“Si algo soy y he podido aportar a lo largo de los años, se lo debo a la Universidad”

“Conseguir reformas en política es una tarea difícil, pero que debemos continuar. A lo largo de mi vida, he peleado por reformas que al final se han conseguido. Soy un crítico permanente (de aquello que se hace mal), trato de actuar con imparcialidad y considero que eso me inhabilita para pensar en un cargo político”, refiere el exfuncionario público, quien a donde va siempre se presenta como investigador y docente de la PUCP.

En 1973, al terminar sus estudios en la gran unidad escolar Bartolomé Herrera, se sentía seguro de sus habilidades para las matemáticas y por ello optó por seguir una carrera de ingeniería en la PUCP. Ingresar no fue tan difícil como pasar los primeros cursos en Estudios Generales Ciencias.

“Normalmente si uno estudia, logra pasar los cursos, pero esto no es una norma en Ciencias. Puedes esforzarte mucho y desaprobar. A los de Letras se les veía como los ‘vagos’ que no sabían lo que era realmente estudiar”, recuerda, entre risas, el Dr. Tuesta Soldevilla, quien durante su primer año se dio cuenta de que lo mejor era explorar otras carreras en Letras.

“En EE.GG.LL. conocí una universidad distinta. Todos mis compañeros leían mucho, debatían, y tenían preocupaciones políticas y culturales”, refiere Tuesta Soldevilla, quien tras los cursos de Realidad Social Peruana y Realidad Latinoamericana con Henry Pease empezó a interesarse por la sociología política.

“En los 70, la Universidad era una isla donde podíamos expresarnos libremente. Fuera de ella estaba el gobierno militar de Velasco, los medios estaban controlados, el parlamento estaba cerrado y no había elecciones. Muchos estudiantes estaban radicalizados en contra del gobierno militar. La PUCP era un espacio que acogía a los políticos y podíamos debatir con ellos. Por las aulas de Letras, vi pasar a Andrés Townsend, Armando Villanueva, gente de izquierda, de centro, de derecha”, contó.

Investigador electoral

Al final de su carrera, el joven Fernando realizó su tesis de pregrado sobre las elecciones de representantes para la Asamblea Constituyente de 1978, la primera votación desde 1963. Este trabajo le abrió oportunidades como investigador de temas electorales.

“Me gradué en 1980 y estaba buscando trabajo. Llegué con mi currículo a Desco y me encontré con Rafael Roncagliolo, que no me conocía pero que, para mi sorpresa, había leído mi tesis. Él me propuso trabajar como asistente. Mi primer encargo fue escribir un libro sobre las elecciones municipales de ese año”, señala Tuesta, quien en esa década se especializó más en coyuntura electoral, empezó a colaborar con el diario La República y fue contratado para capacitar a periodistas televisivos en temas políticos.

“Desarrollé una habilidad que era poco común entre mis colegas de esa época: explicaba la política de manera clara y sencilla, para un público masivo”, refiere el sociólogo, quien, durante la pandemia, se adaptó fácilmente a dictar clases a través de Paideia. Además, ha trasladado sus columnas escritas al lenguaje audiovisual. Él mismo edita sus videos y pódcast que sube a YouTube y Spotify. En su cuenta de Twitter, donde ha publicado más de 30 mil posts desde el 2006, lo siguen casi medio millón de personas.

Este 2022, hace un alto a las clases para terminar proyectos de libros sobre la historia de las elecciones en el Perú republicano, gracias al estímulo del Periodo a la Investigación (PI) para docentes PUCP. Apasionado por la investigación y el debate político, al profesor Tuesta Soldevilla le cuesta dejar de estar atento a la coyuntura.

“La política me interesa, es importante y tengo la necesidad de pensar, reflexionar y formular propuestas que aporten a la gobernabilidad y la democracia, siempre desde mi rol como investigador y docente, y mi participación en el debate público”, dice el académico, quien fue uno de los primeros en insertarse en la incipiente blogósfera peruana a inicios de la década del 2000.

Con sello PUCP

Aunque cuenta con múltiples canales de difusión en Internet, él ha preferido mantener como espacio principal su blog Polítika, un símbolo del afecto y agradecimiento con su alma máter.

“Yo soy una sede PUCP desde 1973. Si algo soy y he podido aportar a lo largo de los años, se lo debo a la Universidad, no solo por la formación integral que recibí como estudiante de pregrado y maestría; como profesor me siento en una verdadera comunidad universitaria, donde me nutro del conocimiento, la diversidad y la participación con los demás”, dice el académico, quien lleva más de 17 años dedicado a la docencia a tiempo completo en la Especialidad de Ciencia Política y Gobierno de la Facultad de Ciencias Sociales.

“Son pocos los centros educativos que tienen una identidad tan sólida como la PUCP, que marca una especie de tatuaje para quienes somos egresados. Uno de los logros que más me enorgullecen es haber aportado a la formación de varias generaciones de politólogos PUCP que hoy se desarrollan con excelencia en diversos espacios”, añade.

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