Soy fashionista: ¿Consumo que sacrifica la conciencia?

Soy fashionista: ¿Consumo que sacrifica la conciencia?

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La Industria de la Moda es uno de los espacios con más controversia durante las últimas décadas. Y es que ¿Quién no ha caído en la magia perversa de las rebajas tras rebajas en tiendas de retail como Forever 21, Zara, Saga Falabella, Ripley… entre otras?

La Moda, con el pasar de los años, ha ido disminuyendo los costos de producción con tal de satisfacer las 52 temporadas del año, enfocándose en las ventas y no en la calidad del producto final.

Este fenómeno es denominado “Fast Fashion”. No sólo disminuye la calidad de la tela y genera mayores residuos, sino que al ofrecer un precio tan bajo por un producto, usualmente tercerizado en sociedades de bajo desarrollo, perjudica la calidad de vida de los colaboradores.  Por otro lado, los consumidores, quienes se encuentran en manos de los influencers y tendencias digitales, también se encuentran afectados, ya que tienden a buscar atuendos con el fin de encajar que para expresar un estilo de vida o forma de ser.

Luego del colapso de la fábrica más grande de Bangladesh en el 2013 que se llevó consigo la vida de más de mil trabajadores, empezó a despertarse la revolución del “Slow Fashion”: una corriente alternativa que busca generar valor compartido para todos los agentes involucrados en la empresa (clientes, trabajadores, sociedad, recursos naturales, etc.). Saber quién hizo tu ropa (Who made my clothes?), la durabilidad de la misma, de qué material y bajo qué condiciones está fabricada son los nuevos intereses que surgen de esta práctica. Ante la crítica de las empresas más grandes, el sistema gira en torno a analizar si en una producción se cumple con estos nuevos “estándares sociales”. Así, la gestión responsable de la cadena de suministros en compañías multinacionales influiría en las medianas y pequeñas empresas del sector con el fin de integrar la sostenibilidad, el respeto de los derechos humanos y la transparencia en cada nivel.

Para conseguir este objetivo, se necesitan gestores que tengan muy claro que todas las condiciones macro-externas son de igual importancia. En este sentido, la protección de la sociedad y el cuidado del medio ambiente son indispensables tanto para el mejor desarrollo de las naciones como de las industrias. Así, el “Slow Fashion” es la tendencia revolucionaria de este sector que busca dar el justiprecio, aumentar la calidad y cambiar la consciencia de consumidor. …Entonces, ¿Qué estrategias podrías implementar para la regeneración de valor?

Autora:
Claudia Gallardo Landauro


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