San Silvestre de Cochán es un distrito andino ubicado en la provincia de San Miguel, en Cajamarca, con poco más de tres mi electores. Este pequeño distrito ha experimentado cinco procesos de consulta de revocatoria de sus autoridades municipales, en quince años que tiene de vigencia el denominado Mecanismo de Democracia Directa (MDD). Ha revocado a tres, de los cinco alcaldes que ha elegido en ese período.
Flavio Barrantes Vargas, seis veces candidato, salió elegido alcalde de San Silvestre de Cochán, por el Partido Aprista. Pero antes había sido candidato por Acción Popular, en dos oportunidades, Somos Perú y de una lista local que creó para postular. Pero Barrantes no sólo fue candidato de múltiples tiendas políticas, sino que fue el promotor de las revocatorias en cuatro oportunidades. Este 30 de setiembre, Barrantes fue revocado en el cargo, del que fue alcalde en anterior oportunidad (1993-1995), por una confluencia de personas y grupos que fueron afectados por encabezar la revocatoria de los cuatro alcaldes que le antecedieron en el cargo. Probó de su propia medicina. El tema es que el más afectado sigue siendo San Silvestre de Cochán, en donde la pugna por el poder, no le ha traído ningún beneficio.
Este ejemplo es una muestra de lo que ocurre en muchas localidades del país y lo que encierra la revocatoria, que este último domingo 30 de setiembre se ha realizado por octava vez, en donde se han revocado a 70 alcaldes distritales y uno provincial. La cuarta parte de los que se sometió a la consulta popular.
En el contexto actual, la realidad es que en el ámbito distrital –no se ha revocado a nadie a nivel regional y menos de cinco casos, a nivel provincial–, la política está al margen de los partidos nacionales, que prácticamente no existen. Eso impide una canalización más adecuada de los conflictos políticos.
La revocatoria ha sido utilizada, en gran medida, por venganzas políticas, polarizando a extremos la vida pública con una clara incidencia en la gestión pública local que no son percibidos en Lima. La inestabilidad es alta, pues un Consejo Municipal en el que es revocado su alcalde y/o concejales, tiene tres autoridades en el período de cuatro años, en medio del mismo número de campañas electorales. En este escenario, ninguna autoridad, podrá hacer nada para su localidad.
La lógica de polarización extrema que desata la revocatoria hace que autoridades o revocadores o ambos, busquen apoyo más allá de sus electores y eso lo consiguen bajo el método del “elector golondrino”. Esto no es otra cosa que promover falsos cambios domiciliarios para que dichos votantes apoyen cualquiera de las opciones o inflando el padrón y con su ausentismo, impiden la revocatoria, ya que se necesita superar asistencia de la mitad de los electores para que la revocatoria proceda. Pese al esfuerzo de los organismos electorales, el voto golondrino se mantiene, cuando se observa un súbito crecimiento del padrón, en varios distritos en donde se han realizado revocatorias.
Finalmente, nuestro marco legal atenta contra la voluntad popular. Un ejemplo claro es en los distritos cuyo Consejo Municipal, conformado por seis representantes, la organización política ganadora, obtiene la alcaldía y cuatro escaños en el Consejo. Si se revoca a todo el consejo y es suplido transitoriamente hasta que se realicen nuevas elecciones municipales, en julio del 2013, la lista ganadora solo tiene un accesitario para cubrir cinco plazas. Lo que se ha hecho hasta ahora es cubrir los escaños con los accesitarios de la segunda lista (opositora). Es decir, por arte de magia, la lista ganadora de las elecciones del 2010, se convierte en minoría y la segunda lista, en mayoría. La voluntad popular traducida en representación, a través de los votos, se ve así alterada. La revocatoria del mandato de las autoridades subnacionales, no solo debe ser vista como un popular mecanismo de democracia directa, sino se tiene también que evaluar sus impactos negativos, que no producen una mejora de la calidad de la democracia, que es lo que tanto se invoca (La República, 4 de octubre del 2012).
La Revocatoria a la Alcaldesa es una cosa imprevisible desde el punto de vista técnico y político, si es técnico, desde que se inició la compra de los kid-electorales en el JNE,aproximadamente habian transcurrido seis meses y en este tiempo hay un monitoreo de los hechos ocurridos en la gestión anterior,se inició con sesiones abiertas totalmente al periodismo y al público en general,que siendo prioridad de los responsables del Municipio en especial los que acompañaban a la Señora Alcaldesa,que por decirlo así salió el informe de COMUNICORE ,que era un tema importante de las Elecciones Generales y la Municipalidad no podía quedarse callada, ante la espectativa de la ciodadanía , el cual fue presentado a la Fiscalía,como debía de serlo aunque sea obligatoriamente .
Se debe reconocer que lo más saludable para Lima ,era esperar por lo menos 2 años de prueba y dejarlos trabajar como ocurre en otros municipios,salvo sino fuera por corrupción e inmoralidad,pero la presión por que se hicieran las obras que ya habían finiquitado el Gobierno Municipal anterior,es decir, se tiene que hacer sin que ésta tenga que hacerle una revisión o transparencia, conociendo yá los antecedentes de los que gobernaron la gestión anterior,pero parece que los cálculos de los Master en política,no les convenía esperar un minuto más,porque de lo contrario, el avance que se venía venir, iba a ser contrario a sus intereses y aperiros electorales .
En cuanto a lo político, es muy claro lo que se estás descubriendo, que hay toda una plataforma de Políticos ,que apoyan la revocatoría y cuando fuerón alcaldes inauguraban las obras sin terminar ,sólo 2 ejemplos voy a poner: El Sr. Jorgem Del Casrillo, quién inauguró la av. Alfonso Ugarte sin haber terminado los paraderos y el Sr. Castañeda , El Metropolitano en su paradero del Jr. de La Unión quedó sin terminar y ya se sabe que el proyecto de este transporte era para más.
No se puede establecer en nuestra patria unaz< actitud de esta índole,porque ,se estaría avalando el capricho,el cálculo político,la ambición desmedida de manejar los cargos importantes del País a solo unas personas que han hecho dinero con las obras sobrevaloradas y la argolla de líderes que están al frente de sus movimientos y que no son representativos,sino que se mueven con el dinero comprando conciencias a los m´`as necesitados. Todos se dan la mano cuando de por medio están sus intereses, así que ,alertemos a la ciudadanía de no dejarles dar un paso más.