Más claro ni el agua. César Villanueva confirma lo que a todas voces se venía diciendo de la participación de la primera dama en asuntos de Estado.

La salida de Villanueva del Ejecutivo se debió a una jugarreta organizada por la Nadine Heredia con ayuda directa del ministro de Economía, Miguel Castilla. Pues, en una entrevista para el diario Perú 21, el ex premier dijo entre otras cosas que “todo esto evidencia que Castilla coordinó esto extra-ejecutivamente con la señora Heredia. Y acá me remito a los hechos, no estoy especulando: si la señora sale el jueves a decir lo que dijo, y el ministro de Economía y Finanzas sale el domingo a decir lo que dijo, es obvio que estaban coordinados.”

Lo dicho por Villanueva, reafirma, además, que NADINE HEREDIA SÍ COORDINA con los ministros de Estado de forma directa y toma decisiones con anterioridad al Presidente. Esta afirmación se sustenta en la renuncia de Villanueva, ya que Ollanta Humala nunca hizo nada por retenerlo en el Gobierno, debido a que la decisión ya había sido tomada por su esposa. Recordemos que, en el 2013, se rumoreó en más de una ocasión que Miguel Castilla daría un paso al costado, pero ante el respaldo del Presidente eso nunca se pasó (ahora sabemos que no fue decisión del Presidente Humala, sino de su esposa, Nadine Heredia).

Por otro lado, Villanueva, dijo que la intromisión de Nadine Heredia no hace más que debilitar la institucionalización del país, pues, aseguró que “comportamientos como el de la señora Heredia no ayudan al proceso de fortalecimiento institucional del país”. Estos comportamientos casi a libre albedrío le han valido diferentes críticas a Ollanta Humala, hasta se propuso su vacancia por incapacidad moral, por parte del congresista de Fuerza Popular, Héctor Becerril, quien aseguró que “no es moral que Nadine Heredia gobierne el país sin haber recibido el mandato popular”.

Pedir la vacancia del presidente de la República por intromisiones de su esposa es agudizar el problema. La salida forzada de Ollanta Humala pone en riesgo, en lo político, la gobernabilidad, el resquebrajamiento aun más de la institucionalidad del país y ocasionaría un daño a nivel de la organización de los partidos; mientras que en lo social la desconfianza en la población en general causaría un desborde popular y frustración ante el nuevo proceso; sin embargo, el daño mayor lo estaría en lo económico, pues muchos procesos quedarían congelados o anulados, tanto nacional e internacional, afectando seriamente la estabilidad económica, generando el encarecimiento de los productos de primera necesidad. Es decir, una eventual vacancia presidencial perjudicaría seriamente la democracia, la credibilidad social y la estabilidad política como económica dentro y fuera del país.

En conclusión, esperemos que los “comportamientos como el de la señora Heredia” no comprometan la institucionalidad del país y tampoco alimenten el fantasma del desgobierno con intenciones golpistas, pues dichas medidas pueden ocasionar un forado más grande de la que ya tiene nuestra alicaída y desmoralizada política nacional. En consecuencia, le corresponde al Presidente de la República asumir el poder que le fuera confiado por todos los peruanos y las peruanas, y relegar a la primera dama a asuntos que tenga que ver como esposa del Presidente.

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