La innovación como herramienta de progreso

La innovación como herramienta de progreso

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Antes se pensaba que se tenía que innovar de acuerdo a la oferta, se creía que a mayor investigación habría una mayor innovación, hemos pasado por una innovación de demanda, que ahora es una innovación de resultado. También se pensaba que innovación era tecnología, pero no solo se vincula con la tecnología sino también con estudios económicos y sociales que permiten desarrollar diferentes sectores de la sociedad.

La innovación es una herramienta para producir y aportar soluciones que respondan a necesidades de la sociedad, ayuda a  generar valor, a avanzar como sociedad y a que las organizaciones crezcan. La inversión en innovación en nuestro país, está entre el 12-16 % del PBI, aún somos actores pasivos a nivel mundial. Tenemos muy poca visión a largo plazo, y lo que se tiene que hacer es buscar mecanismos para estar a la par y tener competitividad, a nivel no solo de país sino también a nivel global.

En ese sentido, en día viernes 02 de Octubre del 2015, se tuvo como invitada en el programa radial G360 a la Doctora Marta Tostes, profesora del Departamento Académico de Ciencias de la Gestión de la PUCP donde hablamos sobre “La cuarta hélice del sistema de innovación”, es decir de las organizaciones civiles y cómo estas se desarrollan con la academia, con las empresas y con el gobierno, todo esto en el marco del I Congreso Internacional de Gestión de la Innovación que se dio en la PUCP.

Para Marta Tostes, la innovación se trata desde dos aspectos: desde lo que es novedoso para resolver problemas específicos de la sociedad, de la población o de una empresa, y desde el éxito que haya tenido en lado productivo con una difusión correcta. La innovación no es hacer algo nuevo, puede ser algo nuevo, pero si no se tiene éxito no se puede considerar como innovación.

Y esto es lo que se considera en el Manual de Oslo, como también ver a la innovación no solo de procesos ni productos, sino también a manera organizacional y de marketing. El Manual de Oslo es un referente mundial, importante para el análisis y la recopilación de datos sobre innovación tecnológica, Marta Tostes explica que es como una guía ya que define conceptos y clarifica las actividades que forman parte del proceso de innovación, así como los tipos de innovación y el impacto de dichas innovaciones en el desempeño de la organización.

En el sistema de ciencia y tecnología, se genera conocimiento pero en el sistema de innovación generamos valor, la visión sistémica del mismo es una visión integral de los procesos, donde se articulan varios actores entre los cuales están el gobierno y la universidad, por tanto es un sistema articulado, sin embargo en nuestro país esa es una articulación aún incipiente, esto quiere decir, que aun cada agente actúa por su cuenta y en busca de sus intereses.

Por ello, el gobierno toma el liderazgo porque los demás actores no lo hacen; sin embargo, los pasos siguientes tienen que ser que el compromiso sea de forma tripartita: el rol del estado, fomentando desde las políticas públicas el rol de las empresas, porque ellas las incorporan y también el rol de las universidades, con procesos cada vez más interactivos y complejos. Un caso diferente es el de Brasil, donde el estado se ha ido alejando ya que no llega a todos los lugares y es más accesible tener una ONG. Ahí es cuando entra el rol de las organizaciones de la sociedad civil o también llamadas como la cuarta hélice del sistema de innovación, que son, a fin de cuentas, una extensión de la tecnología.

La universidad fortalece las capacidades de ciencia tecnología e innovación, sin personas preparadas para investigar tanto en pregrado como en posgrado, se tendrá grandes dificultades para dar saltos significativos en relación a la enorme brecha tecnológica de del país. Ese salto a la brecha tecnológica solo se puede dar con investigaciones sistemáticas y estratégicas. Dentro de las expectativas en investigación e innovación en nuestra universidad, Marta Tostes considera que hay un gran desarrollo de los proyectos de vinculación entre universidad y empresa, hace algunos años la universidad solo tenía 3 o 4 proyectos de innovación, hoy en día se tienen 80.

Finalmente, nos comentó que la nueva oficina de innovación en la universidad, ayudó mucho al desarrollo de la investigación en innovación ya que intenta cubrir diversas áreas de investigación de la PUCP. Esto también tuvo beneficios a nivel de los docentes, ya que existe un financiamiento para incentivar a los profesores a investigar sobre innovación.

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