder en pequeñas élites en perjuicio de las grandes mayorías.

Mientras tanto, en todo este marco de incertidumbre y caos, los más perjudicados son esas grandes mayorías que cada vez ven minimizadas sus posibilidades de salir del subdesarrollo o estancamiento social-económico en que se encuentran. Todo esto gracias a que los grandes grupos de poder no se ponen de acuerdo para lanzar a un nuevo outsider que ocupe el segundo puesto; y con ello, a su vez, se inicie una vez más la maldición del segundón.

Finalmente, con todas estas anormalidades electorales (por decir lo menos) la campaña con propuestas y debates se ha rezagado a un tercer plano: en primer lugar, los problemas de los candidatos y sus partidos; segundo, los enredos y tirada de pelota entre el JNE y Jurado Electoral Especial Lima Centro 1; y tercero, la campaña electoral como tal.

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